Escaparatismo: todo un reto
Para lograr un buen escaparate hay que pensar todo el tiempo en el cliente
El escaparate es el imán, el punto de atracción que frena o decide a los clientes a incursionar en tu tienda. Hay que echarle imaginación y conocer muy bien a tu público para acertar en lo que quiere ver.
Hay que exponer los productos nuevos
Si tienes novedades, no dudes en ponerlas en primera línea. Los clientes de cualquier sector quieren ver cosas nuevas, aunque algunas veces, al final, se inclinen por lo de siempre. Si los productos no constituyen una novedad, expón los que marcan diferencias con los de tus competidores.
Indicar los precios aporta seriedad y seguridad
No temas poner los precios. Sólo conseguirás que muchos clientes no se atrevan a cruzar el umbral de la puerta de tu tienda.
No lo amontones todo
Escoge un tema o dos, dependiendo de la capacidad del escaparate, y no te salgas de ellos. Ya tendrás oportunidad de organizar otros escaparates con otros motivos y productos. Deja espacio entre los artículos para que se puedan apreciarse con claridad.
Cambia tu escaparate una vez al mes
La gente se acostumbra a ver siempre lo mismo y ya no mira. Si no hay cambios, en el recorrido por delante de tu tienda nada atraerá su atención. No hace falta que siempre los productos sean nuevos, seguro que tienes mucho que mostrar, en otros colores, con otras prestaciones.
Menos es más
La armonía se suele basar en la sencillez. Hay que conseguir una buena composición sin demasiados elementos y eliminar todo lo superfluo.
Puedes arriesgar
Atraer la atención es tu objetivo. Si dispones de un objeto insólito pero bello, colócalo como reclamo. Muchas miradas se fijarán en él y verán lo demás, que es lo que importa.
Habrás logrado una primera meta, que hagan un alto en el camino.
Cada uno de los productos que expones debe atraer a tu público objetivo
Tú conoces a tus clientes y sabes lo que les puede gustar. Piensa sólo en ellos. Qué necesitan, qué producto y en qué colores pueden despertar su atención. Aunque lleven una idea preconcebida, sorpréndelos con lo que no se han imaginado.
Si dispones de una oferta, anúnciala en el escaparate
Eso sí, de una manera digna, pero muy visible. Que no desequilibre la armonía que has logrado con el escaparate pero que llame la atención.
La mala iluminación puede convertir un buen escaparate en un espacio sin interés.
Para medir la cantidad de luz la unidad es el lux. Se necesitan entre 2.000 y 5.000 luxes dependiendo del tamaño del escaparate y de las características de los productos que vas a exponer.
Si los colores que predominan en el escaparate son oscuros absorberán la luz, por lo que vas a necesitar más. Por el contrario, los colores claros requieren menos luz.
El índice el Índice de Reproducción Cromática de la luz (IRC) indica la capacidad que tiene la fuente de luz de reproducir el espectro de colores, de modo que a mayor IRC, mayor capacidad. Un IRC que reproduce de forma adecuada el espectro de colores es de 85. Este lo encontramos en fluorescentes. Las luces halógenas lo superan y, en cambio, los LEDS quedan por debajo.
Tampoco es igual tener un local en plena calle, donde se precisa menor cantidad de luz, que en un centro comercial. En este último caso precisará de mayor iluminación para atraer la atención del paseante.
Otro aspecto a tomar en consideración es el tono de la luz porque incide en cómo se ven los colores en el escaparate. A esta cualidad se a denomina ‘temperatura color de la luz’. La unidad de medida es el kelvin (K). Una temperatura color neutra rondaría los 3.000 k. Por debajo, obtenemos una luz más calidad que viene perfecta para amarillos y rojizos. Por encima de los 3.000 k obtendremos una tonalidad fría que destaca blancos, azulados o verdes. Los fluorescentes se sitúan entre 2.700 y 6.000 k.
El haz que despliega la luz depende de la luminaria o lámpara. Por debajo de 20 grados la luz podemos obtener una luz intensiva para una superficie pequeña. Por encima de los 40 grados de abertura la luz cubre un área mucho mayor. Lo interesante es jugar con sombras y haces de luz para que resalten los volúmenes. Otra idea es iluminar desde la parte posterior del escaparate.
La composición
Un escaparate debe aparecer siempre pulcro y con los elementos perfectos. Evita el descuido y la falta de luz.
La colocación de los productos debe hacerse de acuerdo a la perspectiva de quien ve el escaparate desde la calle y desde todos los ángulos. Debes tener en cuenta el sentido de circulación de los transeúntes, así como su promedio de edad y extracción social.
Montar un buen escaparate no es caro
Sí tienes una buena idea, respetas los espacios para que se vea el volumen de los productos e iluminas bien lo que quieres destacar. Jugar con los colores sirve también de ayuda.