¿Moda o represión sutil?
Redacción Jobwear16/01/2014
Hace dos años, y hasta la actualidad, una de las aerolíneas más famosas de Turquía y del mundo prohibió a su personal de vuelo que se pintara los labios de rojo o rosa, así como las uñas tampoco. Este anuncio suscitó mucha controversia, ya que algunos sectores de la izquierda del país lo consideraron una política de islamización.
Aún así, la aerolínea asegura que no tiene nada que ver con temas políticos o de religión, sino una simple cuestión de seguridad, ya que los colores estrafalarios pueden distraer a los pasajeros y/o la tripulación y perjudican la “integridad visual”. Así pues, la compañía alega que una imagen más neutra mejora la comunicación con los pasajeros.
Si solo fuera eso podría pasar desapercibido. Lo que no se puede pasar por alto es la propuesta de cambio de estilo del uniforme de las azafata. En los años 60 y 70, siguiendo la moda de París, algunos diseñadores europeos presentan sus candidaturas, siendo elegido un uniforme con minifalda y marcando las curvas femeninas. En el año 2012, los uniformes son más largos y clásicos.
Aún así, la primera propuesta de la aerolínea se trataba de unos uniformes al estilo Otomano, que dada la polémica suscitada, fueron anulados, dejándose los que ven en la foto.
Aún así, solo el hecho de haber planteado este uniforme, es muy grave para algunos sectores críticos y laicos de Turquía, ya que lo ven como un retroceso para la occidentalización total del país y el hecho de poder formar parte de la UE.
Aún así, la presentación de estos uniformes no fue una sorpresa para gran parte de la población contraria al islamismo por ser fundada bajo Mustafa Kemal Ataturk, padre de la Turquía moderna. Así, Turkish Airlines se considera una especie de tesoro nacional. La política reaccionaria de la compañía, que se muestra con la propuesta de estos uniformes entre otras medidas, suscita temor entre la población por la posible reacción adversa de los turistas, ya que la primera impresión que se llevan estos se da cuando se suben al avión en dirección a este país.
El problema básico de esta polémica es que más del 50% de la compañía pertenece al gobierno, y posiblemente sea una estrategiamás para complacerles, según declaraba el New York Times en la fecha de publicación de la noticia. El director general no negó la línea conservadora de la compañía, pero retiró la propuesta de uniformidad manteniendo la que ya tenían.
¿Creéis que esta medida se trataba de algo funcional, estético, político...? ¡Esperamos vuestra respuesta!
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Aún así, solo el hecho de haber planteado este uniforme, es muy grave para algunos sectores críticos y laicos de Turquía, ya que lo ven como un retroceso para la occidentalización total del país y el hecho de poder formar parte de la UE.
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