Discriminación sexual en Lufthansa
El asunto empezó cuando el piloto acudió a trabajar sin gorra en varias ocasiones, y como castigo, la compañía decidió retirar al piloto de uno de los vuelos que tenía programados a Nueva York. A raíz de ello, el piloto decidió que el único camino eran los tribunales. El piloto alegó que la gorra era una manera de discriminar a los hombres frente a las mujeres, ya que ellas tienen la opción de decidir. Eso que llaman discriminación positiva no encaja en este caso. Parece más una cuestión de tradición e imagen de la compañía.
El piloto demandó a la empresa y ganó el primer juicio en 2011, pero perdió el segundo en 2012 cuando Lufthansa apeló. Hace pocas semanas, el Tribunal federal laboral, la última instancia, le dio la razón al considerar que no hay motivo para discriminar en el uniforme a hombres y mujeres pilotos.
El tribunal rechazó los argumentos que había esgrimido en su defensa la aerolínea alemana, que apeló a la tradición y también a la dificultad de obligar a las mujeres a llevar gorra, ya que no podrían hacerlo con todos los peinados. El piloto demandante, que trabaja desde 2006 para Lufthansa, se basó en la Ley general de igualdad de trato alemana y argumentó que se sentía "perjudicado por razón de género".
Imagen de aviaciondigitalglobal.com
El Tribunal laboral avaló la primera de las sentencias que le dio la razón al estimar que no había ninguna "razón objetiva" para esa diferencia de trato y al considerar que la gorra no era una condición indispensable para ejercer la profesión de piloto.
Con la cabeza descubierta
A partir de ahora el piloto de Lufthansa podrá acudir a trabajar sin llevar la gorra oficial tal y como él reclamaba hace años.
Aunque solo sea una gorra, para éste piloto parecía ser un elemento molesto, quizás avergonzante, de su uniforme, y bajo su opinión no había motivos para que la compañía le obligara a llevarlo.
¿Vosotros qué opináis? ¿Era cabezonería lo del piloto o quizás necesitaba quitarse la gorra para poder trabajar a gusto? ¿Es discriminatoria la medida de obligar a los hombres y no a las mujeres a vestir gorra? A la inversa hay muchos más ejemplos. Mujeres que deben vestir uniformes demasiado cortos o incómodos, cuando sus colegas masculinos van casi tan cómodos como cuando llevan el pijama.
Para algunos, el hecho de vestir un uniforme concreto puede afectar de forma seria a la autoestima. En cambio, otra persona puede sentir comodidad e incluso orgullo de vestir esa misma ropa laboral. Llevado al extremo, puede ser el caso de las mascotas de los equipos de fútbol americano o los que promocionan perritos calientes en las puertas de los restaurantes de fast food. ¡Hablaremos de ello!