¿Ponemos el aire?
En invierno, tanto mujeres como hombres pueden llevar una vestimenta correcta para ir la oficina, y además acorde a la temperatura exterior, de forma que no pasan ni frío ni calor. El problema llega con el cambio de armario. El traje y corbata no cambian, pero la temperatura sí.
Termómetro estival. Imagen de Flickr
Las mujeres tienen la suerte o la desgracia de poder vestir ropa estival en el trabajo. Pero aún no existe una indumentaria de verano para hombres. Ellas, un vestido y unas sandalias bonitas. Ellos, el traje, la maldita corbata y las manchas de sudor. ¿Cómo se soluciona esto?
Pues con el mágico invento: el aire acondicionado. Entonces los papeles se cambian. Ellos, a 20 grados trabajan cómodamente, pero las pieles erizadas de las mujeres denotan cierto desequilibrio en su temperatura corporal.
Los argumentos, todos válidos: “¿Por qué tengo que llevarme una chaqueta a la oficina cuando fuera hace casi 40 grados?” y el de “Abrígate que yo no me puedo quitar más ropa”. Seguramente ambos tengan razón.
Eterna discusión sobre la que no puedo ofrecer una solución mágica, pero me voy a permitir dar algunos consejos para sobrellevarlo mejor. Como siempre, el bienestar se encuentra en el término medio. En ceder. En entender que la indumentaria que debe vestir un hombre normalmente es muy agobiante cuando la temperatura supera los 23-25 grados, y entender también que debemos adaptarnos a la estación del año que nos encontramos, y evitar los cambios bruscos de temperatura.
Pero además de este esfuerzo empático, quizás también sería una ayuda suavizar el look de los trabajadores en verano, permitiéndoles lucir un poco más casual, para armonizar las necesidades de ambas partes. Algunas otras recomendaciones, que van más allá de la indumentaria, pueden ser el uso de ventiladores, abrir las ventanas a primera hora de la mañana cuando aún no hace tanto calor, evitar la luz artificial o pintar las paredes de colores claros.
Pero al final la idea principal es clara: Lo ideal es aminorar el contraste térmico con el exterior, porque es muy difícil, por no decir imposible, llegar a un consenso.
Fuente de Imagen: www.flickr.com