Cobradores del frac: un uniforme pintoresco
Redacción Jobwear20/02/2014
Yo nunca he visto un cobrador del frac. Pero existen. Elegantes y temidas, estas personas desarrollan una actividad un tanto escalofriante en nuestra sociedad. Estas empresas, de las que todos hemos oído hablar, eligen uniformes llamativos como método para dejar en evidencia a quien se le reclama una deuda. Además, sus coches anuncian claramente cuál es su misión: perseguir morosos. Aunque en España existen vacíos legales en cuanto a este tema, ha habido más de una y más de cien denuncias en contra de estas empresas por acoso e intromisión en la intimidad.
Algunas de las empresas de cobros que existen declaran que tienen una política muy estricta en cuanto a criterios de actuación. No perseguir a insolventes, ni a particulares, solo a empresas, con los parámetros de lo que implica acoso y lo que no, muy presentes.
El uniforme es una herramienta más, según algunos empresarios que llevan este tipo de negocio. Es como un coche que se necesita para trabajar. Además, en nuestra cultura, como en la mayoría, los uniformes transmiten valores. Algunos son respetados, y otros no tanto, pero ninguno queda exento de significado. Entonces, aunque muchas veces el disfraz sea ridículo, existe una aceptación social que implica respeto, miedo y vergüenza y convierte a la persona que viste el uniforme de pantera rosa o un sombrero de copa con un frac en alguien respetado. Eso sí, solamente si persigue a un moroso. Si vende bollos en medio de la calle, no. Ya ves tú, ¡es el mismo uniforme!.
Como siempre decimos, son códigos socialmente aceptados, pero a veces, son realmente curiosos y dignos de analizar.
Porque claro, pensemos en la persona que desarrolla dicha labor. Como se siente teniendo que ir a perseguir durante más de ocho horas al día a una persona, y encima vestido para que todo el mundo le mire? A mi parecer, psicológicamente agotador. ¿Qué pensáis vosotros de ello? ¿Habéis visto alguna vez un cobrador del frac?
Algunas de las empresas de cobros que existen declaran que tienen una política muy estricta en cuanto a criterios de actuación. No perseguir a insolventes, ni a particulares, solo a empresas, con los parámetros de lo que implica acoso y lo que no, muy presentes.
El uniforme es una herramienta más, según algunos empresarios que llevan este tipo de negocio. Es como un coche que se necesita para trabajar. Además, en nuestra cultura, como en la mayoría, los uniformes transmiten valores. Algunos son respetados, y otros no tanto, pero ninguno queda exento de significado. Entonces, aunque muchas veces el disfraz sea ridículo, existe una aceptación social que implica respeto, miedo y vergüenza y convierte a la persona que viste el uniforme de pantera rosa o un sombrero de copa con un frac en alguien respetado. Eso sí, solamente si persigue a un moroso. Si vende bollos en medio de la calle, no. Ya ves tú, ¡es el mismo uniforme!.
Como siempre decimos, son códigos socialmente aceptados, pero a veces, son realmente curiosos y dignos de analizar.
Porque claro, pensemos en la persona que desarrolla dicha labor. Como se siente teniendo que ir a perseguir durante más de ocho horas al día a una persona, y encima vestido para que todo el mundo le mire? A mi parecer, psicológicamente agotador. ¿Qué pensáis vosotros de ello? ¿Habéis visto alguna vez un cobrador del frac?