Precios Mínim(e)s
“El boca a boca ha hecho que Mínime llegue a oídos de muchas AMPAS, que han convencido a los directores de los centros para trabajar juntos gracias a nuestros precios”.
En dos años Mínime trabaja ya con 15 colegios de Barcelona, como el Sagrat Cor de Sarrià o Escola Augusta, y tiene un objetivo claro: llegar a todos los rincones de la península mediante la venta on-line. Además de fabricar uniformes a petición de los colegios, Mínime también ayuda a algunos otros centros a crear nuevos diseños, más modernos y estéticos. Mauro Bernaus, responsable de ventas, piensa que este negocio puede funcionar, ya que las principales quejas de los padres a la hora de adquirir los uniformes escolares son los precios.
“Aún así, aunque nuestros uniformes sean más económicos que el resto, se nota la crisis”.
A principio de curso, los padres ya no compran todas las piezas necesarias, sino que poco a poco, a medida que llega el frío, van adquiriendo los chaquetones o las camisetas de manga larga para no tener que asumir el coste de golpe. “Aunque el 60% de nuestras ventas son a principio de curso, tenemos abierto todo el año. Siempre se puede romper una cremallera o hacerse un agujero en el pantalón jugando en el patio”.
Además, algunos colegios ofrecen uniformes de segunda mano, como el Sagrat Cor de Sarrià, o simplemente estos se heredan entre hermanos/as.
Para Mauro, el uniforme es más estético que funcional, aunque no niega que los materiales tienen más calidad que alguna ropa de calle que se puede adquirir en las típicas tiendas de moda. Así pues, cree que el uniforme tiene más ventajas que desventajas, a todos los niveles.
“Aunque el desembolso inicial puede parecer duro, se acaba amortiguando a lo largo del curso, por lo tanto es una forma de ahorro”.
Además de las ventajas económicas a largo plazo, hay otras de carácter social, que también son importantes, como anivelar las diferencias socio-económicas que pueden darse en una misma aula, y hace que se respeten unas normas de vestimenta en los centros, que es importante para que se aprenda, desde pequeño, a saber estar y comportarse en diferentes situaciones. En las aulas, el objetivo es aprender, y el uniforme ayuda a que el alumno no se distraiga con cosas superficiales como la indumentaria de los compañeros. Por último, la ventaja más funcional es la facilidad que tienen los padres a la hora de decidir cómo vestir a sus hijos por la mañana. Es un ahorro de tiempo importantísimo.
Por tanto, el uniforme escolar se está reinventando y ya se ha adaptado a los nuevos tiempos, por ahora en Barcelona, pero probablemente traspase más fronteras en poco tiempo.