Normalización, un paso más en la óptima gestión del tráfico
1 de diciembre de 2011
Las Jornadas sobre Normalización, Ordenación y Regulación de la Movilidad en Entornos Urbanos e Interurbanos, celebradas los días 29 y 30 de noviembre, en el Instituto de la Ingeniería de España, en Madrid, supusieron un importante foro para profundizar en esta faceta tan destacada en la gestión viaria.
En España, con una red de carreteras de más de 165.000 km por la que circulan 30 millones de vehículos y que canaliza el 85% del transporte de mercancías y el 90% del transporte de viajeros, la normalización cobra una gran importancia. Más aún teniendo en cuenta que la gestión de estas vías está a cargo de tres administraciones: central, autonómica y provincial-local.
El presidente de la AEC, Miguel Mª Muñoz, encargado de inaugurar las Jornadas, además de alabar la gran proyección internacional de la que disfrutan las empresas españolas del sector, confirmaba la necesidad de seguir avanzando en el campo de la normalización. “Este concepto es fundamental para lograr una óptima gestión del tráfico. Las carreteras no pueden concebirse únicamente como unas cintas de asfalto u hormigón, sino que también comprenden equipamientos, sistemas y tecnologías que requieren una normalización”.
En la misma línea se manifestaba el subdirector general de Tráfico y Movilidad de la DGT, Federico Fernández, para quien la normalización supone un factor decisivo a la hora de “lograr una movilidad más segura, más cómoda, más eficiente y más sostenible”.
La introducción de las Jornadas fue completada por su ponente general, Enrique Belda, subdirector general adjunto de Circulación de la DGT, quien ponía el énfasis en que ante la compleja situación económica de nuestro país, que hace muy difícil la construcción de nuevas carreteras, la buena gestión de las ya existentes seguirá ganando protagonismo.
Visión de la DGT
Uno de los puntos fuertes de estas Jornadas fue la conferencia sobre “el futuro del tráfico y la importancia del proceso normalizador”, impartida por el propio Federico Fernández para quien la normalización tiene un papel prioritario a la hora de poder cumplir con el objetivo número uno de la Dirección General de Tráfico, la reducción del número de víctimas y de accidentes en la carretera. El esfuerzo realizado en este sentido ha permitido, según las cifras aportadas por la DGT, reducir el número de fallecidos en más de un 50% en menos de diez años. Mientras que en 2003 fueron 123 las personas que fallecieron en España en accidente de tráfico por cada millón de habitantes, en 2010 esta cifra ya había bajado a 54 fallecidos por cada millón de habitantes, estando incluso por debajo de la media de la Unión Europea (62).
Para la consecución de esta menor tasa de siniestralidad, ha sido primordial respaldar las nuevas normativas que han ido surgiendo para mejorar la seguridad vial, con avanzadas tecnologías que permitan velar por el cumplimiento de esas normas, y que faciliten la penalización para aquellos que las incumplan.
“La tecnología ha permitido que los cambios normativos se hayan convertido realmente en cambios de comportamiento”, manifestaba Federico Fernández, quien aportaba como muestra un gráfico en el que se apreciaba cómo ha disminuido sustancialmente la velocidad media de los vehículos que circulan por los diferentes tipos de carreteras que conforman la red viaria española desde que se extendió el uso de los radares o cinemómetros. Por ejemplo, en las vías “serie 1” se ha pasado de una velocidad media en 2005 de 128,6 km/h a 112,2 km/h en 2011.
Las nuevas tecnologías también están siendo decisivas a la hora de mejorar la movilidad desde los centros de gestión de tráfico, agilizando la toma de decisiones ante cualquier imprevisto. Y también resultan básicas en los Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS), que se ven ahora condicionados por la nueva directiva europea 2010/40/UE que, entre otros puntos destacados, introduce el concepto de especificación como medida vinculante. Eso significa que desde su entrada en vigor, Europa puede imponer las condiciones para todos los países miembros.
Para garantizar que la administración, principal cliente de este tipo de tecnologías, no sea cautiva de un determinado sistema o de un único proveedor, así como para garantizar la compatibilidad y calidad de los servicios, el camino a seguir, como se señalaba desde la DGT, es la normalización.
Y ésta pasa por el cumplimiento de cinco criterios: flexibilidad (sistemas con diseño modular de forma que puedan sustituirse sin penalizar la funcionalidad, como por ejemplo los radares), calidad (diseño de partes o módulos que puedan emplearse en distintos sistemas, como los lectores de matrículas), rendimiento (integración de operaciones de distintos sistemas evitando tareas repetitivas), economía (ahorros en mantenimiento y explotación) y facilidad para comparar productos y servicios.
“La normalización aporta coherencia, mejora la calidad de los servicios y permite obtener unos costes más competitivos”, aseguraba, a modo de conclusión, Federico Fernández.
Normalización en el tráfico urbano
Otra ponencia que suscitó un interés entre los asistentes fue la impartida por Alfonso Novo Belenguer, concejal delegado de Circulación, Transportes e Infraestructuras del Transporte Público del Ayuntamiento de Valencia, quien señaló una serie de aspectos en los que la normalización, es decir la estandarización de ciertos criterios, facilitaría la labor de los organismos que gestionan el tráfico urbano. Entre las principales solicitudes de normalización se encuentran todas éstas:
- Criterios de instalación de semáforos, bajo factores técnicos y no por otras motivaciones como, por ejemplo, presiones vecinales.
- Establecimiento de tiempos y velocidades para cruzar las calzadas, identificando las variables que hay que considerar para garantizar un tránsito seguro.
- Velocidades en vías urbanas especiales, zonas 30, bulevares…, creando criterios uniformes para mejorar su comprensión por parte del automovilista.
- Señalización e interacción con las bicicletas.
- Indicadores de tiempos de verde y rojo en los semáforos, con descontadores de tiempo.
- Significado de los mensajes informativos en paneles.
- Señalización horizontal (dados en extremos o pasos de cebra).
- Resaltes y obstáculos para calmar el tráfico…
Otro de los puntos destacados de las Jornadas fue una mesa redonda dedicada al papel de la administración como agente impulsor de los procesos normalizadores en materia de tráfico, en la que tomaron parte representantes del Gobierno Vasco, de la Generalitat de Cataluña, del Ayuntamiento de Madrid, de la Federación Española de Municipios y Provincias y del Ministerio de Industria.
El día 30, las Jornadas se cerraron con varias ponencias y comunicaciones técnicas, tras las que se abrió un turno en el que las empresas del sector de la gestión del tráfico y las comunicaciones tuvieron la oportunidad de exponer sus últimos avances.