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Automatización y almacenes

Los almacenes del futuro se están construyendo hoy

Equipos técnicos de Hai Robotics y LYL Warehousing

26/06/2023
¿Cómo se diseñarán los almacenes en el futuro? ¿Quién trabajará en ellos? En este artículo tratamos de describir el almacén ideal del futuro, destacar cómo se pueden unir los sectores de almacenes y automatización para superar los retos y lograr avances positivos para todo el sector de almacenes, y cómo los pasos haca ese futuro se están dando hoy.
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Ante el creciente uso de soluciones robóticas en el sector de almacenes, empresas de todo tipo y a lo largo de toda la cadena de suministro están evaluando las ventajas de las soluciones automatizadas. Hay un escaso consenso en el sector acerca de las características que tendrá el almacén del futuro debido a la gran variedad de usos de la automatización en diferentes operaciones. Por tanto, adaptar la flexibilidad a los almacenes será una cuestión clave para el sector: la agilidad es primordial. El almacén del futuro no estará diseñado para albergar robots, sino que los robots estarán diseñados para integrarse en las operaciones existentes.

Hasta ahora, la innovación en la automatización de almacenes ha llegado de la mano de grandes compañías que disponen de recursos para invertir en soluciones a medida en gigantescas instalaciones. Para estos pocos afortunados, cuyos recursos son casi ilimitados, el diseño y la implementación de un almacén completamente automatizado desde cero es un objetivo factible. Sin embargo, el coste de una solución como esta es prohibitivo para una buena parte del sector.

Pese a las numerosas soluciones robóticas disponibles, y aunque sigue mejorando, el sector logístico sigue desconociendo en general qué puede hacer la automatización por cada almacén. A esto se suma una tradicional aversión que impide a las empresas invertir en un futuro robótico. Aún se considera que la implementación de nuevas tecnologías en las operaciones existentes es costosa y exige mucho tiempo. La realidad es que el gasto de capital necesario para implementar una solución robótica es bastante más bajo que hace unos años.

El reto al que se enfrenta el sector de la robótica en almacenes es educar a las empresas logísticas para que comprendan que lo más práctico es implementar una solución robótica y que una inversión de este tipo se podría instalar perfectamente en su ecosistema ya existente por un pequeño coste. La pandemia de COVID-19, la explosión del comercio minorista online y la naturaleza interconectada de la moderna economía global ya están dando forma a los almacenes y el sector logístico. Las cadenas de suministro just-in-time o las crecientes expectativas de los consumidores, acostumbrados a recibir sus pedidos al día siguiente o incluso en el mismo día, ha dado como resultado unas enormes inversiones en redes logísticas durante los últimos años. Los grandes hubs logísticos regionales cada vez más grandes, cuya superficie suele oscilar entre 9.200 y 100.000 metros cuadrados, conectados a centros de distribución más pequeños y localizados en áreas urbanas son cada vez más habituales. Pero el número de trabajadores necesarios en esos centros es cada vez más escaso, como está ocurriendo en el Reino Unido, EE.UU. e incluso China.

The Agile Solution

Los avances en la robótica de los almacenes, junto con los crecientes costes laborales y las dificultades para encontrar trabajadores y el coste descendente de las soluciones robóticas, han creado un punto de inflexión para el sector logístico. Las empresas que no cuentan con la inversión del capital requerido para construir un almacén a medida desde cero pueden invertir en soluciones robóticas para mejorar sus operaciones y su eficiencia. De ahí que el sector en general, encabezado por empresas como Hai Robotics y LYL Warehousing, estén diseñando e implementando soluciones muy necesarias que se pueden integrar con rapidez en las operaciones existentes y pueden evolucionar para adaptarse a los cambiantes requisitos de sus clientes potenciales, basándose para ello en un diseño ágil.

A lo largo de los últimos años ha llegado al mercado una nueva clase de robots para almacenes que se han diseñado para potenciar las operaciones y colaborar con las personas. Desde los robots colaborativos o cobots, que trabajan junto a los empleados, hasta los robots móviles autónomos o los vehículos de guiado automático, la diversidad de soluciones tecnológicas que ofrece el mercado actual permite disponer de opciones precisas y rentables que se adaptan a todos los requisitos.

Estas soluciones ágiles permiten que los operadores de almacenes escojan la solución que funcione mejor dentro de sus operaciones ya existentes. Su objetivo se dirige más hacia los componentes de las operaciones que hacia una transformación de todo el sistema. Este enfoque significa que las empresas no invierten grandes sumas de dinero en un almacén totalmente automatizado, sino que despliegan unos pocos robots para automatizar un determinado proceso. Esto también puede descongestionar los cuellos de botella para quienes desean mejorar las eficiencias sin que se vean afectados los flujos de trabajo y sin realizar grandes inversiones de capital.

Recientemente hemos conocido nuevas alternativas para incrementar las inversiones de capital, por ejemplo, el Robot como Servicio (RaaS), un modelo basado en suscripción en el que los clientes pagan en función de su demanda de servicios de una solución robótica. Las empresas que utilizan este modelo de servicio suministran soluciones completas como servicios para operaciones, mantenimiento y gestión, además del sistema robótico para una productividad sostenible y escalable. A medida que crece la confianza en la automatización se pueden desplegar más soluciones robóticas que cubran cada vez más aspectos dentro de la actividad del almacén.

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Existe un gran número de empresas que actualmente aprovechan su capacidad de desplegar pequeñas flotas de robots para cubrir sus necesidades concretas a pequeña escala. A medida que se ha desarrollado el sector robótico, han descendido los costes y ha cambiado el tipo de empresa que invierte en soluciones robóticas. Así, en la actualidad se trata tanto de pymes como de grandes compañías.

En el caso de las pymes, el retorno de la inversión es y será una preocupación, puesto que no pueden permitirse grandes inversiones que den sus frutos dentro de cinco o seis años. Por tanto, el coste y la velocidad de despliegue serán claves para la expansión de este mercado.

Las grandes compañías también están ampliando sus flotas de robots para atender las exigencias del comercio electrónico. Para seguir siendo competitivos, los proveedores deben ofrecer un amplio stock, una flexible política de devolución y plazos cortos de entrega. Los robots pueden ayudarles a potenciar su rendimiento y sus capacidades, especialmente los que incorporen una sofisticada tecnología de inteligencia artificial.

¿Quién trabajará en el almacén del futuro?

Algunas ideas acerca del almacén del futuro vislumbran la práctica eliminación de la mano de obra en las operaciones del almacén, dando por hecho que la automatización anulará por completo la necesidad de supervisión humana. Esta no es la visión compartida por la mayoría del sector del almacenamiento y la automatización.

Mayoritariamente, quienes ya trabajan con automatización la ven como un asistente para las personas en lugar de un sustituto de ellas. La robótica ofrece una oportunidad de establecer un entorno más seguro y estimulante para los trabajadores del almacén y una brillante solución a los acuciantes problemas demográficos que afectan a las plantillas.

Varias crisis globales han dejado al descubierto vulnerabilidades en los mercados laborales internacionales durante la pasada década cuyo resultado ha sido la escasez de trabajadores en sectores clave como logística, sanidad, transporte y hostelería.

La salida de la UE por parte de Gran Bretaña y la interrupción de la libertad de movimientos de los ciudadanos de la UE hacia el Reino Unido han provocado que la economía sufra un fuerte aumento de empleos vacantes debido a la pérdida de trabajadores de la UE. La pandemia de COVID-19 también afectó al libre movimiento de las personas y obligó a los lugares de trabajo a lidiar con la ausencia de trabajadores a causa del confinamiento y la enfermedad. Esta presión sobre las plantillas coincidió con el continuo auge del comercio electrónico, ya que el aislamiento de los hogares confió en la entrega rápida de productos esenciales, que presionó al sector logístico. En países como EEUU, la dificultad de retener a los trabajadores se atribuyó a menudo a la calidad del propio trabajo, de ahí que un gran número de empleados renunciara en busca de empleos más satisfactorios y flexibles. Los sectores que se basan en el trabajo presencial, y no en el realizado desde casa, son los que más han sufrido esta escasez. Por ejemplo, la Cámara de Comercio de EEUU calculó que el sector del ocio y la hostelería ha sufrido la mayor tasa de renuncias desde julio de 2021, siempre por encima del 5,4%. El comercio mayorista y minorista no está muy lejos, con una tasa de abandono del 3,3% en junio de 2022. Los empresarios se ven sometidos a la presión de ofrecer mejores condiciones de trabajo y oportunidades de desarrollo profesional para atraer y retener a los trabajadores.

China se enfrenta a una escasez parecida de mano de obra, en parte debido a la creciente “brecha demográfica” provocada por una población que envejece, la baja tasa de natalidad y el bajo nivel de inmigración. El concreto, el envejecimiento de la población es una fuente de problemas para los trabajos que tradicionalmente han sido de carácter físico, como en los almacenes, ya que la capacidad de levantar cargas pesadas y de estar de pie durante largos períodos es importante. La tendencia de una población que envejece se está observando en varios países, como el Reino Unido, donde el 22% de la población tendrá más de 65 años dentro de 10 años. Esta tendencia es aún más acentuada en la región de Asia-Pacífico, donde unos 1.300 millones de personas, el triple que en la actualidad, tendrá más de 60 años en 2050. Los empresarios han aprendido que no pueden confiar en la disponibilidad de trabajadores jóvenes que asumen estos puestos físicamente exigentes, por lo que deberían plantearse cómo facilitar que los trabajadores más mayores puedan asumir estos trabajos. Quienes sufren discapacidades y problemas de salud que limitan su capacidad de trabajo manual también deberían tener su puesto y disponer de iguales oportunidades que los demás. Esto será beneficioso para la sociedad en su conjunto y añadirá talento a los almacenes.

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La solución robótica

El mayor grado de integración de la automatización y la robótica en las operaciones de los almacenes ofrece una solución a todas estas presiones. Gracias a la capacidad de los robots de recoger y clasificar los productos en el almacén, la escasez de mano de obra joven y cualificada se sentirá de manera menos aguda. Serán capaces de desempeñar puestos más exigentes desde un punto de vista ergonómico que los trabajadores de más edad, permitiendo así que las empresas aprovechen mejor a los trabajadores en otras tareas clave. Confiar en los robots para tareas que requieren un trabajo intensivo también garantizará que los accidentes laborales sean menos habituales, especialmente cuando se trata de tareas repetitivas que a menudo provocan sobrecargas. Este paso es vital para que los empresarios protejan y atraigan a trabajadores de diversos perfiles.

Los robots también asumirán los puestos más peligrosos e incómodos para los trabajadores en los almacenes, como la recogida de objetos pesados de las estanterías. Esto ayudará a disminuir la cantidad de “trabajo duro” en los almacenes, que se convertirán en lugares de trabajo más atractivos para los trabajadores.

Relación entre personas y robots

Lejos de verse sustituida por completo, la mano de obra humana será vital para el buen funcionamiento de los almacenes automatizados a largo plazo. No obstante, el papel que desempeñarán las personas cambiará sin duda a medida que se expanda la automatización. La supervisión humana de las operaciones será más técnica y basada en el trabajo mentalmente más estimulante de discernir y solucionar problemas en los procesos de los almacenes. Esto exigirá que los trabajadores dispongan de habilidades para llevar a cabo el análisis de datos, utilizar sistemas de software y reparar robots cuando se averían. Los sistemas de automatización instalados en los almacenes son cada vez más complejos y avanzados, por lo que requieren responsables de proyectos, ingenieros de proyectos, ingenieros de software e ingenieros de control para que todo funcione correctamente.

La capacidad humana de evaluar una situación será primordial. Las personas deberían centrarse en añadir el máximo valor posible a sus habilidades una vez que dejen de asumir las tareas más laboriosas y tediosas. Los sistemas autónomos pueden ser de ayuda en este sentido, complementando y mejorando las habilidades de las personas con el fin de optimizar los resultados.

Estas habilidades no son asumidas de forma sencilla por los robots y deben ser proporcionadas por los trabajadores, pero habrá que prestar atención para garantizar que la plantilla existente pueda adaptar sus conocimientos cuando sea necesario. El sector debería cooperar para facilitar la transición a las plantillas y animar a los jóvenes a formarse en ingeniería y que se planteen desarrollar su carrera profesional en la logística.

En la práctica, trabajar con robots es mucho más sencillo y menos exigente de lo que suele pensarse. Los robots no hablan, pero lo dejan todo muy claro y son los colaboradores más fiables de los humanos. Con la ayuda de los robots, el trabajo en el almacén ya no es solo para los más jóvenes porque los trabajadores no han de caminar kilómetros ni subir y bajar escaleras para recoger los productos y transportar peso.

Un lugar de trabajo seguro y estimulante

El almacén del futuro no será totalmente “oscuro” sino que siempre habrá sitio para las personas. La incorporación de soluciones automatizadas transformará el almacén de un lugar de trabajo peligroso y agotador a un entorno seguro y estimulante en el que los trabajadores desarrollarán su actividad junto a los robots. Los retos demográficos han llevado al sector a sus límites, pero los avances en la robótica ofrecen una oportunidad no solo para llenar los huecos, sino para convertir los almacenes en lugares más seguros para trabajadores de distintos perfiles.

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Primeros pasos para la automatización de un almacén

Los almacenes se han visto sometidos a una transformación ante el avance de la era de la automatización. La nueva tecnología avanzada ha potenciado la capacidad de las empresas de proporcionar a sus clientes un amplio stock, entrega rápida y un procesamiento eficiente de las devoluciones. La inteligencia artificial está aumentando el grado de sofisticación de los sistemas de software, mejorando así la eficiencia de los procesos en el almacén. La robótica también ha permitido que el sector aborde varias amenazas serias sobre sus cadenas de suministro ofreciendo soporte a unos almacenes faltos de personal, todo ello garantizando un uso eficiente del espacio y la energía.

El aprovechamiento de estas ventajas en sus almacenes se basa en la inversión en tecnologías avanzadas.

Para las empresas que se planteen la implementación de soluciones de almacenamiento y clasificación automática en sus operaciones, se puede empezar por varios puntos:

  • Autoinspecciones para saber en qué operaciones será más útil la robótica es un excelente primer paso hacia la construcción del almacén del futuro.
  • Evaluar la contratación de recursos humanos a largo plazo puede ser de ayudar para identificar futuros cambios en las plantillas, como el apoyo a los trabajadores de más edad y amortiguar el efecto de la escasez de personal.
  • Desarrollar un modelo de desarrollo sostenible, prestando especial atención a la eficiencia energética, también puede ayudar a determinar dónde pueden ayudar las soluciones robóticas a reducir la huella medioambiental del almacén.

El almacén del futuro no estará diseñado para albergar robots, sino que los robots estarán diseñados para integrarse en las operaciones existentes.

La ventaja de este tipo de soluciones ágiles es que son escalables y modulares, por lo que no es necesario gastar grandes cantidades de dinero de entrada. Se puede disponer de unos pocos robots para automatizar un proceso en el almacén y a partir de ahí añadir más si la solución funciona.

Las empresas de comercio electrónico disponen de más stock y ofrecen más opciones a los consumidores, lo cual incrementa la complejidad de sus actividades. La recogida y el embalaje de los productos para enviarlos al domicilio del consumidor exigen más espacio que prepararlos para su envío a una tienda. La actividad de devolución también requiere mucho espacio.
Hay un problema con la contratación de trabajadores en almacenes porque tradicionalmente ha sido un trabajo duro. Es un factor que afecta a los potenciales empleados.
La robótica puede lograr que trabajar en un almacén sea más interesante y seguro, así como menos aburrido y agotador para las personas.

Empresas o entidades relacionadas

Hai Robotics
LYL Ingeniería, S.L.

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