Matemáticas para calcular el flujo de vehículos de mercancías en las ciudades
10 de diciembre de 2010
Ya se había usado para estimar el flujo de vehículos privados en una ciudad pero es la primera vez que se utiliza este modelo matemático —en combinación con el simulador comercial Emme/2, que lleva a cabo asignaciones de equilibrio (es decir, cálculos de flujos de tráfico) utilizando una red urbana dividida en zonas y una matriz origen-destino (O-D)— para calcular la mayor o menor circulación de los vehículos de mercancías. Lo han hecho investigadores de la Universidad de Sevilla con la ayuda del Plan Nacional de I+D y han publicado recientemente su aplicación en la revista Computers and Industrial Engineering.
El objetivo, “incluir las estimaciones de la circulación de mercancías obtenidas en los simuladores de tráfico de las poblaciones y así ayudar a los ayuntamientos a mejorar la circulación general de la ciudad”, explica Jesús Muñuzuri, uno de los responsables del proyecto. “Lo novedoso es la aplicación del modelo matemático y, de momento, lo hemos hecho con éxito en hora punta de tráfico en Sevilla (9-10 de la mañana en día laborable); hemos cotejado los datos de la estimación con el flujo real y se obtienen valores razonablemente cercanos, que pueden utilizarse para posteriores calibraciones del modelo. Pero también ha sido interesante la forma de obtener los datos que incorporar al cálculo —asegura—. Además de las estadísticas oficiales sobre densidad de población, número de comercios, ubicación, número de camiones y furgonetas con licencia de transporte (5.823 en Sevilla, en datos de 2008) y otros detalles, hemos llevado a cabo encuestas dirigidas a los comerciantes (es la primera vez que se hace), en vez de a los transportistas, como en otros casos, que se ven obligados a dar mucha menos información”.
La ventaja de este modelo es, entre otras, “la sencillez, otros necesitan de muchos más datos” (...). “La idea es dar una representación válida de la realidad en una localidad concreta”, argumenta. El siguiente paso será aplicar el modelo al día completo, corroborar que funciona, “y luego jugar con los resultados planteándose preguntas como ¿qué pasaría si restringiera el acceso por un sitio o por otro? ¿Y si monto un centro de descarga de mercancías nuevo?", añade. Una vez el modelo esté afinado, "queremos realizar comparaciones con otras ciudades europeas”, explica Muñuzuri.
La ayuda a mejorar las políticas de tráfico en la ciudad es una de sus utilidades. No obstante, también puede tener una vertiente medioambiental que ya han testado estos investigadores, ya que serviría “para calcular la huella ecológica de este tipo de transporte en la localidad en cuestión, para poder plantear alternativas de reducción de la misma”.