"El mercado demanda servicios de transporte a temperatura controlada que ofrezcan confianza en la integridad y calidad de los productos transportados"
Entrevista a María Matamoros, departamento de Calidad de Soapa Europa
El transporte a temperatura controlada tiene una serie de particularidades que lo hacen especial y, por ello, debe cumplir con ciertos requerimientos. Independientemente de lo que se transporte (alimentos, medicamentos, etc.), el factor más importante es el control de la temperatura puesto que garantiza mantener cualquier producto en buenas condiciones durante todo el proceso logístico. Hemos hablado con María Matamoros, departamento de Calidad de Soapa Europa.
María Matamoros, departamento de Calidad de Soapa Europa.
¿Cuáles son las particularidades del transporte a temperatura controlada y la logística del frío?
En este sentido, los alimentos perecederos, los artículos farmacéuticos y los productos químicos sensibles al calor, entre otros, requieren de cuatro características que definen y dan sentido a la complejidad de esta actividad.
Aunque evidente, la primera particularidad es que, a diferencia de la distribución general, el transporte a temperatura controlada requiere, valga la redundancia, de un control preciso de la temperatura. Es fundamental mantenerla constante y controlada durante todo el proceso logístico para preservar la calidad y la seguridad de los productos.
Atendiendo a la naturaleza de los mismos, es necesario cumplir con las regulaciones y normativas locales e internacionales para garantizar su integridad y, con ella, la seguridad de los consumidores. Para ello, se deben utilizar sistemas de monitorización y registro de datos que supervisan la temperatura en tiempo real y aseguran que se mantenga dentro de los rangos adecuados.
Finalmente, aunque no por ello menos importante, resulta imprescindible contar con la infraestructura adecuada. Se requieren vehículos y almacenes equipados con sistemas de refrigeración o congelación que puedan mantener las temperaturas deseadas durante todo el trayecto.
Desde su compañía, ¿qué ofrecen para hacer frente a las necesidades de un servicio tan ‘especial’?
Para ello, contamos con una flota de vehículos equipados con sistemas de refrigeración avanzados que permiten el control preciso de la temperatura durante todo el viaje. También disponemos de instalaciones de almacenamiento con temperatura controlada, lo que garantiza la conservación óptima de los productos antes de su transporte. Todas estas infraestructuras cuentan con un equipo formado y con la experiencia necesaria para manejar de forma segura y eficiente los productos sensibles a la temperatura.
Así mismo, respondiendo a las necesidades del sector, utilizamos sistemas de monitorización en tiempo real para supervisar la temperatura y generar alertas en caso de desviaciones, lo que nos permite tomar acciones correctivas de manera inmediata. Esto nos permite aseguramos de cumplir con todas las regulaciones y estándares requeridos para el transporte y almacenamiento de productos a temperatura controlada.
¿A qué retos se enfrenta este tipo de logística? ¿Qué pide el mercado?
Entre los principales desafíos, podemos destacar el mantenimiento de la integridad de los productos, la optimización de la eficiencia, el cumplimiento de los plazos y la gestión de contingencias. Y es que no solo es fundamental que los productos se mantengan en las condiciones óptimas, también lo es que haya una adecuada coordinación entre los actores logísticos, que existan protocolos de respuesta ante posibles fallos en la cadena de frío y que se tengan en cuenta los tiempos acordados.
Frente a todo ello, el mercado demanda servicios de transporte a temperatura controlada que, a través de un riguroso cumplimiento de las regulaciones y estándares de seguridad, ofrezcan confianza en la integridad y calidad de los productos transportados. La flexibilidad, la trazabilidad y la optimización operativa y económica, sin comprometer la calidad del servicio, marcan desde ya el camino a seguir del transporte a temperatura controlada.
