El sector de la paquetería ha evolucionado al alza durante los últimos años, por el hecho de estar muy ligado a las compras por Internet

Tradicionalmente, el sector de la paquetería ha estado asociado a las compras y ventas de mercancías de las empresas que, por el hecho de no disponer de flota propia de vehículos para la recogida o el reparto, encargan el transporte a un operador especializado.

En el marco del sector de la paquetería, hay diversos segmentos de actividad: la entrega de mensajería y pequeña paquetería que, generalmente, llevan a cabo operadores nacionales o globales; los operadores de servicios postales; las empresas de paquetería empresarial, que pueden ofrecer servicios locales, nacionales o internacionales; y los operadores de paquetería industrial, con cargas de mayor volumen, también con servicios de ámbito nacional e internacional.

Si se trata de servicios de paquetería nacional, el modo de transporte más utilizado es el camión. Y si se trata de un transporte internacional, se utiliza generalmente una combinación de camión-avión-camión. Es en este segmento donde entran en juego operadores globales como DHL, Fedex o UPS, por ejemplo, aunque otros operadores nacionales, como MRW, Seur, Nacex o Tipsa, también gestionan servicios internacionales que requieren trasporte aéreo.

Por otro lado, a medida que las compras y ventas por Internet, tanto de empresas como de particulares, han ido creciendo, el segmento de transporte de paquetería se ha adaptado y dimensionado para poder ofrecer servicios acordes al incremento de la demanda.

En términos generales, todos los operadores de paquetería han desarrollado servicios de e-commerce, así como de transporte nacional, internacional, mensajería, transporte urgente u otros servicios logísticos como, por ejemplo, el embalaje.

Con datos de la Comisión Nacional de los Valores y la Competencia (CNMC), que analiza las transacciones comerciales entre sitios web de comercio electrónico españoles, en 2020 el comercio electrónico superó en España los 51.600 millones de euros, un 5,8% más que el año anterior (48.800 millones de euros).

Otros informes de actividad apuntan que el comercio electrónico entre empresas y particulares (B2C) se valoró en 2020 en unos 58.750 millones de euros, un 16,6% más que en el año anterior.

En 2021, aunque los datos de la CNMC son sólo del primer trimestre, el aumento continuó siendo evidente, dado que el comercio electrónico superó los 12.400 millones de euros, casi un 2% más que en el mismo trimestre del año anterior. De esta forma, la estimación para el cierre de 2021 se situó en torno a los 67.000 millones de euros, un 14% más respecto al año anterior.

El sector de la paquetería ha evolucionado al alza durante los últimos años, por el hecho de estar muy ligado a las compras por Internet, constatando este sector de actividad crecimientos sostenidos que, a raíz de la irrupción de la pandemia, han experimentado aumentos superiores.

Actualmente, el comercio electrónico, tanto si se trata de operaciones C2C (Consumer to Consumer), B2C (Business to Consumer) o B2B (Business to Business), está creciendo de forma sostenida en todo el mundo.

Según datos de Statista, las ventas de comercio electrónico a nivel mundial se han multiplicado por diez en los últimos años y han pasado de los 1.336 mil millones de dólares en 2014, a los 4.878 mil millones de dólares en 2021.

Este crecimiento se ha visto impulsado por el hecho de que empresas y particulares han aumentado las compras a través de Internet por las restricciones sanitarias y de movilidad que se han implantado debido a la pandemia del Covid-19

Además, el e-commerce se ha incrementado porque los negocios necesitan crecer y una herramienta que se utiliza para conseguirlo es la venta de bienes y productos a través de las grandes plataformas de comercio electrónico.

De todas formas, no todo puede venderse por Internet y existen una serie de artículos prohibidos y restringidos que no pueden enviarse a través de servicios de paquetería.

Los productos que están prohibidos en paquetería son: mercancías peligrosas (productos químicos, inflamables o tóxicos, armas y municiones, artículos de pirotecnia), tabaco, drogas, alimentos perecederos, animales vivos, pieles y partes de animales, oro y piedras preciosas, entre otros.

Los productos restringidos o que se recomienda no enviar por servicios de paquetería son: alcohol, aceite de oliva, perfumes, comida no perecedera, flores y plantas, semillas, medicamentos, relojes, entre otros.

Según el Observatorio Sectorial DBK de Informa, la prestación de servicios de mensajería y paquetería generó en 2018 un volumen de negocio de 7.100 millones de euros, tras registrar un aumento del 5,2%, casi un punto superior al del año anterior.

En 2019 el mercado nacional de mensajería y paquetería alcanzó los 7.450 millones de euros, un 5% más que en 2018, mientras que en 2020, también según datos de la misma consultora, este mercado registró un incremento del 4%, evolución que permitió alcanzar los 7.750 millones de euros.

El mercado de paquetería empresarial creció un 9,8%, hasta los 5.140 millones de euros, mientras que la demanda de paquetería industrial, con 2.610 millones de euros, decreció un 5,8% debido al desfavorable comportamiento de la actividad en algunas de las principales ramas industriales que se sumó al sensible decrecimiento del comercio internacional de mercancías por la pandemia.

Por lo que respecta al ámbito geográfico, los ingresos generados por los servicios de transporte internacional, con 1.940 millones de euros, cayeron un 3%, aunque los servicios de transporte interior aumentaron un 6,6% y alcanzaron los 5.810 millones de euros.

Durante los últimos años, el número de pequeñas empresas prestatarias de servicio de paquetería se ha visto incrementado, pero ello no ha impedido que se mantenga la tendencia a la concentración de la oferta, observándose un notable peso específico de los principales grupos, muchos de ellos de titularidad extranjera.

Es así como que, en 2020, los cinco primeros operadores concentraron el 39% del volumen de negocio sectorial, en tanto que los diez primeros obtuvieron una cuota de mercado conjunta del 58%.

Es evidente que las compras por Internet tiran de la paquetería tradicional porque según el Panel de Hogares CNMC sobre Comercio electrónico, paquetería y correo postal, el porcentaje de individuos que realizó al menos una compra online durante el segundo semestre del 2018 fue del 44%, un 15% superior al dato de 2015.

Asimismo, y también según la CNMC, la mitad de los internautas (49,5%) realizó alguna compra a través de internet entre junio y diciembre de 2020, y más del 95% de ellos recibieron un paquete asociado a dichas compras online. La CNMC destaca que la paquetería sigue creciendo gracias al comercio electrónico y se ha convertido en un pilar del sector postal. Además, la situación de mercado durante el estado de alarma provocado por la pandemia del Covid-19 explica que, a la hora de comprar online, la mayoría de los clientes escoge recibir el paquete en su domicilio particular (93%) en detrimento de otras opciones.

Por lo que respecta a los operadores, los cuatro grandes operadores de paquetería en España (Correos, Seur, MRW y DHL) están perdiendo cuota de mercado en los envíos de comercio electrónico ante el resto de las compañías, que han ganado 4,5 puntos porcentuales de cuota entre 2018 y 2020 en los envíos de e-commerce.

Por lo que respecta a las preferencias para recibir los paquetes de las compras online, el domicilio particular es la modalidad que predomina, con un 86%, seguida por la recepción en el lugar de trabajo, con un 18%. En mucho menor porcentaje, opciones como, por ejemplo, en tiendas del vendedor, en la oficina de mensajería o en buzones instalados por el mismo operador postal.

En cuanto a las preferencias de recepción de los paquetes que los portales de venta online ofrecen a los usuarios, aunque solo el 19% de los individuos pudieron seleccionar la compañía con la que recibirían el paquete, alrededor del 44% pudieron elegir el plazo de entrega y el coste de envío, y un 25% el horario de recepción.

Respecto a las opciones disponibles para el comprador en la recepción de paquetes, aparece en primer como preferencias los plazos de entrega (45,2%), seguido de los costes del envío (43,1%), el horario de entrega (24,5%) y, en cuarto lugar, la empresa de mensajería que entrega el envío (19,2%)

En relación con la distribución de la paquetería por operador asociada a las compras online, el operador que tuvo mayor peso fue Correos, incluida su marca Correos Express, que acumuló un 43,6%, seguido de Seur (15,7%), MRW (11,2%), DHL (6,2%) y el resto, un 8,4%.

Buena parte de las empresas que operan en el sector de la paquetería dedicada al comercio electrónico también ofrecen otros servicios de carácter logístico, como el almacenamiento, el transporte o la distribución.

Estos operadores, según el Observatorio Sectorial DBK de Informa, la facturación derivada de la prestación de estos servicios vinculados a operaciones de venta online se situó en 2.850 millones de euros en 2021, cifra que supone un 28,9% más que en 2019 (1.900 millones de euros) y un 16,3% respecto a 2020 (2.450 millones de euros).

Además, se observa que sigue aumentando notablemente el número de empresas logísticas y de transporte dedicadas a prestar servicios para operaciones de comercio electrónico.

A pesar de la entrada de numerosos nuevos competidores, sigue apreciándose un alto grado de concentración de la oferta. Los cinco primeros operadores concentraron en 2021 el 47% del mercado, mientras que la participación conjunta de los diez primeros supone el 61% del total.

Por lo que respecta a la evolución de la facturación derivada de la prestación de servicios de logística para el comercio electrónico, se prevé que en 2022 crezca un 12,3% respecto a 2021 y que en 2023 aumente un 9,3% respecto a 2022, alcanzando un nivel de unos 3.500 millones de euros.

Para dar respuesta al crecimiento de la demanda de servicios de paquetería, tanto empresarial como industrial y, también, a nivel nacional e internacional, los operadores están implementando una serie de utilidades y prestaciones para acomodar mejor su oferta de servicios a las peculiaridades y exigencias de los clientes, sean estos empresas o particulares.

De esta forma, los operadores están desarrollando servicios de entrega ultrarrápida y de la logística inversa, así como servicios muy específicos y especializados para sectores de actividad como el farmacéutico o la alimentación, que requieren servicios de transporte a temperatura controlada.

Por lo que respecta a la entrega al cliente en operaciones de e-commerce, se están mejorando los servicios de última milla y se están desarrollando redes de puntos de entrega o taquillas automáticas que permitan facilitar el acceso a los destinatarios y flexibilizar las recogidas, así como reducir los costes y el impacto medioambiental.

Asimismo, ante el previsible crecimiento del mercado y la demanda, los operadores están ampliando las rutas de transporte y sus redes de plataformas y almacenes, especialmente de los hubs en entornos urbanos.

Otras mejoras sustanciales que ya se están implementando en el sector de la paquetería las encontramos en la innovación y en la sostenibilidad.

Los operadores han desarrollado plataformas tecnológicas que permiten al cliente hacer un seguimiento del estado de su envío y la trazabilidad de este en tiempo real. Además, la digitalización está entrando con fuerza y muchos operadores ya trabajan con IoT, Big Data o Inteligencia Artificial para tener una mejor previsión de la demanda y adelantarse a lo que el mercado pueda necesitar, además de planificar y optimizar las rutas de reparto para que sean más ágiles y eficientes.

En cuanto a sostenibilidad, los operadores están invirtiendo en la descarbonización de su actividad, utilizando vehículos eléctricos o camiones que utilizan combustibles menos contaminantes.

De todas formas, aún estas buenas perspectivas para el sector de la paquetería existen elementos que ralentizarán su crecimiento a corto plazo, como, por ejemplo, el deterioro económico derivado de la crisis en Ucrania y los fuertes incrementos de los costes de los carburantes, la energía y los aprovisionamientos. Estas circunstancias limitarán el incremento de la actividad y generarán una menor rentabilidad para las empresas dedicadas a la paquetería.