El transporte internacional refrigerado está experimentando un crecimiento relevante porque cualquier producto puede ser comprado o vendido en cualquier parte del mundo
Las particularidades del transporte con temperatura controlada
Los productos perecederos, sea cual sea su naturaleza, pueden transportarse por vía marítima, terrestre o aérea. En cada una de estas modalidades es totalmente necesario que se mantengan las condiciones, no únicamente de temperatura, sino también de humedad y de luz de una forma precisa para que conserven todas sus propiedades y lleguen al mercado con total garantía sanitaria e higiénica.
Actualmente son muchos los productos que requieren ser transportados con temperatura controlada; industrias como la alimentaria, la cosmética, la química, la farmacéutica o la agrícola producen alimentos frescos y congelados de origen animal o vegetal, flores y plantas, productos químicos y farmacéuticos, que no pueden perder sus propiedades desde que salen o se producen en su origen hasta que llegan a su destino final.
Se transporten en camión, barco, tren o avión, es necesario contar con los vehículos, los equipamientos y los medios adecuados para garantizar que se mantiene la temperatura que cada una de estas mercancías requiere.
Vinculadas al transporte con temperatura controlada existen otras actividades también importantes, como la manipulación previa y posterior al transporte de las mercancías, el embalaje, el almacenamiento y la distribución.
Transporte de productos perecederos, ante todo seguridad
El transporte internacional refrigerado está experimentando un crecimiento relevante porque cualquier producto puede ser comprado o vendido en cualquier parte del mundo. Hay países que, por sus características geográficas o climatológicas, no pueden producir determinados productos, como por ejemplo frutas tropicales. También puede darse el caso de que la demanda de un determinado producto en un país supere su capacidad de producción o que comprar ese producto en otro país salga más económico que producirlo en territorio propio.
Los productos perecederos pueden ser frescos, congelados refrigerados, procesados, deshidratados o, incluso, vivos, y cada uno de ellos exigen un ratio de temperatura en su transporte.
En términos generales, los productos refrigerados deben transportarse a temperaturas que oscilan entre los 0º y los 8º, en función de sus características concretas; mientras que los productos congelados tienen una temperatura de transporte de entre -12 °C y -20 °C.
Actualmente, a nivel mundial, se transporta carne, pescado y marisco, frutas, hortalizas, jugos y zumos, productos lácteos (leche, queso, mantequilla), flores, alimentos procesados, así como otros productos de la industria farmacéutica que, como las vacunas o los medicamentos, también son de consumo humano.
Es esencial que, desde su producción hasta su destino final, pasando por toda la cadena logística, los productos viajen en las condiciones correctas para mantener la seguridad alimentaria. Esta cadena de frío debe ser trazable, disponiendo de información constante sobre la temperatura a la que está sometido el producto.
Por esta razón, todas estas actividades están reguladas en el denominado Convenio ATP (Agreement on the International Carriage of Perishable Foodstuffs and on the Special Equipment to be used for such Carriage o Acuerdo sobre transportes internacionales de mercancías perecederas y sobre vehículos especiales utilizados en este transporte), firmado en Ginebra en 1970.
El objetivo de este convenio es el de garantizar que los alimentos lleguen al consumidor final en condiciones higiénicas adecuadas y, por ello, establece cómo deben transportarse los productos perecederos, determina las características que deben tener los vehículos especiales que los transportan y establece los procedimientos de control necesarios para asegurar su cumplimiento.
Los países adheridos al convenio ATP, más de 50, han ido actualizando esta normativa y han trasladado este acuerdo a su legislación. En el caso de España, se desarrolló el Real Decreto 1202/2005, sobre el transporte de mercancías perecederas y los vehículos especiales utilizados en estos transportes.
La elección del modo de transporte terrestre, marítimo o aéreo se realiza según las necesidades del cliente o del mercado y en función de la distancia a recorrer, el tipo de producto y la cantidad de mercancía que hay que transportar.
El modo terrestre por carretera o ferrocarril se utiliza cuando las distancias no son muy largas, mientras que el modo aéreo está más indicado para aquellos productos perecederos que tienen una rápida caducidad o que tienen que llegar al destino o mercado con rapidez. El modo marítimo se acostumbra a utilizar para grandes volúmenes de mercancía o para productos que no son urgentes y que pueden viajar congelados dado que tienen una fecha de caducidad larga.
Temperatura controlada en la carretera
El transporte en camión de mercancía perecedera implica que el vehículo debe estar equipado con un sistema de refrigeración o congelación y, además, tiene que estar identificado con una placa ATP y con una marca que especifique las particularidades del transporte.
Existen diferentes tipos de vehículos para el transporte con temperatura controlada:
- Isotermo: dispone de paredes, techo, puertas y suelo aislantes para reducir la filtración de temperatura entre el interior y el exterior del vehículo.
- Refrigerado: dispone de una fuente de frío que permite que la temperatura en su interior pueda bajar, llegando hasta los –20 °C.
- Calorífico: dispone de una fuente de calor que permite mantener la temperatura constante y que ésta no baje de los 12 °C.
- Frigorífico: está equipado con un dispositivo de producción de frío que permite bajar la temperatura hasta dejarla constante en un intervalo de entre -12 °C y -20 °C.
En cuanto a los contenedores, pueden ser de diferentes tipos en función de su sistema de refrigeración. Por ejemplo, de hielo seco o de nieve carbónica, aunque los más utilizados son los contenedores reefer, que viajan sobre plataformas enganchadas a una tractora. Estos contenedores llevan equipos de refrigeración, que se conectan a una toma eléctrica cuando están en tierra, y que mantienen la temperatura necesaria mientras dura el transporte, estando especialmente indicados para realizar largas distancias y grandes volúmenes.
Transporte marítimo de perecederos al alza
En el transporte marítimo a temperatura controlada se utilizan los contenedores reefer que van equipados con un motor refrigerador que mantiene la temperatura en el interior, con una tolerancia de +/- 2 °C y dentro del rango de -25 °C a +25 °C. Se utilizan para transportar frutas, verduras, lácteos, carnes, chocolate, vino, productos farmacéuticos, productos químicos, etc.
En función del tipo de producto que se transporta, también pueden utilizarse contenedores marítimos ventilados, dotados con aislante térmico y motores que facilitan una alta ventilación, y que se utilizan para transportar productos como patatas, cebollas, ajos secos, etc.
También está los contenedores de atmósfera controlada que van equipados con un motor que permite mantener una presión atmosférica fija y un grado determinado de humedad para, por ejemplo, controlar el proceso de maduración de la fruta cuando se transporta.
Otro contenedor marítimo es el super refrigerantes, con potentes motores que permiten mantener la mercancía bajo cero, incluso llegar los -60 grados, utilizándose bastante para el transporte de pescado congelado y algunos productos farmacéuticos.
Si bien el contenedor reefer viene equipado con un motor, cuando estas unidades están a bordo del buque portacontenedor van conectadas a una toma de energía y, una vez descargadas en la terminal portuaria, también se enganchan a una toma eléctrica
Según el informe Reefer Shipping Annual Review and Forecast 2020/21 de la consultora Drewry, a pesar de la crisis económica causada por el Covid, el trasporte marítimo de mercancía refrigerada ha aguantado bien este embate y ya en 2019 el volumen de carga que transportó la flota mundial de portacontenedores aumentó un 3,4%, alcanzando los 5,3 millones de TEU.
Este aumento será progresivo y, según la misma consultora, en 2024 el transporte marítimo de contenedores reefer alcanzará los 156 millones de toneladas, lo que representa una expansión del 3,7%.
Trasporte aéreo, el más veloz
Por lo que respecta al transporte internacional refrigerado por aire, la mayoría de las compañías aéreas disponen de contenedores con sistemas de refrigeración que permiten transportar mercancías perecederas desde los –23 °C hasta los +10 °C.
En estos contenedores generalmente viajan productos farmacéuticos y de biotecnología, pescado y carne fresca o congelada, frutas y hortalizas, productos lácteos, plasma sanguíneo, flores, resinas químicas y adhesivos o, incluso, obras de arte. Además, estas unidades de transporte aéreo aseguran el control de la temperatura hasta unas 48 horas.
Transporte de productos farmacéuticos, una especialidad muy controlada
Los productos farmacéuticos van desde los medicamentos y todas sus tipologías, los productos sanitarios y el instrumental médico y quirúrgico, hasta los productos de cosmética y perfumería, las materias primas, los materiales biotecnológicos o los biofármacos.
Para cada uno de ellos hay que atender una especificaciones logísticas concretas, especialmente para los productos que requieren condiciones de temperatura controlada desde la fase de producción o elaboración hasta el momento de su consumo.
Por esta razón, en la Unión Europea este tipo de transporte está regulado y vigilado y la mayoría de los operadores de transporte con temperatura controlada cumplen con las directrices europeas de Buenas Prácticas de Distribución, GDP (Good Distribution Practices), que lo que pretenden es garantizar la calidad y la integridad de los medicamentos a través de un control adecuado en su transporte y distribución.
Por lo que respecta al transporte de medicamentos que requieren control de temperatura, como las vacunas, los preparados biológicos y los materiales relacionados con los trasplantes, la reproducción y los análisis clínicos, las temperaturas más habituales para su correcta conservación son:
- Temperatura ambiente, unos 20 grados centígrados, para sustancias que necesitan una ligera refrigeración
- Entre 2 y 8 grados centígrados para los medicamentos que requieren refrigeración
- Unos –20 grados centígrados para los productos congelados
- Unos –70 grados centígrados para productos como la nieve carbónica
- Unos –190 grados centígrados para materiales como el nitrógeno líquido
La banda de temperatura más utilizada en el transporte de medicamentos es la de refrigeración, es decir, entre 2 y 8 grados centígrados. Asimismo, la gran mayoría de fármacos solo requieren temperaturas ambientes y humedades habituales de las instalaciones de climatización entre 20 y 23 grados centígrados, aunque no pueden superarse los 30 grados centígrados.
Los productos farmacéuticos en el modo aéreo
Según datos facilitados por Farmaindustria y Pharmatech, organizaciones que agrupan a la industria farmacéutica, en España existen 212 compañías farmacéuticas, nacionales y multinacionales, que suman un valor de producción anual superior a los 15.200 millones de euros. De esta cantidad, más de 10.600 millones de euros son en concepto de exportación.
Cabe destacar que, del total español, Cataluña concentra el 48% de las exportaciones españolas de productos pharma por vía aérea, y que un elevado porcentaje de éstos sale hacia terceros países.
Dado que la temperatura especifica debe mantenerse y documentarse a lo largo de toda la cadena de transporte, tanto en los puntos de transbordo como en las operaciones en tierra en aeropuertos, los medicamentos se transportan por vía aérea en contenedores refrigerados y se utilizan vehículos con temperatura controlada en las plataformas.
Para ayudar a las compañías aéreas y de handling y a los operadores logísticos a cumplir con la normativa y los estándares internacionales, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, IATA, creó la certificación CEIV Pharma, Center of Excellence for Independent Validators on Pharmaceutical Handling (Centro de Excelencia para Validadores Independientes en Logística Farmacéutica)–, un estándar que abarca toda la cadena de transporte aéreo de mercancías, incluyendo los puntos de transbordo en almacenes o áreas de estacionamiento.
CEIV Pharma, puesto en marcha en 2015, tiene como objetivo validar a las empresas que conforman la cadena logística, acreditándolas internacionalmente para la manipulación, gestión y envío de medicamentos de uso humano según los estándares mundiales de distribución farmacéutica.
Almacenamiento de productos con temperatura controlada, también al alza
Según ‘Observatorio del Almacenamiento en Frio ALDEFE’ de la Asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logística y Distribución de España la ocupación media de los almacenes de productos congelados en España durante el tercer trimestre de 2021 fue del 80,99%, cifra muy similar a la del segundo trimestre (80,78%).
Por regiones, la Comunidad Valenciana encabezó el ranquin con el 89,6%, mientras que Canarias es la que presentó los menores valores de ocupación con el 70%. Ligeramente por debajo de la media se situaron la región Centro con el 78,2%, Cataluña y Asturias y Galicia con el 78,5%, y la región Sur con el 79,7%; y por encima de la media también se situó la zona Norte con un 82,2%.
La extrapolación al total del sector de la información recogida por ALDEFE permite estimar la facturación del sector del almacenamiento de en frío durante el tercer trimestre de 2021 en algo más de 56 millones de euros, un cifra superior en un 0,96% a la alcanzada en el segundo trimestre del 2021(55,5 millones de euros).
En cuanto a las categorías de productos almacenados en frío, lideraron el ranking los pescados con el 19,59%, seguidos por las carnes con el 18,56% y los elaborados también con un 18,56%. A continuación, aparece el grupo de las verduras con el 16,49% y en quinto lugar el segmento de pan y varios con el 14,43%. Cierran la clasificación los lácteos con el 9,28% y los productos farmacéuticos con el 3,09%.
España, país exportador de productos perecederos
De acuerdo con los datos de comercio exterior ofrecidos por DataComex, el servicio estadístico de comercio exterior del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en 2020 España mantuvo su voluntad exportadora de su sector agroalimentario, registrando un superávit de cerca de 18.000 millones de euros y una ratio de cobertura de 150,9%. Este superávit fue el mayor valor registrado desde el año 2003, a pesar de la crisis económica y de acontecimientos como el Brexit, la pandemia o la aplicación de medidas arancelarias por Estados Unidos.
Po otro lado, según la Federación española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), en 2021, la industria de alimentos y bebidas española alcanzó los 129.854 millones de euros, aportando el 2% del PIB español y contando con 30.573 empresas a nivel nacional.
Del total del valor de la producción, las exportaciones también experimentaron un importante crecimiento, llegando a los 35.038 millones de euros – de enero a noviembre– y registrando un incremento superior al 12% respecto al mismo período de 2020.
Entre los principales socios comerciales europeos, Francia continuó siendo el principal país de destino de las exportaciones de la industria, con unas ventas de 4.947 millones de euros y un crecimiento del 9,62% en los primeros 11 meses de 2021. Italia, el segundo mercado, experimentó un incremento del 20% con una cifra de exportaciones de 3.823 millones de euros. Como tercer y cuarto país de destino en las ventas en la Unión Europea aparecen Portugal y Alemania con un crecimiento del 11,8% y del 8,88%, respectivamente.
El desempeño de la industria en algunos mercados extracomunitarios está siendo particularmente satisfactorio; en países como Corea del Sur o Filipinas se produjeron incrementos del 60% y del 95,75% respectivamente durante el periodo enero-noviembre de 2021, debido fundamentalmente a la situación de bloqueo y las fuertes restricciones experimentadas en estos países en 2020 como consecuencia de la pandemia. Una dinámica que se repite en otros mercados más próximos geográficamente como Marruecos también mostraron cifras de crecimiento elevadas, del orden del 60%.
Estados Unidos también es un mercado en el que se produjo un incremento superior al 20%, motivado principalmente por el acuerdo de suspensión de aranceles entre Estados Unidos y la Unión Europea adoptado en marzo de 2021 y que se prorrogó en junio de 2021 por un periodo de cinco años.
Sin embargo, otros mercados estratégicos para la industria como Reino Unido han pasado de ser el cuarto socio comercial al sexto debido a la situación derivada del Brexit, la pandemia del covid-19 y la situación logística. Las exportaciones a este país mostraron un descenso del -0,86% en el periodo enero-noviembre de 2021.
Otro mercado que despierta preocupación es China, que ocupa el puesto número uno en el ranking de exportaciones extracomunitarias de la industria de alimentos y bebidas. Para el país asiático, las ventas decrecieron un -2,24% en los once primeros meses de 2021. Este descenso estuvo motivado principalmente por la situación de fiebre porcina existente en China desde abril 2019, que elevó las exportaciones de cárnicos en más de un 100%, y que se fue solucionando durante el ejercicio 2021, haciendo que las ventas españolas de este sector descendieran en un -6,8% en el periodo enero-noviembre de 2021.