La colaboración entre todos los agentes implicados en el reciclaje textil es clave para la circularidad
La industria textil está de acuerdo en que es necesario un acuerdo de todos los agentes implicados en toda la cadena de valor y la Administración. Esta es la conclusión más importante del TexMeeting 2022, celebrado el pasado 28 de octubre.
Unas 150 personas aceptaron la invitación de Texfor y asistieron a la conferencia celebrada en el Recinte Modernista Sant Pau de Barcelona. El tema a debate, RE-textil, suscitó gran interés por parte de los asistentes.
La legislación española y europea está empujando al textil hacia la sostenibilidad y la circularidad, a través del reciclaje. Pero, según el presidente de Texfor, Josep Mª Mestres, la transición tiene que sortear aún muchos obstáculos. “Nos quieren sostenibles pero también debemos ser sustentables. Las administraciones públicas tienen ahora la oportunidad de volcarse en una industria textil, que ya ha demostrado durante décadas que es fiable. Tenemos que seguir creyendo y prepararnos para un futuro más brillante. Eso requiere de un nuevo marco regulatorio, donde la calidad y la durabilidad se conviertan en la norma, donde se premie la transparencia y la sustentabilidad, donde los que no cumplan las reglas y los estándares se queden fuera del mercado. Es decir, necesitamos encontrar las fuerzas motrices, defender toda la cadena de valor y apoyar las barreras regulatorias necesarias”.
El discurso de bienvenida del presidente de Texfor dio paso a dos mesas redondas en las que se profundizó sobre la situación actual y las estrategias de futuro entorno al reciclaje textil. La colaboración, la comunicación entre todos los agentes implicados y cambiar dinámicas de funcionamiento son, según los ponentes, los elementos necesarios para garantizar la transición hacia el nuevo modelo circular.
En la primera mesa redonda se analizó la situación actual del reciclaje textil, desde el punto de vista de la industria que se dedica a ello. La estadística dice, según el moderador de la mesa, el responsable de Sostenibilidad en Texfor, David Allo, “España es el líder europeo en reciclado de algodón”. Pero la industria está enfrentando retos importantes para dar respuesta a la demanda de producto reciclado. En este sentido, la directora de Triturats la Canya, Ariadna Cererols, destacó que es necesario mejorar el suministro de material posconsumo. “obtenemos el material del contenedor, pero llega lo que llega y muchas veces no se ajusta a la demanda. Se debería generar un stock posconsumo para conseguir poder dar respuesta a la demanda que, en 3 años será muy alta”. Cererols se refería a la Directiva de Residuos que obligará a añadir el textil en el proceso de recogida selectiva.
Otra dificultad de la industria, la expresó el export manager de Fontfilva, Carles Valeri: “el material posconsumo está desgastado y contiene tintes y productos químicos. Esto dificulta el proceso de fabricación de hilo. Es fundamental hacer un buen triaje de lo que llega al contenedor de ropa”.
Una empresa que se dedica a la recogida y clasificación de ropa usada es Moda–Re. Su director, Albert Alberich, pide que todos los agentes implicados en el proceso de reciclaje textil “salgan de su zona de confort”. Hasta hace poco -apunta Alberich-, “la clasificación de la ropa usada para su posterior reciclaje se hacía de manera manual y visual. Pero la industria demanda algo más sofisticado. Hemos incorporado tecnología que nos permite afinar más en cuanto a los tipos de materiales (algodón, poliéster, etc), pero de momento, solamente podemos clasificar cuatro tipos de materiales”.
El responsable de Moda–Re calificó de “básica” la colaboración y el diálogo entre todos los agentes de la cadena. El comentario llegó en relación con la poca comunicación que existe y también a lo caro que resulta reciclar. En este sentido, la directora del Área Económica de l’Agència de Residus de Catalunya, Pilar Chiva, desveló que “actualmente, el 90% de los residuos textiles de Catalunya se van a la incineradora, y lo pagamos con los impuestos de todos. Entonces, ¿qué es más barato, el vertedero o alargar la vida de la prenda?”. Chiva recordó que, en Catalunya está funcionando el pacte per a la moda circular (pacto para la moda circular), un acuerdo voluntario de los distintos agentes de la cadena de valor textil con la Administración autonómica.
El papel que debe jugar la Administración también fue motivo de debate durante esta mesa redonda. La business development manager Europe de Lenzing, Susana Pérez, habló de una “cierta fatiga” de la industria del reciclaje en cuanto a la trazabilidad. Según Pérez, “no hay un estándar y se requiere pasar por muchos sistemas de medición distintos. Para acreditar un algodón o un poliéster con fibra reciclada, tienes que dar muchos pasos y eso produce fatiga”. Un sentimiento parecido expresó, ya en la segunda mesa redonda, la emprendedora y CEO de Balöop, Laura González, cuando pidió que la Administración sea “burocrático-friendly porque ahora es muy rígida en las cosas que te piden”.
El objetivo de esta otra mesa redonda era conocer las estrategias de la industria consumidora de textil ante el reto de incorporar el reciclaje en el producto textil. Escuchamos el punto de vista de la responsable de Circularidad de Mango, Claudia Hosta, quien considera que, aunque se ha avanzado, “tenemos que hacer el ejercicio con los consumidores de poner en el mercado prendas más sostenibles, con fibra reciclada y tenemos que explicarlo para que los clientes recorran ese camino con nosotros”. Para la sustainability project manager de Intexteis, Yousra el Bahri, “cada vez hay más marcas con propósito y valores que van a públicos específicos. Pero falta sensibilización. Le toca a la industria, pero también al Gobierno y al sistema educativo. Hasta ahora se habla de reciclaje de plástico, vidrio y cartón, pero hace falta añadir el textil para poder hacer el cambio”.
Quien se mostró más radical sobre las estrategias y medidas a tomar para que la industria textil cambie del modelo lineal actual al circular, fue el chief innovation officer de Construcia y presidente, Eco Intelligent Growth, Ignasi Cubiñá, quien apunta a la necesidad de un cambio total de modelo de negocio. “Hemos entendido la circularidad de una manera parcial. Circularidad implica un pacto de modelo social, cambios de modelo de negocio porque tienes que llegar al consumidor de otra manera”. Cubiñá puso como ejemplo a una empresa holandesa que fabrica ropa a partir de tejido procedente del reciclaje y, en vez de venderla, la alquila con un sistema de renting que permite al usuario devolver la prenda. Un sistema que la moderadora de la mesa, la directora de la revista Modaes.es, Íria Pérez, calificó de “estilo Netflix” y preguntó a los asistentes si se trata de un modelo factible en el mundo de la moda.
Al parecer, el servicio de alquiler de prendas ya existe. Al menos en el campo de las prendas para profesionales. Lo explicó la product manager de Iturri, Cristina Nieto. “Ya estamos ofreciendo servicios de renting para prendas técnicas. Esto nos parece muy interesante porque, los servicios en los que el cliente no tenga la responsabilidad sobre el reciclaje, nos permite controlar mejor la vida útil de la prenda”. Pero las grandes marcas no lo ven tan claro. Claudia Hosta, de Mango, considera que “la transición de la venta al renting, al 100% no puede ser. Podemos complementar con servicios de alquiler, reparación, etc., pero hay mucho que explorar. El deber de las marcas es seguir poniendo en el mercado prendas que enamoren y además, que contengan fibra reciclada. El fashion debe mantenerse”.
El precio del reciclaje también fue tema de debate en esta mesa redonda. La representante de Intexteis, Yousra El Bahri, destacó que “los materiales reciclados tienen un coste elevado y además, falta mucha información sobre la trazabilidad. No tendremos camisetas a 10 euros y el cliente tiene que estar preparado para ello”. Laura González de Balöop puso el acento en que “la principal barrera es que falta inversión en I+D. Ahora, el coste es muy elevado”.
La repetición de tareas por parte de los distintos agentes es, según Ignasi Cubiñá, una de las causas del coste elevado ya que “faltan datos. Hemos generado un mundo en el que, la falta de confianza entre los actores genera una barrera en cada paso que tienes que dar y esto genera una falta de incentivos. La circularidad va de regeneración. Implica información, datos e innovación”. En este punto del debate, la representante de Balöop también afirmó que “falta mucha comunicación entre las empresas y la Administración para poder establecer las bases para un nuevo sistema”. Según se comentó, los gobiernos conocen poco la situación real de la industria textil en materia de reciclaje. Yousra El Bahri afirmó que “el ecodiseño es difícil. Los organismos regulatorios tienen que estar muy en contacto con la industria para conocer, de primera mano, las dificultades que tenemos”. Además, añadió que “el camino hacia la circularidad solamente puede ocurrir si existe una unificación entre todos los industriales como ha hecho la automoción o la industria farmacéutica”.
La directora del Consorci de Comerç, Artesania i Moda de Catalunya, Agnès Russiñol, fue la encargada de clausurar el TexMeeting 2022.