Conclusiones del primer Taller Laboratorio de Ideas de Texfor
Con la presencia de una treintena de empresas líderes en el textil y la moda, especialmente prendas de vestir, prendas para el hogar y aplicaciones similares; así como de recogedores y clasificadores selectivos, reutilizadores y recicladores (incluyendo a entidades sociales), centros tecnológicos de referencia para el textil y otras empresas afines de los sectores de inspección, verificación y certificación, de transformación digital, de química industrial y maquinaria, se evaluaron retos, amenazas y oportunidades de las nuevas legislaciones en materia de residuos textiles para las cadenas de valor circulares españolas.
El taller estuvo precedido por la intervención del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, así como del presidente del Observatorio y CEO de Textil Santanderina, Juan Parés, y posteriormente fue clausurado por el vicepresidente de Texfor y director general corporativo del Grupo Tendam, Ignacio Sierra.
En este primer taller sobre residuos, participaron como ponentes destacados miembros de la Comisión Europea y de la Patronal Textil Europea, EURATEX; así como representantes de entidades sociales, como Humana, de alianzas empresariales, como Thepostfiber, y de centros tecnológicos sectoriales, como AITEX.
En el trascurso del taller, se expuso el actual desarrollo legislativo europeo en materia de residuos textiles y los objetivos de circularidad y responsabilidad ampliada del productor, explicado la visión empresarial europea sobre estos paquetes legislativos, analizado sus impactos sobre costes, competitividad y cadenas globales de valor y debatido aspectos concretos sobre los mercados de segunda mano, las cadenas circulares de recogida selectiva, clasificación y preparación para la valorización y los diferentes estados del arte en la valorización de los residuos textiles por medios mecánicos, químicos (fibra a fibra) y termoquímicos con influencia sobre potenciales aplicaciones.
Las conclusiones de este taller han sido recogidas en un decálogo que pretende informar, concienciar y sensibilizar a empresas, consumidores y administraciones sobre el impacto de estas normativas, los niveles de preparación y las iniciativas en curso para afrontarlas. Estas conclusiones pueden resumirse en las siguientes consideraciones:
- En primer lugar, que España tiene las capacidades necesarias para posicionarse como país de referencia europeo hacia modelos circulares y sostenibles en el sector textil y de moda; pues cuenta con empresas líderes en todos los escalones de las cadenas de valor circular de los productos textiles.
- En segundo lugar, que esta nueva regulación tiene un impacto económico relevante, y aún impreciso, y el sector -compuesto por pymes en su gran mayoría- está insuficientemente preparado todavía para estos cambios. Es necesario mejorar, compartir y contextualizar la información existente para facilitar la toma de decisiones empresariales.
- En tercer lugar, que no hay que perder de vista el reto del modelo de consumo y la propia competencia internacional; de nada sirve implementar regulaciones amplias sobre las empresas europeas sin sensibilización ciudadana ni controles en frontera de las importaciones; es clave abordar el reto a escala europea.
- En cuarto lugar, que existe un amplio consenso empresarial para seguir avanzando en mejorar la sostenibilidad y circularidad textiles; si bien es necesario que todos los actores contribuyan al mismo en la medida de sus posibilidades; son clave alianzas, estrategias de suministro y participación de nuevos actores. Se destaca, además, el buen avance de la iniciativa colectiva de responsabilidad ampliada del productor impulsada por la Asociación para la Gestión del Residuo Textil.
- Y, en quinto lugar, que uno de los grandes retos relacionados con los residuos textiles es el incremento del volumen de recogida en posconsumo; una clave para que las diferentes tecnologías de reciclado sean efectivas está en la clasificación previa de estos residuos; y hacen falta fuertes inversiones en nuevas plantas tanto de clasificación como de reciclado de un mayor tamaño, interoperables y optimizadas; y, por supuesto, en nuevos desarrollos tecnológicos.
