La moda reduce al 2,8% su peso en la economía española
El negocio de la moda pierde algo de su impulso como motor de la economía española. En 2018, después de tres años consecutivos instalado en el 2,9%, la aportación relativa del negocio de la moda en España al Producto Interior Bruto (PIB) del país perdió una décima, hasta situarse en el 2,8%. El ciclo de expansión de la economía española, sumado a los factores de debilidad e incertidumbre en torno al sector de la moda, explican este ajuste.
El Informe económico de la moda en España, impulsado por Modaes.es y el Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc) y que cuenta con el patrocinio de Moddo, publica este año su octava edición, la sexta en la que se calcula la aportación del negocio de la moda al PIB español. El documento, que cada año ofrece los principales datos económicos en torno al sector, utiliza una completa fórmula econométrica para calcular este valor añadido bruto generado por el conjunto de las actividades de la cadena de valor de la moda en España, desde el diseño y la industria hasta la distribución. La edición de 2019 del informe refleja la evolución negativa de algunos indicadores, como el consumo de moda, o el estancamiento en términos de creación de empleo o exportaciones.
Pese a ello, el estudio vuelve a poner en evidencia que la moda es fundamental en la economía española, con una aportación al PIB por encima del 2,6% del sector primario, y sólo algo por debajo al 3,6% de la banca y los seguros o del 5,8% de la construcción. Además, la moda mantiene una alta importancia en términos de generación de empleo, con una contribución en 2018 del 4,1% en el mercado laboral español y, sobre todo, en términos de exportaciones, ámbito en el que llega al 8,7% del total.
En el ámbito industrial, la evolución moderada o negativa de las magnitudes económicas y de actividad de sectores como el cuero y el calzado o la confección se vio reflejada con un descenso del valor añadido bruto aportado por la moda. En particular, la industria de la moda pasó del 5,1% de 2017 al 4,8% en 2018 de aportación al valor añadido bruto del sector manufacturero español, excluyendo las industrias extractivas, energía, agua y residuos.
En el ámbito de la distribución, el cambio en las preferencias de los consumidores, con un menguante presupuesto dedicado a la moda, y el ajuste en la red de establecimientos del sector se vio reflejado también en su aportación global al comercio español. En particular, la moda pasó del 5,1% en 2017 al 4,8% en 2018 del valor añadido bruto de la distribución en España.
Por otro lado, la Comunidad Valenciana, Cataluña, Galicia, Andalucía y Castilla-La Mancha se mantienen como aquellas comunidades autónomas que más aportan a la industria de la moda en términos de empleo, número de empresas y facturación agregada de las mismas. En términos de ventas de moda, lideran el ránking de comunidades Madrid, Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y País Vasco.
A juicio de Pilar Riaño, directora de Modaes.es, “los resultados del Informe Económico de la Moda en España 2019 no son más que un toque de atención a un sector que debe tomar la iniciativa para, en primer lugar, volver a ser relevante para los consumidores”. “Es incontestable que la moda es un sector clave en la economía española, pero el descenso en esta aportación es una señal de alarma colectiva que debe ayudar a visualizar una realidad que cualquiera preferiría ignorar: los éxitos pasados y presentes no son ninguna garantía de éxitos futuros”, agrega.
Por su parte, Marta Castells, directora de Cityc, defiende los beneficios del comercio en un entorno de guerra comercialy señala que “el comercio es un motor de crecimiento que potencia la industria y la creación de empleo, y las políticas aperturistas le dan impulso, pero se debe seguir trabajando para que exista una reciprocidad”. “El comercio debe ser libre y justo”, agrega.
Metodología
El informe tiene en cuenta una concepción amplia del sector de la moda, abarcando desde el textil de cabecera y el diseño hasta la comercialización a través de todos los canales de distribución de productos de confección, calzado, complementos, joyería, perfumería y, en general, todos los productos de uso personal que incorporan una marca de moda. Los cálculos toman como punto de partida los datos obtenidos de una amplia pluralidad de fuentes estadísticas, principalmente del Instituto Nacional de Estadística, el Eurostat, el Icex, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, la Seguridad Social, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo o el Ministerio de Economía y Competitividad, entre otros.
Como en sus anteriores ediciones, el Informe Económico de la Moda en España realiza una amplia radiografía del sector apoyándose en los datos estadísticos de relevancia disponibles sobre la industria textil, la confección y el cuero y el calzado, desde el empleo hasta la producción o el número de empresas, la evolución de los precios de los productos de moda, las ventas de los canales tradicionales de distribución o del ecommerce. El anuario también analiza la marcha de la industria de la moda en las principales comunidades autónomas del país para este sector (Comunidad Valenciana, Cataluña, Galicia, Andalucía y Castilla-La Mancha) en términos de empleo, cifra de negocio industrial y empresas.