Un vestuario a la última para La que faltaba en Ponzano
Vranded, la consultora madrileña de diseño que ha revolucionado el modo en que se visten las empresas, ha colaborado con el local de moda “La Que Faltaba”. Esta discoteca emblemática del grupo LaLaLa, completa el recorrido de ocio de la concurrida calle Ponzano con un espíritu moderno y fresco abierto hasta primera hora de la mañana. Para ello, ha confiado en los diseñadores de Vranded para vestir al equipo y completar el entorno que envuelve la noche de moda en la ciudad.
La que faltaba significa muchas cosas: “La que faltaba para tomarse la última” o “La que faltaba para dar que hablar” y, por supuesto, “La que faltaba en Ponzano”. Se trata de un formato totalmente inaudito en esta zona de marcha de Madrid y que tiene como objetivo alargar la noche de miércoles a sábados. Por ello, se ha convertido rápidamente en una de las citas más importantes de la capital, y cuidar cada detalle es imprescindible para dar a los madrileños el ambiente que quieren.
Mónica Torremocha, socia de Lalala, grupo al que pertenece La Que Faltaba, ha indicado que “no dudábamos que había que invertir en la personalización de cada detalle y buscar la coherencia con el mensaje que queríamos transmitir en cada uno de los elementos. Por supuesto, el textil es uno de ellos. Nos pusimos en contacto con el equipo de Vranded, especialistas en conceptualizar y diseñar este tipo de soluciones, y crearon un vestuario completo que estaba en completa sintonía con el local, y que nos daba un carácter cercano y amable, aunque también algo canallita”.
El equipo de Vranded comenzó a trabajar en esta línea. Martin Mosquera, director creativo de este estudio de diseño, comenta que “nos encantó poder realizar el trabajo de conceptualización textil de un concepto que en sí es revolucionario. En esta línea creamos un concepto callejero, dando una vuelta al equipo de trabajo de este tipo de locales, eligiendo un peto vaquero como elemento central de un look completo que da una vuelta al uniforme de discoteca y que tiene algo del estilo suburbano americano de principios del S. XX”.
Además, cada prenda incluye un diseño único y diferencial que reza con una frase “canallita” y que completa el propio nombre de la marca. El peto es una prenda completa para hombre, con una versión más corta para mujer, “deshilachada e informal y rota pero firme”. Las camisetas, “de cuello abierto, mangas sueltas y un gris jaspeado que da ese rollito simpático”. Y para terminar, una boina en color beige “para potenciar el toque callejero”, con la frase bordada “dance at lalala”, concluye Mosquera.