Zara reabre su emblemática flagship global de corso Vittorio Emanuele en Milán
Zara reabre las puertas de su emblemática tienda en Corso Vittorio Emanuele de Milán, la primera que la marca abrió en Italia. Se trata de una de sus flagships globales más representativas, que se reinaugura ahora con una imagen exclusiva tras realizar una audaz reforma que ha durado cuatro meses.
Integración tecnológica
La tienda, de más de 3.500 metros, acoge en sus cuatro plantas las secciones de Señora (Woman, Basic y TRF) y Niño, a las que se añade la nueva sección online, dedicada a la compra y recogida de pedidos por internet. La sección de Caballero contaba ya con su propio espacio independiente de 800 metros situado en el edificio contiguo y fue completamente renovada en 2017.
La nueva sección online busca ofrecer una experiencia de compra integrada, cómoda y agradable. Los clientes pueden acceder en la tienda a una selección de las últimas propuestas de la marca y adquirirlas inmediatamente desde la página web de Zara.com.
Además, la tienda incorpora un Punto Automatizado de Recogida, un distribuidor inteligente que permite a los clientes recoger los envíos cuando lo deseen, tras introducir el código QR o el PIN que reciben por correo al confirmar el pedido. En solo unos segundos, este Punto Automatizado, que cuenta con una capacidad para gestionar 900 paquetes de forma simultánea, es capaz de localizar el envío seleccionado y entregárselo al cliente sin esperas.
La tienda incorpora también espejos interactivos equipados con RFID capaces de identificar las prendas que interesen a los clientes, lo que permite visualizar diferentes sugerencias de combinación con otras prendas y complementos seleccionadas por el equipo especializado de estilistas y diseñadores de la marca.
Todo ello se complementa con la información permanentemente actualizada de las últimas colecciones a través de las pantallas de tienda, entre las que destacan muy especialmente dos: una pantalla curva de 9 metros de alto que ocupa la planta baja y el primer piso, y otra de 21 metros que asciende por todas las plantas de la tienda junto a las escaleras mecánicas.
El proyecto arquitectónico
Para esta tienda tan singular, Zara ha incorporado un proyecto dirigido por la arquitecta coruñesa Elsa Urquijo capaz de evocar el espíritu de la sala de cine que ocupó el edificio entre 1941 y 1999 y de integrar las soluciones más actuales adaptadas a la tienda del siglo XXI. Se ha conservado de esta forma la esencia del edificio clásico, pero desarrollando además sugerentes soluciones arquitectónicas, combinadas con las últimas innovaciones tecnológicas al servicio del cliente.
El punto de partida de todo el concepto arquitectónico es el atrio de entrada, en donde se pueden contemplar algunos de los elementos más destacados de este icónico edificio milanés, tales como la escalera de herradura doble, el mosaico que decora las paredes y la inspiradora lámpara de araña central, realizada en cristal de Murano.
Como mobiliario de tienda, se han ideado unas originales plataformas macizas en tonos tostados y tierra, que se van moldeando para adaptarse a las formas arquitectónicas del edificio. Esto permite agrupar las colecciones en cuatro o cinco zonas independientes en cada una de las plantas, lo que facilita un contacto más directo de los clientes con la moda.
El cuidado por el detalle se traslada también a la elección de materiales. Las paredes están tratadas con estuco en tonos ocres, que combina con el mobiliario. Tonos que sintetizan el cromatismo característico del adoquinado original del cine, realizado con mármoles Breccia Aurora y Rosso Verona.
Eficiencia
La tienda, profundiza además en los compromisos medioambientales del Grupo e incorpora todos los elementos de sostenibilidad de las tiendas ecoeficientes de Inditex, lo que representa un ahorro medio del 20% en electricidad, con la consiguiente reducción de emisiones, y hasta un 40% en el consumo de agua respecto a una tienda convencional.
Las medidas adoptadas en la reforma se reflejan, por ejemplo, en una mejor iluminación LED para permitir un mayor ahorro de energía, en la eficiencia de los sistemas de calefacción y refrigeración y en el compromiso de reutilizar los materiales y gestionar los residuos de una manera altamente responsable.