Emboscada en la cancha
Redacción Jobwear03/07/2014
A veces sale bien, otras no tanto. Si hablamos de fútbol y del mundial, el marketing de emboscada (ambush marketing) es el protagonista. Neymar y su ropa interior Speedo o los auriculares Beats by Dr. Dre que dejan olvidado a Sony, sponsor oficial del Mundial.
De hecho, los sponsors no oficiales del mundial (Nike y Pepsi entre ellos) han llegado a conseguir una cuota de identificación del 40% durante el evento. ¿Qué significa eso? Quizás algunos se planteen dejar de pagar la oficialidad para el 2018 y pasarse al lado oscuro.
Neymar enseñando la ropa interior Speedo
El apoyo de la FIFA a los patrocinadores en estos casos es fundamental, pero parece que esta vez no ha tomado demasiadas cartas en el asunto, defendiendo a Neymar y haciendo la vista gorda a los Beats by Dr. Dre. En este caso, Nike y algunos patrocinadores no oficiales más salen ganando, aunque no se la pueden jugar igual en todos los torneos deportivos.
Wimbledon no se baja del carro
El año pasado ya se llamó la atención a los norteamericanos con el tema de las suelas de los zapatos de Federer. Era imposible que pasaran desapercibido, con ese color naranja fosforito, que era también el de la ropa interior de Serena Williams. Nada de patrocinios oficiales. Visten a cuatro o cinco jugadores y les ponen el detallito naranja. Y ya tienes más cuota de identificación que cualquier sponsor oficial del torneo británico como podrían ser Slazenger o Ralph Lauren.
Las suelas de Federer fueron retiradas el año pasado por infrigir la normativa, pero la ropa interior de las chicas pudo sortear la prohibición. Se alegaba que, según la normativa, mientras la ropa interior fuera más corta que el uniforme, ésta podía ser del color que se desee.
Así pues, este año Nike lo ha vuelto a intentar por el mismo camino, pero los ingleses ya habían tomado cartas en el asunto, prohibiendo de manera absoluta la ropa interior que no fuera blanca. De hecho Naomi Broady tuvo que jugar sin sujetador por este motivo. La amenaza de la organización llega hasta la descalificación del jugador/a que siga utilizando prendas inapropiadas. Como vemos, para mantener su reputación, los ingleses no dejan ningún cabo suelto. De ellos, nadie se ríe.
Naomi Broady, Wimbledon 2014
De hecho, los sponsors no oficiales del mundial (Nike y Pepsi entre ellos) han llegado a conseguir una cuota de identificación del 40% durante el evento. ¿Qué significa eso? Quizás algunos se planteen dejar de pagar la oficialidad para el 2018 y pasarse al lado oscuro.
Neymar enseñando la ropa interior Speedo
El apoyo de la FIFA a los patrocinadores en estos casos es fundamental, pero parece que esta vez no ha tomado demasiadas cartas en el asunto, defendiendo a Neymar y haciendo la vista gorda a los Beats by Dr. Dre. En este caso, Nike y algunos patrocinadores no oficiales más salen ganando, aunque no se la pueden jugar igual en todos los torneos deportivos.
Wimbledon no se baja del carro
El año pasado ya se llamó la atención a los norteamericanos con el tema de las suelas de los zapatos de Federer. Era imposible que pasaran desapercibido, con ese color naranja fosforito, que era también el de la ropa interior de Serena Williams. Nada de patrocinios oficiales. Visten a cuatro o cinco jugadores y les ponen el detallito naranja. Y ya tienes más cuota de identificación que cualquier sponsor oficial del torneo británico como podrían ser Slazenger o Ralph Lauren.
Las suelas de Federer fueron retiradas el año pasado por infrigir la normativa, pero la ropa interior de las chicas pudo sortear la prohibición. Se alegaba que, según la normativa, mientras la ropa interior fuera más corta que el uniforme, ésta podía ser del color que se desee.
Así pues, este año Nike lo ha vuelto a intentar por el mismo camino, pero los ingleses ya habían tomado cartas en el asunto, prohibiendo de manera absoluta la ropa interior que no fuera blanca. De hecho Naomi Broady tuvo que jugar sin sujetador por este motivo. La amenaza de la organización llega hasta la descalificación del jugador/a que siga utilizando prendas inapropiadas. Como vemos, para mantener su reputación, los ingleses no dejan ningún cabo suelto. De ellos, nadie se ríe.
Naomi Broady, Wimbledon 2014