Desnudas en la Toscana
Redacción Jobwear16/09/2014
El uniforme de las ciclistas colombianas del IDRD (Instituto Distrital para la Recreación y el Deporte) ha despertado interés y a la vez rechazo en el mundo. Una fotografía, cuyo destino seguramente era acabar en un cajón con tantas otras, se ha convertido en viral. La ya famosa fotografía muestra que el uniforme, con el que iban a participar en el Giro de la Toscana, simula el color de la piel a la altura del ombligo y la pelvis, lo que ha provocado reacciones en todos los rincones del mundo.
Después de la polémica generada se ha decidido censurar el uniforme por parte de las autoridades de dicho Instituto.
Ciclistas colombianas posando con el controvérsico uniforme
El uniforme en cuestión fue diseñado por una de las integrantes del grupo (Angie Tatiana Rojas) y según las ciclistas su confección fue avalada por los patrocinadores, el Instituto Distrital para la Recreación y el Deporte (Idrd), y la Fundación San Mateo y Solgar.
Hay quienes defienden la inocencia de la diseñadora, alegando que se ha malinterpretado el diseño. Según Carlos Orlando, presidente de la Liga de Ciclismo de Bogotá, este uniforme fue creado sin malicia, sin intención alguna de insinuar ni mucho menos utilizar a la mujer como objeto sexual para mercadear el producto de los patrocinadores de este equipo.
Asimismo, el presidente detalla que la fotografía que ha causado impresión y polémica en el mundo hay un efecto visual que no se ve en otras imágenes y, mucho menos, en el uniforme real, que lleva un color ocre.
Declaraciones de IDRD y de UCI sobre el uniforme de las ciclistas colombianas
Sin embargo, el IDRD tiene una versión distinta. Aseguran que no tuvieron nada que ver en la elección del diseño, ni tampoco fueron consultados. Aseguran que el diseño no es el adecuado para este tipo de competiciones y que en vez de generar interés en su participación y su desempeño deportivo, lo que se ha generado es una burla en redes sociales.
La Unión Ciclista Internacional (UCI) se pronunció sobre el tema. “Para los muchos que han planteado la cuestión de kit de cierto equipo femenino, estamos sobre el caso. Es inaceptable para cualquier estándar de decencia”, señaló el presidente de la UCI, Brian Cookson.
Una vez más nos topamos de frente con la polémica del sexismo en el deporte, aunque esta vez son las propias chicas las que defienden el uniforme, asegurando que no se trata de un “reclamo”. Hace pocos meses las jugadoras de Balonmano Playa consiguieron evitar que las obligaran a competir en biquini ya que ellas si se consideraban objetos sexuales cuando vestían el mini-uniforme.
Aunque el mundo del deporte suele generar polémica por estos temas, hay que estar a la espera de cómo reaccionan las integrantes del equipo ciclista, ya que el traje sale de su propia cosecha. Al fin y al cabo, aquí es donde empieza la libertad individual.
Por ello, la cuestión va mucho más allá de un simple uniforme. Es una cuestión de ética, un dilema de difícil solución. ¿Por qué no puede usar una mujer o un hombre adulto su cuerpo como reclamo publicitario? Sería ético, como digo, siempre que se respetara la libertad de elección, punto donde se encuentra la mítica controversia.
¿Hasta qué punto son libres las decisiones y no son fruto de la necesidad o la presión social?
Venus Williams también quería jugar desnuda
Este tipo de sucesos en el deporte puede tener como referencia uno similar ocurrido en el 2010, cuando la tenista estadounidense Venus Williams diseñó el uniforme con el que jugó los dos primeros torneos de Grand Slam de aquella temporada: el Abierto de Australia y Roland Garros. Por aquellos días, Venus generó un gran escándalo dentro de la sociedad tenística con un diseño que, combinado con su ropa íntima, hacía parecer que no usaba ropa interior.
Venus Williams con ropa interior color carne
Después de la polémica generada se ha decidido censurar el uniforme por parte de las autoridades de dicho Instituto.
Ciclistas colombianas posando con el controvérsico uniforme
El uniforme en cuestión fue diseñado por una de las integrantes del grupo (Angie Tatiana Rojas) y según las ciclistas su confección fue avalada por los patrocinadores, el Instituto Distrital para la Recreación y el Deporte (Idrd), y la Fundación San Mateo y Solgar.
Hay quienes defienden la inocencia de la diseñadora, alegando que se ha malinterpretado el diseño. Según Carlos Orlando, presidente de la Liga de Ciclismo de Bogotá, este uniforme fue creado sin malicia, sin intención alguna de insinuar ni mucho menos utilizar a la mujer como objeto sexual para mercadear el producto de los patrocinadores de este equipo.
Asimismo, el presidente detalla que la fotografía que ha causado impresión y polémica en el mundo hay un efecto visual que no se ve en otras imágenes y, mucho menos, en el uniforme real, que lleva un color ocre.
Declaraciones de IDRD y de UCI sobre el uniforme de las ciclistas colombianas
Sin embargo, el IDRD tiene una versión distinta. Aseguran que no tuvieron nada que ver en la elección del diseño, ni tampoco fueron consultados. Aseguran que el diseño no es el adecuado para este tipo de competiciones y que en vez de generar interés en su participación y su desempeño deportivo, lo que se ha generado es una burla en redes sociales.
La Unión Ciclista Internacional (UCI) se pronunció sobre el tema. “Para los muchos que han planteado la cuestión de kit de cierto equipo femenino, estamos sobre el caso. Es inaceptable para cualquier estándar de decencia”, señaló el presidente de la UCI, Brian Cookson.
Una vez más nos topamos de frente con la polémica del sexismo en el deporte, aunque esta vez son las propias chicas las que defienden el uniforme, asegurando que no se trata de un “reclamo”. Hace pocos meses las jugadoras de Balonmano Playa consiguieron evitar que las obligaran a competir en biquini ya que ellas si se consideraban objetos sexuales cuando vestían el mini-uniforme.
Aunque el mundo del deporte suele generar polémica por estos temas, hay que estar a la espera de cómo reaccionan las integrantes del equipo ciclista, ya que el traje sale de su propia cosecha. Al fin y al cabo, aquí es donde empieza la libertad individual.
Por ello, la cuestión va mucho más allá de un simple uniforme. Es una cuestión de ética, un dilema de difícil solución. ¿Por qué no puede usar una mujer o un hombre adulto su cuerpo como reclamo publicitario? Sería ético, como digo, siempre que se respetara la libertad de elección, punto donde se encuentra la mítica controversia.
¿Hasta qué punto son libres las decisiones y no son fruto de la necesidad o la presión social?
Venus Williams también quería jugar desnuda
Este tipo de sucesos en el deporte puede tener como referencia uno similar ocurrido en el 2010, cuando la tenista estadounidense Venus Williams diseñó el uniforme con el que jugó los dos primeros torneos de Grand Slam de aquella temporada: el Abierto de Australia y Roland Garros. Por aquellos días, Venus generó un gran escándalo dentro de la sociedad tenística con un diseño que, combinado con su ropa íntima, hacía parecer que no usaba ropa interior.
Venus Williams con ropa interior color carne