Escuelas de verano: una experiencia de crecimiento personal
La necesidad de conciliar las vacaciones escolares con las jornadas laborales de las familias hace de las escuelas de verano una opción crucial para muchas familias en nuestro país. Según un estudio realizado por Smartick (2023), España se posiciona como el segundo país de Europa Occidental con más vacaciones escolares, alrededor de 10 semanas, lo que hace que el verano sea una oportunidad única para vivir experiencias diferentes que extiendan el aprendizaje fuera del entorno habitual.
“El objetivo de la Escuela de Verano es que los alumnos desarrollen habilidades nuevas disfrutando del hecho de que se encuentran en un entorno relajado y lúdico”, señala Pedro Sala, coordinador de la Summer School de The British School of Barcelona, “Cada programa y cada actividad están cuidadosamente elaborados para garantizar una experiencia enriquecedora y estimulante. Desde talleres de música y teatro pasando por robótica, deportes y juegos acuáticos, espectáculos y excursiones… todo está diseñado con un objetivo de aprendizaje detrás.”
¿Qué hace de la Escuela de Verano una experiencia única?
Las Escuelas de Verano ofrecen beneficios adicionales que a menudo pasan desapercibidos. Por ejemplo, la experiencia de pasar tiempo al aire libre y participar en actividades físicas promueve un estilo de vida saludable y fomenta la apreciación por la naturaleza. El hecho de participar en actividades con otros niños fuera de su círculo habitual promueve la socialización y el trabajo en equipo, así como la autoestima y la independencia, habilidades fundamentales para su desarrollo social y emocional.
El coordinador de la Summer School de BSB destaca el valor añadido de la Escuela de Verano en cuanto a experiencia de aprendizaje y desarrollo integral. ¿Qué hace que participar en una Escuela de Verano sea tan especial?
1. Diversión y aprendizaje: El ambiente placentero de la escuela de verano facilita un aprendizaje más significativo. Lejos de la presión académica del año escolar, los estudiantes tienen la libertad de explorar sus intereses y desarrollar habilidades de una manera más libre y creativa, disfrutando de la experiencia educativa de una forma altamente efectiva.
“Nuestra filosofía se centra en la aplicación de la metodología que usamos en BSB en un entorno más relajado y lúdico en verano. En BSB implementamos un modelo de aprendizaje centrado en el desarrollo de habilidades blandas en todas nuestras actividades curriculares y extracurriculares, incluida la Escuela de Verano. El objetivo es que los alumnos desarrollen estas habilidades y a la vez se lo pasen en grande con nuestro programa”, explica Pedro Sala.
2. Diversidad de disciplinas y actividades: Las Escuelas de Verano de vanguardia no se limitan a un solo ámbito de aprendizaje o entretenimiento. En lugar de ello, fusionan una amplia gama de disciplinas para brindar a los niños una experiencia multifacética. Desde el aprendizaje de idiomas o la práctica de deportes hasta la exploración del arte, la música y la tecnología, estos programas permiten a los niños explorar diferentes áreas de interés y desarrollar nuevas habilidades.
“En BSB, las actividades principales son impartidas en inglés por especialistas en una amplia gama de áreas, que incluyen arte, drama, ciencia, danza moderna o natación. Además, contamos con la colaboración de un especialista externo, IGNITE, que este año ofrecerá talleres de robótica, codificación y actividades relacionadas con la inteligencia artificial. Por otro lado, contamos con invitados especiales cada semana que ofrecen espectáculos y talleres de magia, malabares y experimentos, entre otras actividades, como las excursiones al Canal Olímpic de Castelldefels o al Sitges Surf Club: todo pensado para ofrecer una experiencia multidisciplinaria y muy atractiva para cualquier edad”, explica el coordinador.
3. Desarrollo personal y social: Las escuelas de verano ofrecen una plataforma única para que los niños desarrollen habilidades blandas y se embarquen en un viaje de crecimiento personal. Las actividades en equipo, las excursiones y la interacción con otros niños y adultos promueven el desarrollo de habilidades sociales, emocionales y cognitivas. Además, la exposición a nuevas experiencias y desafíos durante la escuela de verano fomenta la resiliencia y la autoconfianza en los niños. A medida que superan obstáculos y se enfrentan a situaciones nuevas, aprenden a confiar en sus habilidades y a adaptarse a diferentes entornos.
Como señala el coordinador de la Escuela de Verano de BSB: “Nos centramos en nueve hábitos de aprendizaje que se relacionan en cuatro áreas clave: compromiso emocional, pensamiento crítico e independiente, aprendizaje estratégico y trabajo colaborativo en equipo. Creemos que aplicando esta metodología de BSB se puede proporcionar la base para el éxito escolar en el futuro y en la vida. Y esto no sólo se aplica en las actividades que se realicen en el programa, sino también en la interacción con los compañeros y los profesores, los hábitos saludables que fomentamos diariamente (Healthy Habits) y en otros aspectos como los modales a la hora de comer.”
4. Continuidad educativa: Inscribirse en una Escuela de Verano ayuda a mantener el ritmo de aprendizaje en un momento en que el nivel de actividad académica disminuye considerablemente. “Uno de los aspectos más valorados y diferenciadores es que es el propio staff de BSB, ya sean coordinadores, profesores, personal de soporte, de administración o de cocina, el que participa en nuestra Escuela de Verano. Al ser el mismo personal docente que imparte clases diariamente en el colegio (de ciencias, inglés, deportes, arte…) el que organiza las actividades de la Escuela de Verano, se consigue que se aplique la metodología del colegio y los mismos protocolos que durante el curso escolar, pero sin el rigor de la jornada lectiva”, concluye Sala.
BSB Summer School, fusionando aprendizaje y diversión
The British School of Barcelona ofrece tres programas distintos en sus campus en Castelldefels y Sitges en función de la edad de los participantes: Summer Play, para niños de 3 a 5 años, Summer Activity, dirigido a estudiantes de 6 a 12 años, y Summer Language, un programa intensivo de idiomas en inglés o español por las mañanas, complementado con actividades por la tarde, para jóvenes de 12 a 16 años. Con más de 500 alumnos cada año entre todos los campus y programas, las actividades se imparten en grupos reducidos de entre 12 y 15 alumnos. “El año pasado el 50% de los estudiantes alargaron al menos una semana más su participación en la Escuela de Verano porque estaban encantados con la experiencia”, explica el coordinador de la Summer School de BSB.
Con una amplia variedad de actividades y un claro enfoque pedagógico, las Escuelas de Verano representan mucho más que un lugar donde pasar las vacaciones. Son espacios de oportunidad, descubrimiento y desarrollo personal donde los niños disfrutan de un verano en el que el aprendizaje se fusiona con la diversión.
Lejos de la presión académica del año escolar, los estudiantes tienen la libertad de explorar sus intereses y desarrollar habilidades de una manera más libre y creativa, disfrutando de la experiencia educativa de una forma altamente efectiva