“No podemos seguir formando a los ingenieros con el modelo del XX"
Entrevista a Javier G. Algarra, director académico en el Centro Universitario U-tad
La tecnología evoluciona a una gran velocidad y la enseñanza tiene que ser capaz de adaptarse a ese ritmo. En esta entrevista, Javier G. Algarra, el director académico de U-tad, centro universitario que nació para formar profesionales que resultaba difícil encontrar en España hace una década, nos habla de los perfiles y competencias más demandadas en estos momentos.
Actualmente, ¿Cuáles son las habilidades y competencias más demandadas por las empresas?
Todas las relacionadas con la resolución de problemas mediante tecnologías digitales, y eso comprende, no solo el dominio de las herramientas, sino también la capacidad de abstracción y de dar solución a problemas complejos. En un mundo sujeto al cambio permanente, los profesionales más valorados son aquellos capaces de responder a lo inesperado, formarse continuamente e integrarse en equipos multidisciplinares.
¿En qué manera ha influido la expansión del teletrabajo al cambio en ‘skills’ solicitadas?
El sector tecnológico fue pionero en la adopción del teletrabajo, mucho antes de la llegada de la pandemia. La situación actual es que el porcentaje de teletrabajadores es mayor, pero las metodologías y los procesos ya estaban preparados. Ahora las empresas demandan, más si cabe, una mayor capacidad para trabajar en equipo, flexibilidad, creatividad y autogestión.
¿Ha aumentado la empleabilidad de profesionales españoles en el extranjero?
La extensión del teletrabajo ha sido una oportunidad extraordinaria para los profesionales adaptados a los equipos distribuidos. Ya no es necesario trasladarse a Estados Unidos o Japón, se puede trabajar desde el propio domicilio para empresas punteras de esos países que vienen a buscar el talento nacional. Eso sí, es imprescindible el dominio del inglés y la capacidad de colaborar con compañeros de culturas diferentes en husos horarios dispares.
¿Cuáles son los perfiles técnicos más cotizados en estos momentos? ¿Hay suficientes profesionales formados específicamente para esas tareas?
Los de los sectores con crecimiento más intenso: ingenieros de ciberseguridad o de inteligencia artificial, expertos en big data y matemáticos, si hablamos de lo que conoce más el público, pero también especialistas en interacción de usuario, en ingeniería de sistemas distribuidos o en simulación computacional. El número de profesionales de alta capacidad en estos campos es reducido, porque cuesta tiempo de formación y experiencia, por eso son tan escasos.
Como nuevo director académico de U-tad, ¿cómo entiende que debe ser la formación superior en el ámbito de las carreras STEM?
En el siglo XXI no podemos seguir formando a los ingenieros con el modelo del XX, basado en un nivel de exigencia teórica extraordinario y poca práctica. La tecnología evoluciona a una gran velocidad y la enseñanza tiene que ser capaz de adaptarse a ese ritmo. Hay que preparar a los alumnos para que sean conscientes de la necesidad que van a tener de actualizarse de forma permanente para no quedarse obsoletos, y hay que reforzar los contenidos prácticos, por medio de asignaturas basadas en proyectos reales y del diálogo permanente con la industria.
Esto es lo que caracteriza a U-tad: que venimos de la industria, sabemos qué profesionales y con qué conocimientos son los que necesitan las empresas y, además, contamos con un claustro que a su vez son profesionales en sus respectivos sectores que imparten en las clases los problemas y retos a los que se enfrentan en su día a día.
En este punto, ¿sigue existiendo desigualdad de género?
El porcentaje de alumnas varía mucho de unos grados a otros, pero es cierto que en el área STEM sigue habiendo necesidad de despertar más vocaciones femeninas. Esto no puede conseguirse más que con una labor pedagógica, protagonizada por mujeres referentes en este campo. El mensaje es que las profesiones STEM tienen un gran impacto en nuestras vidas y en la sociedad, y debemos contar con el talento tanto de hombres como de mujeres.
Precisamente para desmitificar y acercar las profesiones digitales a los más jóvenes, en U-tad organizamos talleres gratuitos en los propios colegios en áreas relacionadas con la tecnología, el hacking, la programación, las matemáticas y la física, donde a través de temáticas curiosas y de un lenguaje ameno y divertido, se pretende despertar el interés de los futuros universitarios por estas titulaciones, especialmente entre las féminas. También en U-tad actualmente ofrecemos las becas ‘Women STEM 4U’ para fomentar y apoyar el interés de las jóvenes por este tipo de carreras.
¿Está España al nivel de otros países en formación y desarrollo de proyectos en carreras STEM?
La formación STEM en España ha estado históricamente en un nivel equiparable al de otras naciones europeas. El problema no es tanto de preparación como de oportunidades para desarrollar proyectos de emprendimiento o carreras en el ámbito de la investigación, ahí es donde nos queda mucho camino por recorrer.
Por ejemplo, en U-tad hemos sido pioneros en lanzar en España dobles grados que aúnan tecnología y ciencias, como es el Doble Grado en ‘Matemática computacional e ingeniería del software’ y el Doble Grado en ‘Física computacional e ingeniería del software’, este último el único en España que ofrece a los alumnos formarse para liderar proyectos relacionados con la computación cuántica, la simulación de sistemas industriales, el diseño de nuevos fármacos o la investigación básica.
¿Qué profesiones relacionadas con la innovación y transformación digital veremos en los próximos años?
Es imposible hacer esa predicción, pero sí podemos suponer que la ola de la digitalización va a alcanzar a todos los ámbitos. No habrá agricultores, abogados o médicos digitales, tendrán que incorporar lo digital a su quehacer diario o quedarán fuera del mercado. Ese es el gran cambio social que estamos viviendo.
¿Qué novedades académicas tienen previstas para los próximos cursos?
En U-tad nos gusta decir que en el momento que detectamos la necesidad de nuevos perfiles profesionales por parte del tejido industrial, nos ponemos a trabajar para incorporar esos conocimientos en nuestros planes de estudios actuales o bien a través del lanzamiento de nuevas titulaciones, con el fin de aportar al mercado laboral los profesionales que las empresas necesitan.
Próximamente vamos a lanzar nuevos postgrados muy especializados en el ámbito de la ciberseguridad, la animación y el diseño digital, y grados relacionados con la fusión de lo físico con lo virtual. Todo lo que tiene que ver con gemelos digitales, las aplicaciones de la realidad virtual en entornos profesionales y de entretenimiento o la computación cuántica.
Asimismo, seguirnos apostando porque nuestros grados puedan ser cursados tanto en español como en inglés, así como en formato online para aquellos que no puedan asistir presencialmente a nuestra sede en Las Rozas.
¿Cuáles destacaría que son los valores diferenciales o las señas de identidad de U-tad frente a otras universidades?
Nuestro Centro Universitario nació hace más de una década de la industria para formar profesionales que resultaba imposible encontrar en España en ese momento. Somos una institución académica que trabaja con procesos y objetivos similares a los de una empresa, y así formamos a nuestros alumnos. Nuestro secreto es sencillo; trabajamos con grupos muy reducidos y podemos atender de manera personal a cada uno de nuestros alumnos para entrenarles y que salgan al mundo laboral lo mejor preparados desde el primer día. No incluimos ningún conocimiento en los programas que no aporte un valor profesional claro, y revisamos cada curso qué es lo que demanda la industria y cómo podemos mejorar esa preparación.
