¿Qué es y qué retos plantea un currículum competencial?
La inclusión de este Real Decreto aborda la transición hacia un modelo educativo que ahonda en el aprendizaje competencial, para ello se establecen ocho competencias clave para esta etapa: competencia en comunicación lingüística; plurilingüe; matemática y en ciencia, tecnología e ingeniería; digital; personal, social y de aprender a aprender; ciudadana; emprendedora; y competencia en conciencia y expresión culturales.
Además de estas competencias, el Real Decreto establece las áreas en las que se organizan: Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural; Educación Artística; Educación Física; Lengua Castellana y Literatura y, si la hubiere, Lengua Cooficial y Literatura, Lengua Extranjera y Matemáticas. A esto se añadirá Educación en Valores Cívicos y Éticos, que deberá programarse en alguno de los cursos del tercer ciclo, y una segunda lengua extranjera, otra lengua cooficial y/o un área de carácter transversal, si las comunidades autónomas así lo deciden.
Serán, precisamente, las comunidades autónomas las responsables de establecer el currículo de esta etapa a partir de las enseñanzas mínimas fijadas por el Gobierno en este Real Decreto. Los centros educativos y el profesorado adaptarán las enseñanzas que conforman sus grupos.
Esto supone un avance rotundo hacia un aprendizaje competencial, que comenzó con la entrada en vigor de la LOE en 2006. En esta ley orgánica ya relacionaron las siete competencias básicas de la Unión Europea con la forma en la que los estudiantes utilizan sus recursos y conocimientos personales para desarrollar una vida plena en sociedad. Sin embargo, no fue hasta 2013, con la aprobación de la LOMCE, cuando se habla de competencias clave y se vinculan las competencias con una nueva política curricular. En 2018 las propuestas clave que propone la Unión Europea pasan de ser siete a ser ocho: a las existentes, se incluye la plurilingüidad, competencias semejantes a las que ahora introduce este Real Decreto.
Implantación fragmentada y poco sostenida
Hasta ahora, la transición hacia un aprendizaje competencial ha sido un reto a afrontar por los centros educativos españoles, que al tiempo supone una oportunidad para apostar por un modelo de aprendizaje que ponga un mayor énfasis en la dimensión aplicada y práctica del conocimiento. Este modelo de aprendizaje competencial tiene, precisamente, como principal objetivo formar al alumnado en conocimientos, habilidades y actitudes, de tal forma que sean capaces de responder a las demandas de un mundo globalizado, complejo y cambiante, así como alcanzar y desarrollar su máximo potencial a nivel personal, social y profesional.
Según apunta el ‘Cuaderno sobre aprendizaje competencial en España’, elaborado por HAZ, Alianza por la Educación, y liderado por Fundación Vodafone España, en colaboración con EsadeEcPol, la aplicación de un currículum competencial, hasta la fecha, se ha basado en intentos fragmentados y poco sostenidos en el tiempo por parte de un número de centros educativos, que presentan unas inquietudes en común. En este sentido, se propone “que para la transición del currículum actual hacia uno por competencias triunfe, debe surgir como un proyecto común en el que todos los actores que intervienen en el panorama educativo decidan formar parte de él”.
Un cambio de cultura: sin asignaturas rígidas y más colaboración
Ello implica un cambio de cultura, que se enfrenta a “la larga tradición que considera la evaluación como la calificación de una serie de asignaturas, donde el conocimiento de los alumnos ha de medirse en áreas específicas”. Frente a esta idea, el modelo competencial apuesta por una jornada escolar menos rígida, sin una organización departamental por asignaturas, y donde prime el trabajo colaborativo. “Esta forma de aprendizaje da la oportunidad de comprender el conocimiento de manera más conectada, dando sentido a lo aprendido y poniendo el foco en su utilidad práctica para un mundo globalizado y cambiante, en el que asumimos que los alumnos se enfrentarán constantemente a nuevos retos, tanto en su etapa formativa, como en la profesional. Pero este tipo de competencias y la forma en la que se trabaja sobre ellas, también tiene beneficios para su desarrollo personal. Y eso es lo que resulta tan interesante, si entendemos la educación como el fundamento de un proyecto de vida: esta forma de aprender da unas herramientas indispensables para la formación de personas resilientes”, asegura Remedios Orrantia, presidenta de HAZ, Alianza por la Educación, y presidenta de la Fundación Vodafone España.
Para el impulso de este cambio educativo-cultural, el docente es una de las piezas clave. El fortalecimiento del rol del docente y la formación en nuevas capacidades, especialmente entre los profesores nóveles consigue, según apuntan estudios académicos en la materia, un enfoque de sus asignaturas desde una perspectiva competencial, mejorando al mismo tiempo la motivación del profesor, construyendo su identidad docente y, atendiendo a sus demandas y necesidades con el fin de dotarles de las herramientas que requiera para acompañar al alumno y profundizar en su propio su desarrollo competencial.
Por todo ello, cuando oímos hablar de la transición hacia un modelo de aprendizaje competencial podemos concluir, en primer lugar, que no se trata de nada nuevo, sino en la profundización de un modelo ya en vigor, cuyos intentos de aplicación han sido fragmentados y desiguales; que requiere de la colaboración de todos los agentes de la comunidad educativa como eje de cambio, para producir el cambio cultural necesario a la hora de abordar este nuevo sistema de forma inclusiva y verdaderamente transformadora.
*Nota: el 'Cuaderno sobre aprendizaje competencial en España: hacia una transición curricular exitosa' ha sido elaborado por HAZ, Alianza por la Educación, en un proyecto liderado por Fundación Vodafone España, en colaboración con EsadeEcPol. El cuaderno ha sido el resultado del trabajo de expertos en materia de educación, donde a partir de 8 sesiones de trabajo, se han recogido los aprendizajes más relevantes de las experiencias, ideas y propuestas de centros educativos, y especialistas en currículum y evaluación por competencias. Además, el estudio es enriquecido con una revisión de la investigación académica que ha tratado el currículum competencial.