La educación para la sostenibilidad, la importancia de concienciar desde las aulas
La educación es una herramienta fundamental para sensibilizar, concienciar e impulsar un mayor compromiso con la sostenibilidad. Desde los centros escolares tenemos la responsabilidad de fomentar los valores y habilidades con los que los alumnos puedan cumplir los objetivos y desafíos que plantea el siglo XXI.
Los datos que se recogen sobre los efectos del cambio climático, sin duda, son alarmantes. No solo se espera que se aceleren en el tiempo, sino que estas consecuencias sean irreversibles. El aumento de la temperatura global en los próximos cinco años o el de las emisiones de dióxido de carbono son ya una de las cuestiones que más preocupan en materia ambiental, principalmente, por los fenómenos meteorológicos extremos que se desencadenan, con resultados devastadores para nuestro planeta.
Por todo ello, aunque la educación ambiental siempre ha sido una asignatura pendiente dentro de las aulas, es de vital importancia que actuemos de manera inmediata. Actualmente, la prioridad es proporcionar los conocimientos, valores y habilidades que necesitan los escolares para hacerle frente a los efectos de la crisis climática.
El papel de los docentes en este proceso es fundamental para convertir a nuestros alumnos en los precursores hacia el cambio, principalmente, en un contexto en el que la finalidad es la transformación del planeta en un lugar más sostenible y evitar que las consecuencias del calentamiento global, como ya hemos mencionado, sean irreversibles.
Así pues, desde las escuelas del futuro se debe actuar hacia la sensibilidad, pero, sobre todo, mediante una llamada a la acción. Es decir, debemos ayudar a que nuestros alumnos y generaciones venideras, comprendan la situación del planeta. La transversalidad de la educación ambiental es, sin duda, una de las herramientas óptimas para concienciar y colaborar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) desde el compromiso de la comunidad educativa.
En este mismo contexto, las aulas deben ser el espacio idóneo desde el que priorizar la construcción de una sociedad sostenible, con el principal objetivo de que los estudiantes descubran todas aquellas aptitudes requeridas para solucionar los problemas ambientales. Además, debemos adaptar los planes de estudio y ejecutar el diseño de las prácticas educativas que promuevan y den respuesta a este cambio climático.
