El primer móvil, ¿a qué edad?
En la actualidad es casi imposible encontrar a una familia que tenga al menos un dispositivo electrónico en el hogar, con lo que siempre se plantean dudas sobre cómo gestionar el crecimiento del bebé respecto a estos dispositivos.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) sugiere evitar la exposición de los bebés de hasta 18 meses a las pantallas de las tablets, móviles o la televisión. Y en los siguientes meses, lo aconsejable según la organización es que vean contenidos puntuales de alta calidad y acompañados por los padres. La introducción de los móviles en la vida infantil debe ser paulatina porque, sin duda alguna, es algo necesario para su desarrollo… y no solo en el ámbito del entretenimiento. En una edad tan vulnerable, es el vehículo más eficaz para estar conectados y, sobre todo, localizados.
Según el presidente de Fundación Psicología sin Fronteras, J. Guillermo Fouce, para que los padres compartan su tiempo con los niños “lo más importante es que se den espacios de comunicación e intercambio y se compartan momentos. Por este motivo, la tablet, los móviles o internet pueden ser un buen instrumento para ello si se les da un buen uso. Lo ideal es que como recurso sirva para descubrir cosas, para estimular la creatividad o para compartir”. A partir de ahí, ellos pueden volar libres y dejarse atrapar por las aficiones que les marcarán el futuro. Desde comentar sus series favoritas con otros coetáneos hasta investigar por su cuenta apps para hacer fotografías, retocar imágenes o incluso improvisar con notas musicales a través del móvil.
En ese punto, siempre salta la duda entre los progenitores. ¿Y cómo se consigue? “Se trata de regular y acordar los usos y restringirlos, poniendo limites sobre a qué programas se puede o no acceder, el tiempo disponible o cómo usarlo regulando posibles abusos o malos usos”, explica el experto.
El reloj KidsWatch Pingonaut, que incluye una SIM con la Tarifa Tic Tac de Yoigo, está enfocado principalmente a los más pequeños de la casa.
El primer móvil
A medida que los menores se van haciendo más mayores reclaman mayor dosis de independencia. Esto, actualmente, se traduce en tener un modelo de teléfono propio. ¿Cuál es la edad recomendada para romper ese límite y regalarle uno?
Según el estudio ‘Equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares en España’ publicado por el INE con datos de 2016, uno de cada cuatro niños de 10 años tiene un teléfono móvil. Al cumplir los 11 años el porcentaje sube al 50 %, pero es a partir de los 12 años cuando la estadística se rompe: tres de cada cuatro chavales tienen un smartphone.
Unos datos que más allá de asustar, deben aprovecharse para el beneficio de la educación. En palabras de J. Guillermo Fouce, la comunicación digital “ayuda en tener un contacto inmediato y con la gente con la que no se puede estar cerca físicamente, por lo que acorta las distancias y facilita que las comunicaciones sean más directas en el tiempo”.
Todo ello es únicamente positivo si se hace un uso responsable del móvil. En ese sentido, es fundamental que los padres o tutores “supervisen su uso, evalúen el tipo de contenido y equilibren el uso de dispositivos con el contacto físico u otras actividades, siendo capaces de dejar el dispositivo al margen de lo que somos y hacemos”, argumenta el presidente de Fundacion Psicología sin Fronteras.
La localización, lo más importante
Antes de tener un smartphone propio, el mercado ofrece a los padres dispositivos móviles adaptados para que cuenten con todas las ventajas sin ninguno de los inconvenientes. Así, cada vez más empresas ‘ayudan’ a los menores a la familiarización con el uso de los móviles. Por ejemplo, Yoigo, del Grupo Masmovil, tiene en el mercado el reloj KidsWatch Pingonaut, que incluye una SIM con la Tarifa Tic Tac, 100 minutos de llamadas y 100 MB de datos por solo 4,5 euros al mes.
Si algunos padres tienen miedo a darle un teléfono móvil a sus hijos, según la compañía, "este producto es la solución porque está enfocado principalmente a los más pequeños de la casa, ya que su uso es muy sencillo": El cliente contrata la Tarifa Tic Tac y se le entrega un reloj con una SIM integrada. Esta incluye 100 minutos de voz y 100 MB y para usarlo solo hay que descargarse, de forma gratuita, en Google Play o en App Store la app Pingonaut en el teléfono móvil desde donde se quiera controlar el reloj. El aparato puede, además, recibir y emitir llamadas de voz y mandar mensajes de voz, que serán enviados como mensajes de audio al teléfono donde se haya instalado Pingonaut.
Esta aplicación consigue que, desde el teléfono móvil, se pueda saber, mediante GPS, donde se encuentra el niño que lleva el reloj, aparte de definir zonas seguras, para que envíen una notificación cuando se entre o se salga de esas zonas, definir tres números a los que se pueda llamar desde los botones directos del reloj y añadir cinco números más de los que puede recibir llamadas y a los que puede llamar. Por todas estas características, este invento es ideal para que lo usen los menores y reaccionen de forma rápida ante cualquier emergencia.
Además, incluye el control parental que les permite a los padres supervisar y dirigir el uso que hacen sus hijos de las nuevas tecnologías y les ayuden, sobre todo en edades tempranas, a promover el buen uso del smartphone.