Tecnología para combatir el bullying en SIMO 2018
Coincidiendo con el Salón de Tecnología para la Enseñanza 2018, el equipo de estudios de Espiamos.com, compañía especializada en sistemas tecnológicos de seguridad para particulares y empresas, ha identificado algunas de las soluciones tecnológicas más innovadoras que se han extendido como método para identificar y controlar los casos de bullying en las aulas.
El acoso escolar es una de las principales preocupaciones de la comunidad educativa en la actualidad y prueba de ello es que el número de consultas frente a estos casos crece ininterrumpidamente desde 2015, informan desde la compañía.
Así, las minicámaras ocultas y las grabadoras de audio, por sus grandes posibilidades de personalización, son los dispositivos que mejor se adaptan al ámbito escolar y permiten la obtención de pruebas fiables frente a episodios de acoso.
Entre sus principales cualidades destaca que estos aparatos pueden ser integrados en objetos cotidianos y pasar totalmente desapercibidos. Un reloj de pulsera infantil, un llavero para un estuche o mochila, un peluche o gafas con cámara incorporada son algunos de los dispositivos que más se están utilizando para identificar el bullying en los colegios.
Desde Espiamos señalan que la principal ventaja de estos dispositivos es que no interfieren en la rutina de niños o profesores, no requieren un conocimiento específico para su utilización y pueden acumular cientos de horas de grabación ininterrumpida sin necesidad de interactuar con el dispositivo en cuestión.
Además, comentan que cuando se opta por apoyarse en la tecnología para denunciar casos de acoso, “el principal objetivo es que las víctimas no sientan el peso añadido de que pueden ser descubiertos y empeorar su situación”.
El acoso escolar es una de las principales preocupaciones de la comunidad educativa en la actualidad.
Otro de los aspectos que preocupan a la comunidad educativa en España es la expansión del uso de móviles y dispositivos electrónicos para uso recreativo en clase y el bajo rendimiento que, según muchos estudios, trae consigo, junto a los peligros para los más jóvenes de un acceso ilimitado a internet.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, uno de cada tres niños de 10 años lleva móvil al colegio; con 13 años lo hace el 78,4%; y el 90% cuando superan los 15. De ahí que en SIMO dedicara atención a cómo cada vez más centros educativos apuestan por blindar sus aulas frente a este problema.
Desde Espiamos señalan que los detectores de frecuencia de última generación se muestran como la solución más eficaz en estos casos. Estos dispositivos son capaces de advertir la presencia de cámaras y micrófonos que utilicen conexión Wi-Fi, dispositivos que trabajan con ráfagas Bluetooh y GSM e incluso de alertar de distintas frecuencias como 3G o 4G.
Los expertos de Espiamos.com aseguran que “también para reducir el número de alumnos deshonestos que copian en exámenes, sobre todo en la educación secundaria y superior, el uso de este tipo de tecnología está cada vez más extendido y sus resultados pueden apreciarse en los indicadores de rendimiento de los centros que apuestan por incorporarlo”.
