¿Aún te acuerdas de tus objetivos? ¿Por qué no los logramos?
He querido que pase enero, incluso febrero, para hablar de este tema. Enero es el mes en el que todos nos volvemos locos pensando en los objetivos del nuevo año: cómo aumentar las ventas, la facturación, la rentabilidad de la empresa, mejorar la productividad, reducir los costos, reducir reclamaciones, etc. También a nivel personal nos preocupamos por cuidarnos más, ir al gimnasio, hacer un viaje, dejar de fumar. Todos ellos son clásicos objetivos de año nuevo, que implican nuevos hábitos, nuevas acciones, cambios, etc. que nos cuestan un gran esfuerzo. De hecho, son los objetivos que nos sacan de nuestra zona de confort, y es aquí donde reside el problema y una de las causas por la que una gran mayoría de las empresas no cumplen sus objetivos, quedándose en tan solo propósitos o deseos sin acciones.
Pero ahora que ya pasó enero y hemos perdido esa motivación del inicio del año en la cual nos contagiamos unos a otros la ilusión de hacer cosas nuevas, quiero removerte de nuevo un poquito, y hacerte pensar para comprobar cómo lo estás llevando, e intentar ayudarte este año para que consigas tus objetivos. ¿Qué has hecho en enero para cumplirlos? ¿Qué estás haciendo en febrero? ¿Qué vas a hacer en los sucesivos meses? No me digas ahora que ya ni te acuerdas, o que te acuerdas pero el día a día no te permite dedicar ni el tiempo, ni la energía que se requiere para pensar en qué hacer, en qué actuaciones vas a realizar a lo largo de todo el año para alcanzar tus objetivos al final del mismo.
Recuerda que no hace falta que lo siembres todo en un solo mes, pero tampoco que no hagas nada. Se trata de ir poniendo una semillita cada mes. Si no lo haces así, con quererlo no será suficiente. Como ejemplo práctico, nosotros en ocasiones nos encontramos con empresas que quieren implantar un proyecto de mejora de gestión de reclamaciones, pero solo con quererlo o tenerlo no va a funcionar. Si una vez implantado no se continúa gestionando, alimentando, analizando y se obtienen datos diariamente no sirve de nada. Podremos tener el mejor sistema de gestión, pero si nosotros no nos preocupamos de él, el sistema solo no funciona. En esta vida 'NADA funciona SOLO'.
Por lo tanto, a estas altura del artículo ¿YA eres consciente, de que: con solo proponer los objetivos, desearlos, no es suficiente para lograrlos? Y que en caso de que tus objetivos NO se alcancen de forma reiterada, tu equipo no se los tomará en serio, trabajará desmotivado pensando desde el inicio que no se van a conseguir, y todo ello conllevará que ni se dedique el esfuerzo, ni la energía, ni los recursos que se requieren, pudiendo incluso llegar a la frustración por pérdida de confianza y credibilidad por alcanzar los objetivos. Entonces, ¿qué vas a hacer en febrero? Si aún no empezaste, por favor, empieza YA (más vale el 80% hoy que el 100% mañana). Me atrevería incluso a hablar de más vale un poquito hoy que todo mañana, pues el todo nunca llega. Si no haces nada llegaremos a diciembre sin cumplir objetivos y en enero comenzaremos el ritual de nuevo. Así que comienza a caminar por tu camino.
Nos podemos proponer muchas cosas, pero hay que definir qué vamos a hacer para alcanzarlas. Hay que planificar las actuaciones concretas que vamos a realizar contando con tiempos precisos. Tenemos que ponernos a andar, pasar a la acción, trabajar, cambiar cosas y empezar a dar pequeños pasos para conseguirlo. Si vemos que nos cuesta, intentemos comenzar a practicar y aprender las habilidades de disciplina, fuerza de voluntad y constancia que nos ayudarán a conseguirlo.
Solo proponérnoslos o desearlos no es suficiente para conseguir los objetivos. Debemos de cambiar hábitos, comportamientos automáticos que tenemos, y esto es algo a lo que nos resistimos como gato panza arriba. No es lo mismo plantearse "quiero alimentarme más sano entre semana", que decir “de lunes a jueves, voy a alimentarme con ensaladas, fruta y el viernes proteína”. ¿Se nota la diferencia?
En muchas empresas existe el objetivo, pero no existe ni el plan, ni las actuaciones, por eso, cada año, en enero, repetimos de nuevo los mismos objetivos de años anteriores. Incluso son más ambiciosos a pesar de no haberse cumplido ni en el 10%, y se repiten las mismas palabras mágicas: “este año sí que sí”.
Por ello, te animo a que pienses en actuaciones, y que comiences a ponerlas en funcionamiento, practicarlas pasando a la acción. Por supuesto, a medida que vayamos avanzando podemos redefinir o ajustar el objetivo a objetivos intermedios que nos ayudarán a crear o consolidar el camino. Solo de esta forma alcanzarás tus objetivos al final del año.
No existen baritas mágicas, si no te pones en marcha y a trabajar será un año más en el que no conseguirás tus metas. Y claro que no es algo fácil, ya que continuamos fallando porque en la gran mayoría de los casos nuestros cerebros se resisten a los cambios, pero a pesar de ello todos somos capaces de cambiar si sabemos cómo. Por ello, en el siguiente artículo quiero daros algunas claves para ser un poco más exitosos de cara a nuestros objetivos en este año que empieza.