Joan Majó: “Incorporar tecnología en clase no es cambiar el libro por la tablet, es repensar todo el modelo educativo”
Las escuelas, institutos y centros formativos están vacíos de estudiantes en pleno mes de julio, momento que aprovechan los profesores para, entre otras cosas, formarse. Bajo esta premisa, un centenar de maestros y maestras de Tecnología asistieron a la IV Jornada sobre innovación en la enseñanza de la Tecnología, ‘Posa’t les piles per la tecno’ (Ponte las pilas por la tecno), que se celebró en las instalaciones de la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual – ESEIAAT de la Universitat Politècnica de Catalunya, UPC, en Terrassa (Barcelona), organizada por Cesire, UPC, Societat Catalana de Tecnologia y Asammet.
Tras la disolución de la Sociedad de Profesorado de Tecnología de Cataluña, la Sociedad Catalana de Tecnología ha acogido al profesorado que amparaba. “Este profesorado tenía la intención de mantener las actividades y encuentros para compartir, divulgar y ponerse al día de lo que hacemos entre compañeros”, explicó Núria Salán, su presidenta. Y con este espíritu se celebró dicha cuarta jornada, estructurada en conferencia inaugural, charlas y talleres interactivos, con la intención de “mantener al profesorado motivado y así motivar también al alumnado que serán los futuros tecnólogos”.
La inauguración corrió a cargo del representante del Ayuntamiento de Terrassa, Amadeu Aguado; Xavier Cañavate, delegado del rector de la UPC-Campus de Terrassa; Núria Salán, profesora de la UPC, presidenta de la Societat Catalana de Tecnologia y miembro de Asammet (Asociación de Amigos de la Metalurgia); y Pilar Carasa, del departamento de Ensenyament de la Generalitat de Catalunya.
Pilar Carasa puso en relieve que este encuentro anual se había enriquecido con la aportación de varias instituciones implicadas: el Cesire (Centre de Recursos Pedagògics Específics de Suport a la Innovació i la Recerca Educativa), dependiente del departamento de Ensenyament de la Generalitat, la Universitat Politècnica de Catalunya, la Sociedad Catalana de Tecnología y Asammet, “un enriquecimiento que dará buenos frutos”, vaticinó Carasa.
La representante de la Generalitat también valoró la jornada como un punto de encuentro del profesorado de secundaria en un entorno universitario, para compartir experiencias, conocimientos, inquietudes e innovaciones a las que “se deberá dar recorrido” para mejorar la didáctica de Tecnología. “Los profesores de Tecnología sois profesores por partida doble: como tecnólogos sabéis transformar ciencia y conocimiento en diseñar y crear inventos que facilitan la adaptación al entorno y que satisfacen las necesidades de los seres humanos; y como profesores sabéis transformar conocimientos, ciencia e información en un producto nuevo, que es el aprendizaje competencial de vuestros alumnos y que permitirá transformar la sociedad y los alumnos en ciudadanos críticos y con valores propios”, afirmó Pilar Carasa. Además, Carasa hizo hincapié en que el “modelo tecnológico, laboral y social en el que estamos fundamentados está cambiando”, cosa que demanda que los alumnos “estén preparados para hacer frente a una sociedad que cambia en un ámbito cada vez más interdisciplinar que son las STEM y la cuarta revolución industrial. El reto para el profesorado en general es estar preparando a los que llevarán a cabo esta revolución”. Carasa concluyó su intervención celebrando que los profesores presentes estuvieran lo suficientemente implicados en su crecimiento profesional como para invertir jornadas de julio a formarse, compartir y trabajar en equipo.
Xavier Cañavate, delegado del rector de la UPC-Campus de Terrassa, destacó que este campus universitario tiene más de 4.000 estudiantes, el mayor volumen de investigación de la UPC y el mayor número de titulaciones de ingeniería de toda Cataluña. “Imaginaos la cantidad de tecnología que tenemos aquí”, comentó Cañavate. “Somos un centro muy comprometido con el sector industrial pero también con la educación. Nos consideramos ‘entrenadores’ de nuestros estudiantes que llegan aquí y los debemos situar en su máximo nivel de éxito, como si fuéramos un centro de alto rendimiento”, siguió. Pero para conseguirlo, es esencial la relación estrecha con los centros educativos antes que los estudiantes lleguen a la universidad. “Nos orgullecemos de que nuestros profesores trabajen en experiencias docentes en combinación con los profesores de secundaria y en este sentido organizamos muchas iniciativas en colaboración. Este es el camino a seguir”, concluyó.
El teniente de alcalde de Terrassa, Amadeu Aguado, recordó a los presentes que Terrassa es la primera ciudad universitaria de Cataluña después de Barcelona, con más de 10.000 estudiantes y 180 titulaciones oficiales. “Terrassa quiere ser un referente de la economía basada en el conocimiento centrado en las universidades y su entorno y su integración en parques científicos y tecnológicos, entre otros agentes. La apuesta por el conocimiento es una apuesta ganadora, revertiendo en una sociedad mejor en todos los aspectos”. Aguado recordó que el ayuntamiento de Terrassa, la UPC y el centro tecnológico Leitat son miembros fundadores del parque científico y tecnológico Orbital 40, creado en 2010, y que cuenta con cerca de 70 empresas vinculadas y constituye como uno de los 10 polos de innovación determinados por la Generalitat de Catalunya. “Orbital 40 es un ejemplo claro de lo que se puede conseguir colaborando, ya que su lema es: ‘Compartir para ganar’, del mismo modo que esta jornada también servirá para compartir ideas de mejora en la docencia de la tecnología”, afirmó el teniente de alcalde de Terrassa.
Más luces que sombras
La conferencia inaugural, ‘La tecnología, muchas más luces que sombras”, corrió a cargo de Joan Majó i Cruzate, doctor en Ingeniería Industrial por la UPC, ministro de Industria y Energía entre 1985 y 1986, actual presidente del Cercle per al Coneixement (Círculo para el Conocimiento) y vicepresidente de la Fundació Bofill. Joan Majó tituló así su ponencia porque aunque “tiene sus peligros, la tecnología, por sí misma, es buena porque los últimos cuatro siglos ha permitido el progreso y aún necesitamos que una parte de la sociedad se dedique a la generación de tecnología. Este es el mensaje que debemos transmitir a nuestros jóvenes”.
Majó recalcó durante su intervención que se debe saber situar la tecnología en nuestra vida actual: “Cuando se habla de tecnología y educación, a menudo creemos que debemos hablar de cómo debemos utilizar las nuevas tecnologías para mejorar la educación. Pero es mucho más interesante enfocar a cómo debemos situar la tecnología en la educación; no como herramienta sino como contenido. Cómo debemos transmitir a la gente joven el sentido de la tecnología en nuestra sociedad, sea para animarlos a saber utilizarla, sea para darles herramientas para evitar sus excesos y aprovechar todas sus oportunidades”.
Además, enorme necesidad de desarrollo tecnológico, no de nuevos inventos, sino que la tecnología mejore la utilidad y las finalidades para las personas, entre otras cosas para el aprendizaje. “Entrar tecnología en clase no significa cambiar el libro por la tablet; significa repensar la clase absolutamente”, afirmaba Majó, “porque hay cosas que no se pueden hacer con una pizarra y un libro y sí se pueden hacer una vez la tecnología ha abierto la puerta a todos estos campos que antes no existían”.
Tras la conferencia inaugural, Joan Majó y Núria Salán comparecieron ante la prensa, momento que nos brindó la oportunidad de pedirle que profundizara más sobre cómo repensar el aula a través de la tecnología: “Hace mucho tiempo que se habla de que no se renueva suficientemente la enseñanza. Si ahora viniera aquí una persona del siglo XVIII y entrara en una fábrica no sabría donde está, pero si entrara en un aula, sabría exactamente donde se encuentra, porque muchas clases son exactamente lo que eran hace siglos. No se trata de ‘meter’ más tecnología en el aula, se trata de que esta tecnología que hay ahora nos permite repensar cómo quisiéramos que fuera la educación, pensar mejoras en el aprendizaje y qué se puede hacer gracias a estas herramientas tecnológicas. La enseñanza debe ser ante todo aprendizaje, no sólo transmitir pensamiento, sino también habilidades, actitudes y competencias cuyo desarrollo va más allá de los conocimientos teóricos”, afirmó Majó. Con estas novedades, aplicaciones, software, una gran parte del aprendizaje es práctico y estimula mucho más al alumno. “Antes, cuando el maestro explicaba una cosa, el papel del alumno era totalmente pasivo. Cuando está investigando alguna materia a través de la tablet, el alumno es una mente activa”, concluyó Joan Majó.
Núría Salán, profesora del departamento de Ciencia del Material e Ingeniería Metalúrgica de la UPC, quiso añadir su opinión a esta cuestión basada en su experiencia. “El profesorado de Tecnología lleva mucho tiempo luchando por cambiar el sistema educativo: las clases invertidas, los MOOC, el aprendizaje activo, el aprendizaje basado en problemas, etc. que son las temáticas planeadas en las sesiones de hoy”. Salán contó su experiencia en el ámbito del servicio, una de las principales motivaciones del alumnado de esta asignatura: “Hay que borrar la imagen de la tecnología como algo que fomenta el enriquecimiento o la contaminación y contarles a nuestros alumnos que es una herramienta para vivir mejor. Y sobre las clases magistrales calcadas a siglos pretéritos que había explicado Majó, Núria Salán añadió: “Para el estudiantado, es muy cómodo sentarse y escuchar una clase magistral, pero es enseñanza epitelial, todo queda en la piel. Nosotros luchamos por una enseñanza infusionada, haciéndolos partícipes del proceso de aprendizaje, que les da más trabajo pero lo que aprendan se les quedará para siempre. Nos está costando porque hemos tenido que cambiar nuestro propio proceso educativo, pero los constantes cambios forman parte de nuestra asignatura”.
Compartir experiencias
El resto de la jornada sirvió para que más de 40 profesores de Tecnología de toda Cataluña compartieran sus experiencias en 6 campos diferentes: Tecno y STEM con proyectos interdisciplinarios, robótica y tecnología e impresión 3D, por la mañana; y programación en Tecno, centros innovadores, ludificación y trabajo por proyectos, y miscelánea, por la tarde.