Tabletas y consolas conquistan las aulas
En algunas escuelas ya utilizan la Sony PSP para aprender idiomas, la Nintendo DS en las clases de matemáticas o Kindle en ejercicios de coordinación psicomotriz. Los ordenadores portátiles ya están en el aula y poco a poco se van introduciendo otros dispositivos más móviles y ligeros como las tabletas y los smartphones, sustituyendo a los libros de texto y las libretas de apuntes.
El último informe anual Horizon Report ya apuntaba la educación móvil y en la nube (con los contenidos educativos no en los servidores de la escuela sino en Internet), así como el aprendizaje a través del juego como las tendencias de futuro cercano en educación.
Uno de los dispositivos que se está abriendo camino en las aulas con más fuerza es el iPad, por su usabilidad y sobre todo porque ofrece un amplio catálogo de aplicaciones educativas para diferentes asignaturas y niveles de estudio, muchas basadas en el juego. En una escuela de Cleveland, un profesor de lengua inglesa ha publicado recientemente un estudio que recoge los resultados del alumnado tras un año de utilizar este dispositivo. Los estudiantes utilizaron aplicaciones como WorldFlick para ampliar su vocabulario o Puppet Pals y ToonTastic para aprender literatura. A final de curso, según el profesor Jim Harmon, los estudiantes demostraban niveles más altos en comprensión de textos así como un mayor interés por asistir a clase de lengua y en los exámenes finales obtuvieron puntos más altos en lectura y escritura frente a otras clases que no habían usado la tableta de Apple (85% y 92% de aprobados frente a un 79% y un 84% respectivamente).
Este tipo de dispositivos móviles aplicados a la educación responden a la creciente demanda de una educación más personalizada, la posibilidad de aprender en cualquier momento y lugar. Sin embargo, este auge de las nuevas tecnologías en las aulas despierta también escepticismo entre los expertos en innovación educativa. El profesor Juan Freire explicaba en un artículo para el Centro del Conocimiento de Tecnologías Aplicadas que la introducción de las TIC está dejando a un lado cuestiones sobre el diseño de la tecnología que se utiliza, "¿qué tipo de prácticas y valores soportan? ¿usan software libre o propietario? ¿permiten la modificación e instalación de nuevo software?". Explica Freire que para pensar en el uso de las TIC en educación, “quizá sea mejor reflexionar primero sobre cómo queremos que nuestros estudiantes aprendan” para diseñar luego el contexto tecnológico.
