El 76% de los educadores europeos considera la tecnología colaborativa clave para una enseñanza eficaz
Se afirma desde Epson que la tecnología está impulsando la necesidad de cambios en los sistemas educativos de toda Europa. Sin embargo, a pesar de ser la educación una de las principales prioridades de la estrategia global de Europa en 2020; y de que la UE contase con un aumento de un 1% en el presupuesto educativo entre 2012 y 20131, la Comisión Europea ha constatado que sólo la mitad de los alumnos de 16 años se encuentran en “escuelas con un equipamiento digital considerable”.
La Comisión Europea ha llegado también a la conclusión de que la potenciación del desarrollo profesional de los docentes es de gran trascendencia y parecer ser una condición imprescindible para que se dé un uso eficaz y efectivo de las infraestructuras disponibles.
En el pasado, los profesores eran los únicos que aportaban la información en la clase. Hoy hay muchos más agentes en el proceso, pues los propios estudiantes pueden compartir entre sí información a un nivel nunca antes visto, gracias a los recursos que están disponibles en una amplia variedad de fuentes online. Ésta es quizás la explicación de por qué una de las tecnologías en que más invierten muchos centros de enseñanza sean los proyectores (84%) y las pizarras interactivas (82%), según una encuesta del T.H.E. Journal, en la que más del 90% de los encuestados también valoraba estas tecnologías como las más eficaces a la hora de mejorar el aprendizaje de los alumnos. Herramientas como los proyectores interactivos proporcionan un modo de compartir el contenido digital a gran escala, lo que ayuda a que la educación sea una experiencia eficaz y efectiva tanto para profesores como para alumnos, además de hacer que la información cobre vida.
Con el uso de un solo proyector, una clase entera puede ver, comentar y editar contenido colectivamente y trabajando en equipo. Con los proyectores interactivos, los alumnos pueden aprender y enseñarse unos a otros, poner ideas nuevas sobre la mesa y forjar vínculos más fuertes entre sí. Esta tecnología también anima a los estudiantes a hablar en las aulas, a poner en común pensamientos e ideas y a crear una experiencia de aprendizaje más intensa. Además, los alumnos se hacen más responsables de su propio aprendizaje y de la experiencia de aprendizaje de sus compañeros.