Entrevista a Jon Olabarria, director general de AEA
Arnau Viñeglas
18/10/2022¿Qué labores desarrolla AEA como asociación, cuáles son sus objetivos?
La Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA) es una asociación sin ánimo de lucro que desempeña la adecuada representación de la industria española del aluminio y vela por la defensa de sus intereses globales. Actualmente representamos a más de 600 empresas del sector.
Nuestro principal objetivo es llevar el mensaje de nuestro sector a todas las partes interesadas como parte de la solución a los desafíos que nuestro mundo tiene planteados:
- El compromiso de nuestra industria con el desarrollo sostenible en sus tres vertientes, la medioambiental, la económica y la social.
- La eficiencia energética durante toda la vida de los productos de aluminio.
- El reciclado al final de la vida útil de los productos tantas veces como se recuperen y sin perder nunca sus características.
Veteco vuelve a celebrarse después de cuatro años desde su última convocatoria. ¿Qué representa para el sector de la ventana de aluminio volver a la feria más importante del sur de Europa en este ámbito?
Pues, sin duda, es una gran noticia para todo el sector de la ventana y, en consecuencia, para la industria del aluminio también. Echábamos de menos ferias y eventos de este calado e importancia que, por la situación de pandemia, se han visto paralizadas en los últimos años. Desde la Asociación estamos seguros de que las expectativas que el sector tiene puestas en Veteco no se verán defraudadas.
El aluminio es uno de los materiales tradicionales en nuestro país en la confección de ventanas y fachadas. ¿Qué papel tiene en la actualidad este material en la fabricación de cerramientos?
El aluminio, por sus muchas características y prestaciones, tiene un papel fundamental en el sector del cerramiento y es, a día de hoy, uno de los más demandados. Además, cumple a la perfección con las nuevas normativas que, cada vez más, exigen unos estándares más altos en cuanto a eficiencia, circularidad y respeto ambiental.
El nuevo modelo que planteó la última actualización del CTE, por ejemplo, resulta muy interesante, ya que entra a considerar la eficiencia de una edificación a nivel global y no considerando cada uno de los elementos por separado. En otras palabras: en adelante, cuando se trate de mejorar la eficiencia energética de un edificio y, en general, sus parámetros de respeto medioambiental, deberemos pensar en un trabajo colaborativo; una contribución global de todos los elementos integrantes de los nuevos proyectos de edificación.
Señalar, asimismo, que dentro de la propuesta de la Unión Europea para un Pacto Verde Europeo -o ‘Green Deal’- que mitigue el cambio climático y evite las emisiones de CO2, la circularidad juega un importante factor. Y en este sentido, el aluminio se postula como el material más indicado para un futuro que se rija por los principios de la Economía Circular. Y es que el aluminio es casi cuatro veces más circular que el plástico y cerca del doble que la madera.
También cabe mencionar el ‘Plan de Acción de Economía Circular’ planteado desde European Aluminium (el sector del aluminio a nivel europeo), donde se dibuja la estrategia con el fin de lograr una economía circular en 2030; un plan que AEA abandera como modelo para un futuro con menos residuos y menos emisiones. El plan tiene como objetivo garantizar que todos los productos de aluminio, al final de su vida útil, sean recogidos y sean reciclados de manera eficiente dentro de Europa. Con ello, además de todas sus implicaciones en materia de sostenibilidad, se maximizarán las ya elevadas tasas de reciclaje de aluminio dentro de nuestro continente, donde se mantendrá el máximo nivel de material en uso activo.
Las ayudas a la renovación energética de los edificios están siendo uno de los principales impulsores del sector a día de hoy. ¿En qué manera las ventanas de aluminio colaboran en la mejora energética de las viviendas?
Una ventana, por ejemplo, será eficiente energéticamente cuando garantice unas prestaciones mínimas en cuanto a valores como el factor solar, la transmisión térmica y la permeabilidad al aire. Y aquí, algunos de sus elementos como el material elegido para la estructura o el vidrio, tienen mucho que decir. En este sentido, la ventana de aluminio con rotura de puente térmico se presenta la mejor opción a nivel energético y de confort final para el usuario.
En el caso de las ventanas de aluminio, estas cumplen de sobra con los valores U más restrictivos, garantizando confort interior y ahorro energético, a la vez que contribuyen con su acción a lograr los objetivos globales de todos los componentes de la envolvente de un edificio.
Del aluminio destacan su durabilidad, su capacidad aislante, la escasa necesidad de mantenimiento, su versatilidad y maleabilidad, pero también su dureza y resistencia, que favorecen la seguridad de los espacios. Es por ello que las fachadas en aluminio también son una buena elección cuando lo que se busca es una eficiencia energética suficiente que ayude a conseguir los objetivos marcados.
Y no solo eso; el aluminio contribuye a mejorar la eficiencia energética de los edificios, a hacerlos más confortables, más duraderos, de mayor calidad y a que tengan un menor impacto ambiental, ya que sus componentes se pueden reciclar o reutilizar, por lo que son más sostenibles.
En definitiva, el aluminio facilita la adaptación del sector de la construcción a la estrategia de sostenibilidad económica, energética y medioambiental, marcada en las normativas actuales, haciéndolo imprescindible en el camino hacia la implantación de un modelo de Economía Circular.
¿Cómo está afectando la crisis de materiales y su encarecimiento al aluminio? ¿En qué grado estas anomalías repercuten en el bolsillo del usuario a la hora de renovar las ventanas de su vivienda?
Ante todo, debemos señalar que la crisis de materiales, el aumento de los costes energéticos y otros aspectos, son algo que está afectando y repercutiendo en todos los productos, sean del material que sean (aluminio, PVC, madera, vidrio…).
Dicho lo cual, el momento actual ha puesto sobre la mesa varios desafíos para nuestro sector, algunos de ellos de profundo calado. No obstante, también vemos en estos retos una serie de oportunidades que, si sabemos interpretarlos de esa forma y trabajar en la buena dirección, nos pueden reportar ventajas relevantes. Los más urgentes y de mayor calado son la sostenibilidad medioambiental, la optimización en el consumo de energía y el mantenimiento de las fuentes de suministro. También el de la recuperación económica tras la crisis que deja tras de sí la pandemia, especialmente en nuestro país, con una de las economías más dañadas por la crisis sanitaria. Por fortuna, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia parece que comienza a ponerse en marcha, dentro del que esperamos que el Aluminio sea una de las soluciones que se contemplen en todo lo relacionado con un futuro más sostenible y eficiente.
Asimismo, enfrentamos un horizonte en el que debemos encontrar nuevas fuentes de suministro, para lo cual debemos apostar por recursos lo más cercanos posibles. Para ello también debemos invertir por una industria propia, que indudablemente favorecería a nuestra economía y a las empresas del sector secundario, dotándolo de mayor estabilidad y reduciendo costes y volumen de emisiones.
Hay aún más retos que tenemos que abordar, pero estos son, desde la industria que representamos, los más urgentes y de mayor calado.
En AEA también está representado el sector de los recubrimientos y acabados de superficie. ¿Cuáles son las inquietudes de las empresas del sector, cómo defiende AEA sus intereses?
En cuanto a este grupo de nuestras empresas asociadas, resaltar que no dejan de esforzarse por suministrar sus productos manteniendo los altísimos estándares de calidad que se exigen en los mercados e incluso superándolos. Todo ello siendo cada vez más flexibles y adaptándose a las necesidades y exigencias de los clientes.
Las inquietudes del sector las definen, al fin y al cabo, los desafíos que tenemos por delante y de los que acabamos de hablar. Son retos que afrontamos y abordamos desde AEA, en representación de la industria, con la máxima rigurosidad. Se trata de poner sobre la palestra y en el canal del discurso público (y privado, con otros agentes), el valor añadido que ofrece nuestro sector y la situación que atraviesa; para defender sus intereses globales.
Finalmente, ¿hacia dónde se dirigen las tendencias de la industria del aluminio para ventanas y cerramientos, en qué innovaciones técnicas se está trabajando?
Desde el sector se están consiguiendo marcos de ventanas cada vez más finos manteniendo las mismas prestaciones que los de mayor grosor, siguiendo las tendencias actuales en arquitectura, diseño e interiorismo. Algo con lo que se busca lograr un mayor paso de la luz y permitiendo mayor luminosidad sin perder en aislamiento térmico. Estas prestaciones, manteniendo la resistencia y la estanqueidad a lo largo del tiempo, solo pueden conseguirse en aluminio.
En resumen, el aluminio permite adecuarse a todos los tipos de diseño, aunando infinitas opciones en acabados; es decir, representa las máximas posibilidades creativas y de calidad en arquitectura.