No te lo creas: huye de los medios
1 de septiembre de 2010
El tiempo: Dedicamos a las previsiones del tiempo más tiempo que nunca antes en el tiempo. Preguntamos a los que nos rodean, consultamos páginas especializadas en Internet, hacemos lo posible por estar ante el televisor a la hora del tiempo e incluso planificamos muchas actividades en función del tiempo. Y resulta que el margen de error de las previsiones meteorológicas es elevado, demasiado para la importancia que han adquirido en esta cultura del tenerlo todo controlado. Tiene para sí el que suscribe que no es que haya buenos y malos hombres y mujeres del tiempo, que todos se deben de nutrir, seguramente, de unas fuentes a las que todos tienen acceso, sino que la superabundancia de información a la que estamos sometidos los ciudadanos del siglo presente obliga a dar estas informaciones como definitivas, aún cuando los que las emiten saben que la madre naturaleza, al final, hace lo que le da la gana, cambia el viento, lo ralentiza o lo acelera y nos deja con la barbacoa con los amigos pasada por agua.
La economía: Dedicamos a las previsiones del futuro económico más tiempo que nunca antes en el tiempo. Preguntamos a los que nos rodean, consultamos páginas especializadas en Internet, hacemos lo posible por estar ante el televisor a la hora de la información económica e incluso planificamos muchas actividades en función de lo que dicen que va a ocurrir. Y resulta que el margen de error de las previsiones del comportamiento de la economía es elevado. Claro que aquí el que suscribe se muestra un poco más confuso y no sabe qué pensar: si vivimos rodeados de una gran mentira, si los medios dan una credibilidad excesiva a los que se atreven a vaticinar, que son muchos, si simplemente hay que dedicar un número determinado de tiempo o espacio a las informaciones sobre lo que va a ocurrir y todo vale para cubrir ese espacio informativo o incluso, y se me perdone el atrevimiento, si cada una de esas informaciones tiene el objetivo de favorecer a alguien. Es difícil saberlo, pero estaremos todos de acuerdo en que las informaciones sobre la crisis, la salida de la crisis y similares es extremadamente absurda. Un día los grandes como EE UU y Alemania empiezan a presentar datos positivos, eso nos dicen, otro día vuelve el pesimismo porque los mercados se han comportado de forma inesperada, la semana siguiente China será el rey del mundo y un mes más tarde todo lo anterior ha caducado y los discursos son diferentes. Por no hablar de España, donde todo ‘is different’.
Urge fomentar el alejamiento de la población sana de los medios de comunicación que, sean buenos o malos, son los que transmiten todo este lío. Vamos a centrarnos en Interempresas, que estos sí que saben, y dedicar el resto del día a la barbacoa al sol e incluso, si me apuran, a trabajar un poquito.