155.362 visitantes de 120 países y un total de 1.600 empresas expositoras son algunas de las cifras de EMO Milán 2015

Después de seis años, EMO, la exposición mundial itinerante dedicada al mundo de la transformación de los metales, que alternativamente se celebra en Hannover y Milán, tuvo lugar del 5 al 10 de octubre en la ciudad italiana. Si cuando la cita es en Hannover (dos ediciones seguidas) Cecimo, propietaria de la marca EMO, encomienda la organización a la asociación alemana VDW, en ese caso fue la italiana Ucimu la que tuvo la responsabilidad de organizar la feria más importante del mundo para el sector de la máquina-herramienta.

Efectivamente, después de seis años, la EMO volvió a Milán y lo hizo recibiendo a 155.362 visitantes de 120 países y con un total de 1.600 empresas expositoras, el 12% más que en la edición anterior (2009), en representación de 42 países. Todo ello ocurrió en 12 de los pabellones de la feria de Milán que ocupan un total de 120.000 metros cuadrados de superficie expositiva neta, un 26% más que la superficie ocupada en la edición del 2009. Según datos de la organización se expusieron más de 6.000 máquinas, por un valor superior a 500.000 millones de euro, entre máquinas herramientas, sistemas de producción, robótica y sistemas de automatización industrial. Como curiosidad, el stand más amplio contaba con una superficie de más de 4.000 metros cuadrados, y el más pequeño de 20 metros cuadrados.

El ambiente, entrando ya en consideraciones subjetivas, fue positivo. Se pudo palpar la mejor situación de la economía internacional, lo cual se puso de manifiesto también en ese importante aumento de visitantes, que superó las previsiones previas a la feria. Como es habitual en este tipo de ferias, el primer día registró un número de visitantes discreto, pero los pasillos fueron llenándose de profesionales conforme iban pasando los días. Todos ellos pudieron ver, a grandes rasgos, como se van extendiendo tecnologías que hasta hace no muchos años eran territorio exclusivo para los fabricantes con un gran potencial de desarrollo y para empresas de mecanizado con alto poder adquisitivo. Hoy, los compradores deben analizar en profundidad sus inversiones pero saben que no pueden perder el tren de la tecnología. Y si la EMO destaca por algo, es precisamente por mostrar lo más avanzado de la técnica, el presente más tecnológico e incluso técnicas actuales que probablemente no serán una realidad masiva hasta un futuro próximo. Sorprende ver, por ejemplo, el creciente protagonismo del software en la feria y la paulatina aproximación de los fabricantes a aplicaciones que se asemejan a lo que los usuarios finales están acostumbrados a manejar en sus teléfonos inteligentes.

La próxima cita de la EMO será en 2017 Hannover y Milán no la acogerá de nuevo hasta el 4 de octubre de 2021.