El apoyo a la inversión y un marco normativo común, bases para impulsar la circularidad de la movilidad eléctrica

Expertos en reciclaje de baterías destacaron el 12 de junio en Madrid los desafíos a los que se enfrenta el sector en el tratamiento de baterías de litio, subrayando los esfuerzos y recursos invertidos por diversas empresas para asegurar soluciones de reciclaje eficaces para estos residuos peligrosos. Según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, España aspira a tener 540.000 vehículos eléctricos y enchufables en circulación para 2025.

En las III Jornadas Economía Circular con Propósito, organizadas en Madrid por la división de Economía Circular de Ilunion, se discutió el futuro del reciclaje de baterías de litio. Este evento se realizó tras la aprobación del reglamento UE 2023/1542 sobre baterías y pilas y sus residuos.

El comisionado para la Economía Circular del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Alejandro Dorado, inauguró el encuentro. Dorado afirmó que “la Economía Circular creará nuevos mercados y líneas de negocio relacionadas con el ecodiseño, la reutilización, la remanufactura y el reciclaje, además de mejorar la trazabilidad y la servitización. Se espera la creación de al menos 70.000 empleos hasta 2030 en España, impulsados por el Perte de Economía Circular, que cuenta con casi 500 millones de euros y una línea específica para equipos de energías renovables, incluidas las baterías”.

Durante las jornadas, representantes de empresas y administraciones analizaron las oportunidades y retos del reciclaje de baterías. Pedro Antonio Martín, director general de Ilunion Economía Circular, destacó la importancia de un marco normativo y técnico común en todos los estados miembros. “El reciclaje de baterías de litio no solo asegura la sostenibilidad de la movilidad eléctrica, sino que también genera nuevos empleos”, comentó.

Ilunion está desarrollando una planta de reciclaje de baterías de litio en el Parque Tecnológico de Boecillo, Valladolid, con una capacidad de tratamiento de 6.000 toneladas anuales y la creación de entre treinta y cuarenta empleos. Esta planta utilizará tecnología LFP (litio ferro fosfato) para extraer y procesar materiales con la pureza necesaria para fabricar nuevas baterías.

Toni Massot, jefe del proyecto Novolitio de Urbaser, subrayó que el reciclaje de baterías de litio es esencial para una transición energética sostenible, evitando el agotamiento de recursos y desplazando el impacto ambiental y social a otras regiones. Raúl Yuste, Global Key Account Manager Battery Recycling de BASF, enfatizó la necesidad de expandir la industria de reciclaje de baterías en Europa para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas y satisfacer la creciente demanda. Yuste llamó a los responsables políticos a simplificar el marco regulatorio y apoyar la inversión en grandes proyectos industriales.

María Jesús Kaifer, directora Técnica y de Desarrollo de FCC, señaló que el aumento en las ventas de vehículos eléctricos debe ir acompañado del desarrollo de plantas de reciclaje de baterías de litio. Kaifer destacó el compromiso de FCC con el reciclaje de componentes de la transición energética, enmarcado en su Estrategia de Sostenibilidad 2050.

La segunda mesa redonda presentó casos de buenas prácticas empresariales en Economía Circular, con intervenciones de Nacho García-Valdecasas de Amazon, Francisco Botía de Fundación Inserta Innovación, Juan Meijide de Insertega y Raúl Espinosa de SQRUPS. El evento fue clausurado por Rubén Rodríguez, viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de Castilla y León.

Esta jornada subrayó la importancia de un marco normativo común y el apoyo a la inversión para avanzar hacia una movilidad eléctrica sostenible, fomentando el reciclaje de baterías y la creación de nuevos empleos en el sector.