Los satélites LEO revolucionan Internet
DE-CIX, principal operador mundial de puntos de intercambio de Internet, explica algunas de las claves sobre cómo funciona esta solución y el papel que tienen en la democratización del acceso a Internet en todo el mundo:
¿Qué son los satélites LEO y cómo funcionan?
Los satélites LEO desempeñan un papel similar al de las torres de telefonía móvil y se comunican con una estación terrestre en la Tierra. Tal y como indican sus siglas, Low Orbit Earth, estos satélites tienen otras ventajas sobre los que están en órbitas más altas (geoestacionarios) porque están más cerca de la superficie de la Tierra. Esto significa que los datos no tienen que viajar tan lejos, acortando el tiempo que tardan en llegar a su destino y reduciendo así la latencia para los usuarios que se conectan desde la Tierra.
Además, tienen también ventajas económicas respecto a otro tipo de satélites o a los despliegues de fibra terrestre que se realizan en zonas periféricas, porque su construcción es menos costosa.
Volviendo a la analogía con las torres de telefonía móvil, el intercambio de datos es el mismo que se produce cuando un teléfono móvil se conecta a diferentes torres como, por ejemplo, cuando se conduce por la autopista. La diferencia en el caso de los satélites LEO es que las torres de telefonía móvil (satélites) se mueven mientras que el teléfono móvil (estación terrestre) está parado.
Como los satélites LEO orbitan la Tierra tan rápidamente, siempre debe haber suficientes satélites para garantizar un acceso ininterrumpido, con tiempo suficiente para que la estación terrestre complete el traspaso al siguiente satélite antes de que el satélite precedente desaparezca en el horizonte.
Los satélites LEO desempeñan un papel similar al de las torres de telefonía móvil y se comunican con una estación terrestre en la Tierra. Foto: DE-CIX.
La latencia: el desafío para llevar la conectividad desde el espacio al hogar
Los proveedores de Internet por satélite tienen el desafío de ofrecer una conexión estable, por un lado, conectando la red de satélites a Internet, ya que de por sí no lo tienen, y, por otro lado, realizar la conexión con el usuario final en la región que lo necesite.
En este punto, entra en juego el papel de los puntos de intercambio de Internet para reducir la latencia, ya que el recorrido que realizan los datos es muy largo y esto se traduce en una latencia muy alta. Estos nodos ofrecen a los proveedores de Internet por satélite la posibilidad de conectarse a un gran ecosistema de interconexión, donde enlazar con las grandes redes de distribución de contenidos, proveedores de servicios cloud y redes empresariales, de modo que sus usuarios puedan acceder a Internet con la menor latencia posible.
La alternativa a la fibra óptica en zonas rurales
Las empresas y ciudadanos de lugares alejados de núcleos de población tienen dificultades para digitalizarse ahora que es más necesario que nunca. Los centros educativos, por ejemplo, carecen de un acceso a Internet adecuado o el único acceso es a través de redes de cobre y, en el mejor de los casos, de enlaces por satélite geoestacionarios, lo que se traduce en velocidades de Internet tan lentas de menos de un megabit por segundo y una latencia de hasta 400 milisegundos, cuando la latencia máxima para una buena experiencia de usuario de las aplicaciones digitales actuales es de 65 milisegundos o menos.
Para desplegar una red que se conecte a un satélite LEO en estas regiones es tan sencillo como contar con un pequeño centro de datos que actúe de estación terrestre y éste conectarlo a través de cable local o por redes móviles a los usuarios finales.
“La infraestructura de Internet está creciendo con diferentes soluciones para garantizar un acceso a Internet de calidad a los usuarios y empresas en cada rincón del mundo. Los satélites LEO son una de estas innovaciones que, combinado con un buen ecosistema de interconexión, pueden revolucionar el futuro de Internet”, afirma Ivo Ivanov, CEO de DE-CIX International.