Redimensionar los SAIs: un imperativo en los centros de datos

Victor Gago, Secure Power ET Channel & FS Sales Manager de Schneider Electric

28/07/2021

Los centros de datos deben modificarse y adaptarse de forma periódica para satisfacer los objetivos empresariales conforme evolucionen. La modernización de las instalaciones de los centros de datos es un importante factor competitivo y, si se ejecuta apropiadamente, es un elemento clave para proporcionar un mejor servicio a los clientes.

Según un informe del Uptime Institute, casi un tercio (31%) de las empresas han experimentado una interrupción IT no planificada o un empeoramiento importante del servicio en el último año. Algo que sale muy caro: alrededor del 33% de los fallos cuestan más de 212.153 €. También implica no aprovechar los avances tecnológicos que permiten que los centros de datos sean más eficientes, más fáciles de gestionar y rentables.

Hay tres áreas fundamentales que se deben tener en cuenta a la hora de modernizar un centro de datos: el hardware de equipos (eléctricos y mecánicos), los sistemas de gestión de software y los programas de operación y mantenimiento. En este artículo nos centraremos en los sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI).

Cambia el tamaño de los SAI

La actualización de los SAI de un centro de datos permite aumentar la fiabilidad y la eficiencia y reducir costes. Es probable que las cargas de hace 10 años sean muy diferentes a las actuales: pueden haber aumentado o disminuido sustancialmente, en función de factores como posibles fusiones y adquisiciones, que aumentan la carga de trabajo; o también debido a la adopción de tecnologías que reducen el tamaño de los servidores físicos y migraciones a la nube.

Por todo ello, las organizaciones necesitan dimensionar adecuadamente sus SAIs en función de los requisitos de capacidad presentes y futuros. Por este motivo en Schneider Electric hemos desarrollado una herramienta, la Calculadora de modernización de SAIs, que ayuda a las empresas a determinar si deben mantener su SAI o reemplazarlo, en función de sus costes actuales y sus nuevas necesidades.

Cuenta con menús “desplegables”, fáciles de usar, en los que los gestores pueden introducir el nombre, el modelo y el tamaño de su SAI, además de sus costes de mantenimiento y electricidad, y luego calcular los potenciales ahorros. Por ejemplo, una empresa que esté transfiriendo aplicaciones y almacenamiento a la nube, podría considerar reemplazar su SAI de 240 kW por un modelo más pequeño y eficiente de 100 kW. La calculadora, en este caso, demostrará ahorros de 127.292,25 € en 10 años.

En muchos casos, las últimas tecnologías permiten simplificar las operaciones y ampliar funcionalidades, algo que debe tenerse muy en cuenta a la hora. Un SAI con una batería de iones de litio (Li-Ion), por ejemplo, es una mejora tecnológica con respecto a las baterías VRLA. Garantiza una mayor duración de la batería, lo que se traduce en menores costes de mantenimiento y de piezas, y el SAI se reduce en tamaño entre un 50% y un 80% y un peso tres veces menor.

En definitiva, modernizar la infraestructura física del centro de datos puede tener un gran impacto en la reducción de gastos operativos (OPEX). Los nuevos SAIs son más eficientes, más compactos y, desde una perspectiva de servicio y soporte, también disminuyen el riesgo de tiempos de inactividad, proporcionando más tranquilidad a los gestores del centro de datos.