¿Hacia una industria sin hilos?
TECNOLOGIA INALAMBRICA
Las tecnologías de radio inalámbricas se vienen utilizando en el ámbito doméstico desde primeros del nuevo siglo, pero su aplicación en los procesos industriales se produjo con posterioridad.
La mayor parte de las tecnologías inalámbricas que se utilizan en el entorno doméstico trabaja a 433 megahercios; es, por ejemplo, la tecnología que se usa en los mandos a distancia o en los portones de los garajes. Se trata de frecuencias bajas, muy susceptibles a las interferencias, sobre todo cuando hay muchos equipos operando en un espacio reducido, como es el caso del sector industrial. A modo ilustrativo vale citar, que cualquiera de los elementos de la soldadura por arco produciría interferencias. Así pues, esas tecnologías no resultaban válidas para el entorno industrial.
Pero ha sido la introducción masiva de las tecnologías inalámbricas tanto en el sector doméstico como en las oficinas, lo que ha hecho posbile la aparición de soluciones inalámbricas avanzadas a precios reducidos. Esta evidencia, junto a la estandarización promovida por las empresas del sector de las telecomunicaciones en el ámbito de las comunicaciones inalámbricas de corto alcance (802.11, Bluetooth, ZigBee (1), RFID) ha permitido una incipiente penetración de las mismas en los procesos industriales.
Tras el paso de la tecnología analógica a la digital, la industria tiene ante sí una nueva revolución, un salto tecnológico que llevará de la tecnología digital cableada a la tecnología wireless. ¿Dará la industria el paso definitivo? Y, lo más importante, ¿dar el paso comporta riesgos, o son todo ventajas? Juzguen ustedes.
En principio, el ámbito donde se prevé que esta tecnología cobre más fuerza es en domótica debido a diversas características que lo diferencian de otras tecnologías, como su bajo consumo, su topología de red en malla y su fácil integración (se pueden fabricar nodos con muy poca electrónica).
Wireless, para qué y para quién
Las aplicaciones inalámbricas son útiles en cualquier sector industrial y cualquier tipo de planta, pero, sobre todo, resuelve un problema, hasta ahora insalvable, en el caso de que exista la necesidad de llevar una señal de un lado a otro y no sea posible tirar un cabe; en este sentido refinerías de petróleo, estaciones de bombeo o depuradoras de agua, ejemplifican la espectacular aportación de las tecnologías inalámbricas.
Por otro lado, estas tecnologías tienen mucho que aportar cuando interviene el factor movilidad. En las plantas industriales los autómatas van, vienen, rotan, suben, bajan, los robots andan soldando y las pinzas realizan movimientos a todos lados; entre tanto hay que recoger las señales y enviarlas con fiabilidad y precisión al sistema que controla todo el proceso. Eliminar, por ejemplo, un cable de señales que está permanentemente en movimiento y viéndose sometido a desgaste y rotura, constituye una enorme ventaja. Como vemos, no es sólo una cuestión de eliminar hilos, sino que la transmisión de informaciones procedentes de dispositivos de campo aumenta la fiabilidad de las instalaciones y abre un vasto campo a la hora de diseñar maquinaria con partes móviles.
En cuanto al tipo de datos a manejar, podríamos clasificar los requerimientos de la industria en tres niveles. La función más simple serían las señales punto a punto, que sirve para saber desde un punto, si algo está activado o no en otro punto a distancia.
Después encontramos la integración de señales de entrada y salida inalámbricas integradas en un bus de campo; poder colocar aparatos que recojan las señales de las partes móviles de las máquinas y las envíen de forma inalámbrica a la estación central, aumenta la comodidad, la fiabilidad y la precisión en la movilidad de tales dispositivos móviles. En el estadio más complejo se situaría la transmisión de datos, como por ejemplo cámaras de vigilancia sobre Ethernet, autómatas comunicándose entre ellos o alguien programando un autómata desde un portátil.
Algunas ventajas
Una de las ventajas que la industria de procesos puede obtener de las comunicaciones wireless es la facilidad que éstas ofrecen para las tareas de diagnóstico; poder reunir información de cualquier punto del proceso sin el coste de los cables y de la infraestructura que estos precisan, además de los frecuentes cambios que requiere la instalación de cableado, constituye uno de los mayores beneficios. Otro elemento significativo es que, como los sistemas wireless no precisan de instalación, tomar la decisión de invertir en ellas resulta más fácil, ya que es posible implementar progresivamente un único transmisor wireless en distintos entornos y aplicaciones. En este sentido cabe comentar que una estación base wireless puede soportar 42 dispositivos diferentes para medir y monitorizar variables como temperaturas y presiones.
Determinados fenómenos atmosféricos influyen en la señal, como es el caso de la lluvia; una lluvia copiosa, de aproximadamente 50l por m_/h, se corresponde con una atenuación 0,02dB/km. Otro ejemplo es el viento. El viento fuerte no influye sobre la señal de radio pero sí puede tener un efecto mecánico sobre las antenas. Un pequeño desplazamiento de éstas de unos pocos cm puede suponer la pérdida del enlace de radio ya que ese desplazamiento se traduce en metros a varios kilómetros de distancia.
En realidad, Wi-Fi es una marca de la Wi-Fi Alliance (anteriormente la WECA: Wireless Ethernet Compatibility Alliance), la organización comercial que adopta, prueba y certifica que los equipos cumplen los estándares 802.11. Wi-Fi es un sello que sirve para certificar que un producto cumple con los estándares 802.11. WiFi hace referencia al sistema de comunicación WLAN, la alternativa inalámbrica a las redes LAN cableadas; en definitiva a una red inalámbrica de área local.
Bluetooth versus Wi-Fi
El nombre de Bluetooth viene de Harald Bluetooth, un Vikingo y rey de Dinamarca entre los años 940 a 981, que unió Dinamarca y Noruega, y que fue reconocido por su capacidad de ayudar a la gente a comunicarse?
Características
El Bluetooth es un sistema con un estándar bien establecido (estandarizado según IEEE 802.15.1), trabaja en una banda de frecuencia de 2.4 GHz y pueden usarse globalmente gratuitamente y sin licencia. Se trata de una tecnología de transmisión rápida FHSS, con 79 canales y 1.600 saltos de frecuencia por segundo, lo que hace de él un sistema muy fiable en entornos industriales.
El estándar Bluetooth ofrece un alto grado de seguridad de los datos (encriptación de 128-bit, autentificación y aparatos ocultos). Asimismo, trabaja con regulación automática de potencia de transmisión y dispone de corrección de errores integrada (FEC), en torno a un 1.2% BER (tasa de error de bits), de modo que la necesidad de repetición de paquetes está virtualmente eliminada.
Características
Estandarizado según IEEE 802.11, el WLAN es también un sistema estable, que trabaja en bandas de frecuencia de 2.4 GHz y 5 GHz y, como en el caso del Bluetooth, puede usarse globalmente gratuitamente y sin licencia. Con tecnología de transmisión DSSS, cuenta con entre 11 y 13 canales, 3 de los cuales no se solapan.
El WLAN ofrece un muy alto grado de seguridad de datos, gracias a los mecanismos de encriptación y autentificación, una transmisión transparente de protocolos IP, y un gran ancho de banda, hasta 54 Mbps (aproximadamente 25 Mbps neto).
WiMax significa Worldwide Interoperability for Microwave Access, (Interoperabilidad Mundial para Acceso por Microondas). Es un estándar de transmisión inalámbrica de datos (802.16 MAN) que proporciona accesos concurrentes en áreas de hasta 48 km de radio y a velocidades de hasta 70 Mbps, utilizando tecnología que no requiere visión directa con las estaciones base.
WiMax es un concepto parecido a Wi-Fi pero con mayor cobertura y ancho de banda. Wi-Fi fue diseñado para ambientes inalámbricos internos como una alternativa al cableado estructurado de redes y con capacidad sin línea de vista de muy pocos metros. WiMax, por el contrario, fue diseñado como una solución de última milla en redes metropolitanas (MAN) para prestar servicios a nivel comercial.
Aunque la tecnología de identificación por radiofrecuencia RFID ya está siendo implantada en entornos industriales, especialmente en aplicaciones como el control de la cadena de suministro y producción, su uso se ha extendido también a los controles de seguridad gracias a las posibilidades que ofrece. Las funcionalidades de ubicación aplicadas a la tecnología RFID permiten emitir alarmas y saber el punto exacto donde se han producido. Esta facilidad puede aplicarse tanto a la protección de personas como a las labores de mantenimiento. Una de las aplicaciones con más éxito consiste en la implementación de RFID activo para el control de maquinaria móvil o para garantizar que no se producen pérdidas de inventario valioso. Si un activo sobrepasa un límite, puede enviarse una alarma y tomar acción en ese preciso momento. De igual manera, puede ubicarse maquinaria móvil evitando búsquedas innecesarias.
Cuestión de mercado
En este sentido, WLAN y Bluetooth están muy bien posicionadas; se trata de tecnologías con estándares estables y sólidamente establecidos, que se han impuesto en el mercado a través de la electrónica de consumo y en la empresa, requisitos necesarios para que una tecnología se adopte en la automatización industrial. Sólo una vez garantizada la viabilidad de la tecnología y su disponibilidad a bajo coste es cuando dicha tecnología entra en la industria. Para que una tecnología sea adoptada, pues, por sector industrial debe tener la garantía de un estándar estable, haber demostrado su efectividad después de haber sido puesta a madurar en el mercado del gran consumo y estar lo suficientemente amortizada para disponer de ella a precios razonables.
Hoy se están llevando a cabo numerosas investigaciones con nuevos sistemas inalámbricos, pero a estos todavía les queda por resolver gran número de cuestiones reguladoras, demostrar sus prestaciones en el terreno práctico y solucionar los problemas que surgen de operar en la misma banda de frecuencia que otros sistemas inalámbricos, de modo que no vale la pena esperar a que lleguen, al fin y al cabo, está claro que WLAN y Bluetooth han llegado para quedarse.