Conversaciones con un ‘bot’: Le he perdido el miedo

Bot de Rainbow. Está claro que las controladoras físicas no van a poder realizar una escalación suficiente para acomodar todo el tráfico de clientes, o si lo hacen, tendrá que ser a un precio bastante prohibitivo para los humanos.

¿Más?

Bot. Eso es fácil de responder para mí, que sé lo que explican los analistas y lo que algunos proveedores de tecnología piensan: tal proliferación de dispositivos y amenazas de seguridad hace necesario abordar el control del tráfico en la parte más cercana al acceso (ya te dije antes: en los propios puntos de acceso). No se debe mover el tráfico hacia controladoras cada vez más costosas, que deberían aumentar constantemente su capacidad de proceso y cifrado para absorber el cada vez mayor tráfico WLAN.

¿Más? Bueno, sigo. Por ello el control distribuido: las decisiones de seguridad se realizan en los APs para optimizar la escalabilidad y garantizar la aplicación de la seguridad con rapidez.

Bot. Desde luego. Mira por ahí… Perdona, pero ya te he dicho qué es lo que, como habláis los humanos coloquialmente, ‘viene pegando fuerte’… Las nuevas gamas de puntos de acceso deben soportar el reconocimiento de aplicaciones al nivel L7, o ser capaces de asignar a cada usuario un perfil de uso (User Network Profile: ¿lo entiendes aunque es inglés?) de aplicaciones, incluyendo por ejemplo los límites en el ancho de banda consumido por cada aplicación.

Bot: lo que más peta es arquitecturas con un punto centralizado para realizar todas las tareas de la gestión WLAN: de APs, de red, de radiofrecuencia, de Invitados (por ejemplo, con portal cautivo) para acceso con redes sociales, auto-registro, mapas de calor con coberturas, etc.

Por otro lado, servicios basados en la ubicación…