Talleres Alju, S.L. - Granalladoras
Granalladoras de carga suspendida: las piezas se limpian colgadas en ganchos
Las granalladoras de carga suspendidas son aquellas en las que las piezas se limpian colgadas en ganchos, ya sea una a una o formando racimos que son expuestos a la acción de las turbinas. Dentro de esta descripción se engloban una serie amplísima de instalaciones cuya principal característica es la versatilidad tanto de tamaños de pieza como de configuraciones a la que se puede llegar.
Todas las cabinas de granallado donde se sitúan los ganchos están totalmente construidas en acero antidesgaste y reforzadas en las zonas de impacto directo de la granalla con piezas reemplazables del mismo material.
Las granalladoras de gancho estándar son todas aquellas en las que las cargas suspendidas en un gancho entran en la cabina de granallado. De esta manera es posible aislar la zona de granallado. Estas granalladoras se adaptan a las necesidades de espacio del cliente, admitiendo diferentes configuraciones de vías del transpotador aéreo.
Por otro lado, las granalladoras de carga suspendida especiales son para aplicaciones en las que tenemos que adaptar su diseño a las piezas del cliente. En algunos casos se emplean en procesos continuos normalmente interconectados con otras instalaciones de pintura o acabado. La ventaja está en que una vez colgadas las piezas en los ganchos no es necesaria su manipulación.
Todas las cabinas de granallado donde se sitúan los ganchos están totalmente construidas en acero antidesgaste y reforzadas en las zonas de impacto directo de la granalla con piezas reemplazables del mismo material.
Las granalladoras de gancho estándar son todas aquellas en las que las cargas suspendidas en un gancho entran en la cabina de granallado. De esta manera es posible aislar la zona de granallado. Estas granalladoras se adaptan a las necesidades de espacio del cliente, admitiendo diferentes configuraciones de vías del transpotador aéreo.
Por otro lado, las granalladoras de carga suspendida especiales son para aplicaciones en las que tenemos que adaptar su diseño a las piezas del cliente. En algunos casos se emplean en procesos continuos normalmente interconectados con otras instalaciones de pintura o acabado. La ventaja está en que una vez colgadas las piezas en los ganchos no es necesaria su manipulación.
