"Por primera vez en mucho tiempo, España lidera un sector a nivel mundial"

La firma Gamesa está especializada en tecnologías para la sostenibilidad energética, principalmente la eólica. Situada entre los primeros fabricantes de aerogeneradores a nivel mundial, en 2007 obtuvo con una cuota de mercado superior al 15 por ciento. MetalUnivers – Interempresas ha hablado con el director general de operaciones de Gamesa a propósito del papel de la máquina-herramienta en la fabricación de este tipo de turbinas eólicas, entre otros aspectos.

Un aerogenerador o turbina eólica es una máquina capaz de producir energía eléctrica con energía cinética, con el viento. La potencia de los aerogeneradores oscila entre unos cientos de kilovatios hasta dos o tres megavatios (en Gamesa tenemos ya listo un prototipo de 4,5 MW). El diámetro del rotor es el parámetro crucial a la hora de hablar de potencia unitaria, es decir, a mayor longitud de pala, mayor área barrida y mayor energía producida. En estos momentos cada vez se instalan más máquinas de 2 MW e incluso de mayor potencia.

Fundamentalmente tres: torre, palas y nacelle, también llamada góndola. En esta última están ensamblados sobre un bastidor otros componentes muy importantes como la multiplicadora, el generador, transformador y armarios de control.

Gamesa cuenta con una treintena de centros de producción situados en España, Estados Unidos y China.

“La máquina-herramienta entra en juego en la fabricación de multiplicadoras, generadores, controles y torres”

Un aerogenerador está compuesto de infinidad de componentes aunque se podría resumir de la siguiente manera: la nacelle comienza a ensamblarse sobre un bastidor dividido en dos partes: delantera y trasera. En la parte delantera está el sistema de giro con sus motores de orientación, columnas y grupo hidráulico, y una vez superado el test de giro, se ensambla el conjunto con el bastidor trasero, donde se encuentra el armario de control. Todo el conjunto se coloca sobre la parte inferior de la carcasa, habitualmente de color blanco, y a continuación se ensamblan la multiplicadora, el eje principal y el transformador, que se sitúa en la parte posterior de la nacelle. El proceso continúa con el ensamblaje y alineado del generador y la conexión eléctrica de todos los componentes al armario de control. Por último se cubre el conjunto con la parte superior de la carcasa.

Las palas que luego formarán el rotor toman como base materiales compuestos por fibra de vidrio y fibra de carbono, preimpregnados con resina epoxy, se cortan distintas telas que se colocan en un molde y posteriormente se someten a un proceso de curado. Básicamente, la pala se compone de una viga y dos conchas que se ensamblan sobre ésta para crear una unidad compacta.

Por su parte, las torres se dividen en tramos. Cada uno de ellos se compone de varios cilindros que parten de unas láminas de chapa oxicortada e imprimada. Mediante el proceso de curvado las láminas son introducidas en una máquina con tres grandes rodillos que van conformando las virolas. Las virolas se sueldan por arco sumergido hasta formar secciones de diferente longitud. La estructura se introduce en el túnel de pintado y secado. Terminada la torre en chapa, se procede al tratamiento superficial, que consiste en un granallado con doble acero y un recubrimiento de tres capas de pintura. Por último, se procede al montaje de todos los elementos de servicio, tales como plataformas y escaleras.

La máquina-herramienta entra poco en juego en la fabricación de moldes así como en la propia pala, pero entra de forma importante en la fabricación de multiplicadoras, generadores, controles y torres. En general de una forma u otra en todos los procesos productivos.

Gamesa diseña y fabrica sus propias palas, raíces de pala, moldes para la fabricación de palas y torres (éstas a través de Windar, una joint venture con el Grupo Daniel Alonso) además de realizar el ensamblaje de la nacelle. Adicionalmente, Gamesa cuenta con fábricas que fabrican otros componentes críticos del aerogenerador, como multiplicadoras, generadores y convertidores. Cuenta también con fabricantes de talla mundial que colaboran produciendo externamente una parte de la producción, alrededor de un 30 por ciento. Esta capacidad industrial permite que se controle integralmente el proceso de producción del aerogenerador, desde el diseño a la fabricación de los distintos componentes, ofreciendo la máxima calidad y acortando al máximo los períodos de entrega gracias a la incorporación de procesos de fabricación sincronizada. Gamesa cuenta con una treintena de centros de producción situados en España, Estados Unidos y China.

Las palas que luego formarán el rotor toman como base materiales compuestos por fibra de vidrio y fibra de carbono, preimpregnados con resina epoxy.

Gamesa e Iberdrola Renovables anunciaron el pasado mes de junio la firma de un acuerdo estratégico para la promoción, desarrollo y explotación conjunta de parques eólicos en España y Europa continental.

El conjunto de este acuerdo se enmarca en el interés de ambas empresas por colaborar para desarrollar proyectos eólicos de forma conjunta, dada su experiencia y conocimiento del sector y las posibilidades de obtener numerosas ventajas por la puesta en común de sus respectivos negocios. El objetivo de la operación es lograr la unión de dos líderes mundiales en el sector de la promoción y el desarrollo de parques eólicos. De esta manera, se consolidará la posición de ambas compañías en los mercados en los que están presentes y que sean objeto de la alianza estratégica.

Esta es una dificultad de desafío cuando aumentaríamos el tamaño y la potencia de los aerogeneradores. Por supuesto, contamos con los constructores de las máquinas de ese producto para que aporten su experiencia en la ampliación de tamaños, funciones y en la automatización de los procesos productivos.

“Empresas españolas como Gamesa encabezan las listas de los principales fabricantes de aerogeneradores del mundo. Es algo inédito”

Desde que, en 2006, Gamesa Corporación Tecnológica decidiera focalizarse en las tecnologías para la sostenibilidad energética se ha producido una verdadera transformación de la compañía. En estos últimos años nos hemos transformado en una empresa multinacional, multicultural y diversa, entendiendo la diversidad como una fortaleza. Gamesa es ahora una corporación que tiene a la tecnología, la calidad, la sostenibilidad y el liderazgo como valores. Más allá de una cuota de mercado, Gamesa quiere seguir creciendo de forma sostenida y rentable, creando valor a nuestros accionistas, empleados, clientes, proveedores y también a las comunidades en las cuáles desarrollamos nuestra actividad.

Esta sería una respuesta muy amplia. Intentando sintetizar podríamos decir que, por primera vez en mucho tiempo, España lidera un sector a nivel mundial. Además un sector con un alto valor añadido tecnológico. Empresas españolas como Gamesa encabezan las listas de los principales fabricantes de aerogeneradores del mundo. Es algo inédito. Se ha creado no sólo una base industrial muy importante alrededor de la energía eólica sino un tejido de conocimiento y desarrollo de nuevas tecnologías que hagan al sector cada vez más competitivo. Esta vez se ha logrado ser la máquina del tren y no el vagón de cola, con la consiguiente generación de riqueza y miles de empleos, directos e indirectos, sin olvidar la contribución del sector eólico a la balanza de pagos.

A nivel mundial, independientemente de la actual coyuntura económica, el sector eólico es un sector del presente y del futuro. La apuesta institucional de los principales gobiernos del mundo (la UE, Estados Unidos, China, etc.) por el desarrollo de esta clase de tecnologías y su innegable aportación al crecimiento sostenible nos hacen pensar que el camino por recorrer es largo.