HILLER
1663: 'Y sin embargo, se mueve'
En muchos sentidos esta cita representa el éxito obtenido por parte de la empresa HILLER durante las dos últimas campañas de vendimia en una bodega de elaboración de vinos blancos en una localidad de Castilla La Mancha. Se elaboraron con esta tecnología vinos de las variedades Airén y Macabeo, que son las que predominan en la zona. Variedades éstas de características aromáticas y gustativas más bien neutras, y que a pesar de ello, con la utilización de esta valiosa herramienta de vinificación, se han podido elaborar blancos de notable estructura, cuerpo y equilibrio
Además, se optimizó el proceso de elaboración de forma notable mediante la obtención de un mosto excelentemente clarificado a la salida del decanter. Ello permitió reducir los tiempos de la flotación, que no necesitó del empleo de una maquinaria adicional a la del propio decanter, pudiendo realizarse también de forma continua. De esta forma, se consiguió comprimir tanto la duración de todo el proceso productivo - contemplado desde la entrada de uva hasta el tanque de fermentación- que prácticamente quedó confinado al tiempo requerido para la eficiente actuación de la enzima pectolítica empleada. Esta corta duración de toda la cadena productiva, unido a la tecnología DecaSAFE, que permite evitar el contacto del mosto con el aire en la salida del decanter, ofreció una excelente base para la elaboración de vinos de calidad.
Asimismo, esta tecnología implica un sistema de producción sencillo, rápido y continuo, que nos conduce a la racionalización de instalaciones y procedimientos: se requiere menor cantidad de depósitos de almacenamiento y también de menor tamaño; por otro lado, se necesita menos personal para el manejo de esta tecnología. Tocando un solo botón se puede ajustar los parámetros óptimos que regulan la producción, o monitorear el proceso en cualquier momento.
Es tan compacta y tan versátil la instalación del decanter que requiere para su establecimiento aproximadamente solo un tercio de la superficie que necesitan otras tecnologías tradicionales. La carga superficial de la instalación se reduce también a la mitad, por lo que los costes de construcción son generalmente más bajos. Todavía más interesante es el aspecto positivo extraído de casos prácticos de bodegas que necesitan ampliar sus actuales instalaciones de elaboración. El decanter facilita dicha ampliación sin requerir para ello de nuevos depósitos de almacenamiento, ni de la construcción de nuevos edificios para albergar las correspondientes ampliaciones.
En este sentido, podemos afirmar que el predominio y la hegemonía durante milenios de los sistemas de prensado en la elaboración de los vinos se enfrentan a un nuevo acontecimiento. Hoy nosotros podemos decir, como Galileo Galilei lo hizo una vez... y aún se mueve, el mundo de la elaboración de vinos y mostos.