Iker Goenaga: “Estoy convencido de que vamos a asistir a una recuperación de mercados estratégicos como el de la matricería

Llevo aproximadamente unos 10 años trabajando en la máquina-herramienta, un sector que nunca me ha sido ajeno por la implicación de mi padre en el mismo que, como muchos recordarán, fue el fundador del centro tecnológico Tekniker. Una vez acabé mis estudios he estado siempre ligado al sector, aunque en distintas etapas y en diversos segmentos del mercado, principalmente en fresado. Mis primeros contactos con esta industria estuvieron relacionados con el mundo del CAD/CAM y, tras una etapa en Estados Unidos, en el año 2000 me incorporé a Nicolás Correa como responsable de marketing. Estuve dos años y me vi obligado a dejar la empresa por el tema familiar que me tocó vivir con la muerte de mi padre. Posteriormente estuve en Soraluce, el fabricante de fresadoras de Grupo Danobat y este año me he incorporado como Director Comercial Nacional a Nicolás Correa.

De hecho fue el principal factor que me animó a aceptar el cargo que actualmente ostento, porque la fusión Nicolás Correa - Anayak nos convierte en el principal fabricante de fresado europeo en volumen, facturación y tamaño. Es un proyecto de futuro en el que se han unido dos estructuras empresariales. Son estructuras paralelas que se pueden apoyar y se aportan mutuamente conocimiento y tecnología. Esto es principalmente lo que me ha atraído. Tenemos dos marcas lideres en distintos rangos de producto y creo que la marca Correa Anayak es líder europea y mundial. En 2006 la facturación alcanzó los 90 millones de euros y el objetivo para 2008 es llegar a los 120 millones.

Continuamos con las dos plantas productivas que existían antes de la operación. Es decir, la de Burgos, donde se fabrican las de la marca Correa y la de Itziar (Guipúzcoa), donde se hacen las máquinas Anayak. El organigrama de dirección es común. Es decir, es una sola empresa con dos fábricas.

Pero no cabe duda de que ya estamos en proceso de aprovechar los medios productivos, para lo cual la producción de determinados componentes se está unificando. Por ejemplo, ya se han unificado los cabezales, de los cuales tenemos las tecnologías UAD y OAD, de 6000 rpm e indexados de 0,02º en los ejes B y C.

Por otro lado, hay que explicar que los componentes estructurales como las columnas y otros, nos las hacen empresas del grupo Correa como NC Calderería, NC Electrónica (armarios eléctricos) y NC Manufacturing, que fabrica la máquina de rango pequeño de bancada fija. Todas estas empresas suministran productos y servicios a las plantas de Burgos e Itziar, formando parte del proceso de racionalización y optimización de las sinergias de la fusión.

Con respecto a la posibilidad de comprar en países más baratos somos escépticos. NC siempre se ha caracterizado por su calidad y todavía no hemos encontrado proveedores de calidad que nos satisfagan, aunque no es algo que descartemos.

Antes que nada, quiero señalar que la tendencia es que haya una mayor diferenciación entre las máquinas. A medida que este proceso de unión vaya cuajando habrá menos solapamiento entre máquinas, si bien es cierto que ahora mismo tan solo hay algunos modelos puntuales que se hacen la competencia. Pero las diferenciaremos más conforme vaya transcurriendo el proceso de cambio en el que estamos inmersos. Tenemos las marcas Correa y Anayak. Las mantendremos con sus características diferenciales que permiten una optima solución de diferentes necesidades.

Pienso que la gente está acostumbrada porque esto ha ocurrido en otros grandes grupos actualmente en el mercado. Está claro que el pequeño tamaño de empresa es un problema inherente a los fabricantes de máquina-herramienta españoles y con esta unión nosotros hemos dado un paso importante para competir en los mercados internacionales. Como digo, pienso que los usuarios de máquina-herramienta conocen por otros grupos líderes en Europa situaciones similares a la nuestra, en la que dos marcas con máquinas que compiten parcialmente entre sí se unen, y no es excesivamente complejo transmitir la idea al mercado.

Tenemos muchas ventajas. Por ejemplo, tenemos dos soluciones diferentes, como la del carnero y la de la columna móvil en T. Unos clientes prefieren una y otros otra y en determinadas aplicaciones una supone una clara ventaja sobre la otra, y nosotros tenemos las dos. Nuestra evolución en el último trimestre nos deja claro que el mercado acepta nuestra unión y que ven en nosotros un grupo con mucha solvencia.

En pedidos, el año 2007 está suponiendo un récord para nosotros, tras unos años difíciles. A día de hoy tenemos casi cubierta nuestra capacidad productiva de todo el año 2008, si bien es cierto que esto es algo común a la mayoría de los fabricantes de grandes fresadoras, de lo cual me alegro, porque por fin podemos mejorar todos nuestros márgenes, en particular en el sector del fresado.

En España la captación de pedidos va francamente bien. En el mes de julio habíamos incrementado los pedidos en un 30 por ciento con respecto al mismo periodo de 2006. En mi opinión la razón de este incremento es la mejora en nuestra política comercial, que ahora es más agresiva, y también la mayor potencia de nuestra red de ventas. De todas formas también he de decir que el mercado español no acaba de despegar, hay bastante escepticismo y precaución, pero es obvio que se está registrando una mejoría notable.

Estoy convencido de que vamos a asistir a una recuperación de mercados estratégicos como el de la matricería, tradicionalmente muy buen cliente de Nicolás Correa, lo cual animará la inversión.

También está muy activo el sector eólico, en torno al cual se están creando interesantes redes de subcontratistas, que, finalmente, acaban siendo consumidores de máquina-herramienta en general y de fresadoras en particular. Pienso que el sector eólico va a aumentar la demanda de máquinas más grandes. En el sector eólico hay que tener en cuenta, a la hora de valorar su posible demanda de máquinas, que se van a construir nuevos parques, pero también que los ya existentes necesitan mantenimiento. En Nicolás Correa estamos ya perfectamente preparados, porque ya estamos haciendo máquinas de cinco metros en vertical, y en un futuro próximo llegaremos hasta los 6, 7 y hasta 8 metros. Un buen ejemplo es el de la empresa Talleres Allús, empresa que ha adquirido una máquina de 5 metros y sobre la cual esta revista ya publicó un reportaje en su número anterior.

Observamos que las fresadoras y mandrinadoras de columna móvil son las más demandadas. Se buscan, sobre todo, máquinas flexibles que puedan realizar muchas funciones. El éxito radica en la flexibilidad que las máquinas aportan a sus usuarios.

Desde otro punto de vista, el empuje del sector eólico está relacionado también con una creciente demanda de máquinas grandes.

Tradicionalmente el mercado español ha dado mucho valor al precio. Sin embargo, es una realidad que esto está cambiando poco a poco, porque nuestros clientes no pueden competir en precio con países como China, India y otros muchos. Por este motivo el cliente nos pide a los fabricantes cada vez más, quieren también un servicio rápido y eficaz. La importancia de la productividad es tal que una máquina no puede estar parada.

Otra tendencia cada vez más extendida es la búsqueda de colaboraciones. Los fabricantes ya no somos un mero fabricante de máquinas sino que colaboramos con nuestros clientes para darles justo la solución de fresado que necesitan.

Sí, además de las fábricas en Burgos e Itziar, Nicolás Correa cuenta ya con una fábrica en China para fabricar máquinas pequeñas y algunos modelos de pórtico. La empresa se llama GNC Kunning, ya ha suministrado las primeras unidades y fabrica sólo para el mercado asiático. No contemplamos de momento que esas máquinas puedan venderse en Europa.