La Guía Aiju 3.0 cumple 25 años y repasa la trayectoria y tendencias del sector del juguete y ocio
La Guía Aiju 3.0 ha cumplido 25 años y la presentación de su última edición se ha producido esta mañana en la sede del Instituto Tecnológico del Producto infantil y de Ocio, en Ibi. Al acto ha acudido del Conseller de Sectores Productivos de la Generalitat Valenciana, Rafael Climent, quien ha estado acompañado del director y presidente de Aiju, Manuel Aragonés y Vicente Anguiz, respectivamente.
El presidente de Aiju, Vicente Anguiz, durante el acto de presentación de esta nueva edición, ha repasado las cifras más llamativas de estos 25 años de historia. Así Anguiz ha confirmado que “en 25 años la guía ha analizado más de 5.000 juguetes de 300 marcas comerciales y de 120 empresas diferentes. A lo largo de estos años han colaborado más de 200 ludotecas y escuelas infantiles, 400 expertos en infancia, cerca de 3.000 familias y más de 50.000 niños y niñas de toda España, alguno de los cuales ya han dejado de ser niños y son adultos”.
Para la presente edición, la guía ha contado con la participación de 39 grupos de empresas jugueteras, y se han estudiado 169 juguetes, de los cuales se han recomendado 144.
Cabe destacar que las recomendaciones que ofrece Aiju, son totalmente independientes ya que no se mueve por motivos comerciales y, aunque se hace una selección a petición de las empresas participantes, las recomendaciones están basadas en exhaustivos estudios psicopedagógicos.
Evolución de la sociedad a través del ocio y el juguete
Para María Costa, directora del Dpto. Consumidor Infantil y pedagogía de Aiju, la principal evolución en el entorno de la familia se ha producido por los nuevos modelos de familia, el retraso de la edad de la maternidad y un mayor interés por las educación y porque el juego fomente valores y hábitos de vida saludable. En esta evolución se ha incluido la preocupación de padres y adultos, por el excesivo uso de dispositivos tecnológicos.
En cuanto a los cambios que se han producido en los niños y en sus hábitos de juego, destaca la reducción del tiempo de juego a los fines de semana y la desaparición de la calle como escenario, así como niños que se interesan por juegos más sofisticados e integrados muchas veces con las nuevas tecnologías.