Óxido de zinc a partir de residuos de inyección de zámak
1 de diciembre de 2014
La generación de óxido de zinc (ZnO) a partir de la valorización de residuos de inyección de zámak, según estimaciones realizadas para el proyecto LIFE+ Greenzo, podría reducir hasta en 425.000 t/año los residuos generados en Europa por éste proceso, con la consecuente implicación sobre los costes asociados a la gestión de residuos. El zámak se utiliza para la fabricación de piezas moldeadas por inyección en multitud de productos y sectores industriales. Se trata de una aleación compuesta principalmente de zinc (Zn), aluminio (Al), magnesio (Mg) y cobre (Cu) que se suministra en forma de lingotes. En el proceso se genera una gran variedad de residuos, como las escorias de fundición (recogidas del depósito de fundición, en estado oxidado por quedar en contacto con la atmósfera el material que queda en la parte superficial), los lodos de vibrado (resultantes del proceso de pulido) y otros como virutas, piezas defectuosas con o sin baño superficial, etc. En la actualidad, algunos de estos residuos se gestionan como residuo no peligroso para su valorización material en lingotes de zámak de 2ª, en el caso de las escorias de fundición, virutas y piezas defectuosas. Sin embargo, en el caso de los lodos de vibrado, se gestionan como residuo peligroso para su posterior depósito en vertederos de seguridad.
Según la Asociación Internacional del Zinc, en la actualidad se produce 1,2 millones de toneladas anuales de ZnO. De éste, el 75% se obtiene de métodos de obtención primarios (explotación minera) y sólo un 25% de métodos secundarios (reciclado).
El proyecto LIFE+ Greenzo tiene previsto desarrollar una planta piloto compacta para la recuperación de estos residuos en forma de óxido de zinc (ZnO). Esta planta utilizará la tecnología de arco de plasma.
Este proyecto, que se desarrollará en 3 años, está financiado por la Comisión Europea a través del instrumento financiero LIFE13 ENV/ES/000173. Está coordinado por Aiju y participado por el centro de investigación ITQ-CSIC y las empresas Worteurope y Cauchos Karey.