La subcontratación industrial en España
Por un lado, se logra una mejora de la calidad del producto al encargar a empresas especializadas la fabricación de una parte del proceso productivo que posteriormente se incorporará en el producto final; y por otro, se consigue un abaratamiento de los costes de fabricación al no tener que soportar la empresa la inversión total necesaria para afrontar el desarrollo de todo el proceso productivo. Todo acaba incidiendo en una mejora de la competitividad de la empresa y, en consecuencia, de la economía en su conjunto.
El desarrollo de la subcontratación industrial se convierte en un importante motor económico, no sólo en el ámbito comercial, sino también en la generación de empleo y riqueza y como fuente de atracción de inversión.
Para los diferentes países de nuestro entorno (Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, etc.) la subcontratación industrial representa un importante porcentaje de su PIB industrial, afectando a un elevado número de empresas y trabajadores.
En dichos países, estadísticas oficiales e informes de diferentes organismos ponen de manifiesto dicha importancia. Sin embargo, los datos sobre esta gran actividad en nuestro país son prácticamente inexistentes.
En España, las Cámaras de Comercio llevamos mucho tiempo trabajando en este campo al entender la importancia que tiene esta actividad para el desarrollo de la empresa española. Por ello, hemos elaborado en colaboración con la Fundación Incyde y la empresa Ikei, con el apoyo del Fondo Social Europeo, el primer estudio que existe sobre la subcontratación industrial en España y sus repercusiones en el empleo y en la creación de empresas (disponible en la página web de la subcontratación industrial española).
Las empresas que desarrollan esta actividad generalmente se encuentran poco reconocidas dado que la que aparece en el exterior es la empresa contratista, responsable final del producto. El estudio elaborado quiere ayudar a conceder a estas empresas la importancia que tienen y el reconocimiento del mundo empresarial.
Presentación y metodología
La definición de la subcontratación bascula entre dos ideas que pudieran responder al concepto de "subcontratación en un sentido amplio" y "subcontratación en un sentido restringido", tal y como se mencionan en distintas fuentes analizadas. El primero se refiere al hecho de que la empresa saca fuera de su estructura cualquier actividad, sea de producción o de servicios, y que suele asimilarse a la idea del outsourcing. La segunda de las acepciones restringe el concepto de subcontratación a aquellas partes específicas de la actividad productiva que son realizadas desde unidades productivas ajenas al que presenta finalmente el producto terminado en el mercado.
Esta aparente disparidad en el concepto del objeto de análisis hace que a menudo las conclusiones de los distintos estudios no sean comparables ya que realmente se refieren a realidades distintas. Es por ello por lo que en la definición de subcontratación que se utiliza en este artículo se tiene presente la definición que utiliza.- El cliente participa en la concepción del producto e incluso se encarga de hacer llegar al productor ciertas especificaciones con respecto al proceso productivo.
- El cliente tiene la responsabilidad de comercializar el producto.
Pero esta definición es en ocasiones demasiado amplia. En el caso de sectores de tipo "piramidal", como es el aeronáutico o incluso del automóvil, la relación de subcontratación incluye otro tipo de restricciones que en general aluden a las limitaciones de la empresa subcontratista en su apertura hacia otros clientes y se menciona que:
- El oferente/productor/subcontratista no puede establecer otra relación comercial hasta la expiración del contrato de exclusividad que tenga con el contratista; y/o
- La producción subcontratada se incorpora como parte de un producto final lo que supone que, de facto, lleve la marca comercial de la empresa contratista.
Estas matizaciones no cerrarían la casuística de la configuración de las relaciones de subcontratación. Puede ocurrir que ésta se centre en la capacidad productiva e incluso que las dos empresas implicadas cambien sus papeles en distintos momentos de tiempo. Finalmente existen sectores de actividad en los que la relación de subcontratación incluye la aportación de las materias primas por parte del contratista. En estos casos, la relación de subcontratación es aquella en la que el subcontratista desarrolla su producción bajo la prescripción técnica y la provisión de materias primas realizadas por el contratista, que es el encargado de la comercialización del bien. Dicho de otra manera, el subcontratista es, en este caso, un productor que trabaja a destajo.
De estos comentarios se deduce que definir la relación de subcontratación industrial es complicada.
La definición de subcontratación hace referencia expresa a cómo se relaciona una empresa con otra, en qué consiste dicha relación o sobre qué se articula. Pero este hecho no consta en la forma en la que hasta ahora se han abordado las estadísticas económicas y/o empresariales, sustentadas en la adscripción a la actividad productiva materializada en la Clasificación Nacional de Actividades CNAE-1993. Ello lleva a que, efectivamente, de las operaciones estadísticas habituales no se extrae la condición de subcontratista tal y como se ha definido y mucho menos se puede establecer tipologías de subcontratistas.
De las operaciones estadísticas habituales no se extrae la condición de subcontratista tal y como se ha definido y mucho menos se puede establecer tipologías de subcontratistas
Área de documentación. Panorámica internacional-europea.
Recopilación de documentación. Se ha llevado a cabo una búsqueda exhaustiva de información relativa a la subcontratación industrial en la acepción de "actividad económica", en el sentido de evaluar el número de empresas comprometidas, su importancia económica, su empleo, etc.
Área de presencia estadística. Delimitación del tamaño del sector.
La importancia de la actividad de subcontratación desde distintos ángulos del análisis económico-empresarial ha justificado la búsqueda de operaciones de medida conjuntas y que, en el marco de la Unión Europea, permitan representar al sector en su conjunto. Auspiciado desde Eurostat, en las últimas operaciones del INE (Encuesta Industrial) se han incluido dos preguntas al respecto, aunque limitadas a las empresas de más de 20 empleos, que son analizadas como referencia de partida del tamaño del sector de la subcontratación industrial en España.
Esta es una primera referencia, con las ventajas y las limitaciones que de hecho conlleva.
Área de encuestación. Conocimiento de las empresas subcontratistas.
Se ha realizado una operación de campo a partir del Directorio de Empresas Españolas Subcontratistas con Actividad Exportadora, elaborado por las Bolsas de Subcontratación Industrial de las Cámaras de Comercio. El objetivo es conocer a la empresa subcontratista y delimitar una tipología a partir de variables de comportamiento que a menudo se relacionan con la competitividad de las empresas.
El resultado obtenido que iremos viendo a lo largo del estudio crea, en primer lugar, un corpus documental, ya que ha reconsiderado la documentación disponible en la actualidad, en un contexto amplio (internacional) y bajo la premisa de considerar a la actividad de subcontratación industrial como un sector de actividad. En segundo lugar, hay que recalcar que ha partido de aquellas aproximaciones ya existentes (Encuesta Industrial, Directorio de Subcontratación Industrial), buscando la rentabilidad de los esfuerzos ya hechos y ampliándolos, porque obtiene nuevos resultados a partir de los mismos. Y en tercer lugar, hay que destacar que supone una aproximación novedosa y con una muy importante respuesta del tejido industrial vinculado a la subcontratación ya que se sustenta en la opinión y significativa participación de las empresas.
Las conclusiones de este estudio sobre la actividad de la subcontratación presente en el sector industrial español ponen de manifiesto que se trata de un colectivo empresarial diverso en el que el papel de la calidad, la actividad exterior y la solidez de su estructura de empleo son aspectos que precisamente la definen incluso, en ocasiones, con mejores resultados que la empresa industrial media, rompiendo el tópico peyorativo del término subcontratación o empresa subcontratista.