La forma roscada barre con un 88% de los costos
Según los resultados de numerosos estudios, el 85% del costo total de una junta con sujetador roscado proviene de costos secundarios, tales como taladrado, roscado cortante, inspección, herramientas y limpieza del lugar. A los componentes propios de la unión corresponde solo el 15% del costo total.
En consecuencia, la generación de tornillos autorroscantes Taptite ofrece decisivas ventajas en cuanto a la eficiencia, ya que los costosos procesos de ensamble se eliminan cuando se utilizan este tipo de sujetadores. Precisamente, la rosca sin arranque de virutas de los productos de Taptite hace de ellos verdaderos “asesinos de costos”. Además, operaciones secundarias tales como limpieza o inspección ya no son necesarias. Las tareas de taladrado también pueden eliminarse con hoyos prefabricados, permitiendo entonces alcanzar ahorros de hasta un 88% en un ensamble con sujetador roscado.
Los usuarios de Taptite 2000 también se benefician por las mejoradas propiedades mecánicas del tornillo. La forma trilobular y el tipo de perfil de la rosca reducen el par roscado en un 50% respecto de los tornillos convencionales; lo que se traduce en una mayor fuerza de sujeción y una menor dispersión de las fuerzas de unión.