Los datos, clave en las decisiones políticas y urbanísticas para las ciudades del futuro

Este es un camino que también están recorriendo las ciudades y las regiones para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. En un momento en el que España inaugura “nuevo curso” político marcado por elecciones locales y autonómicas, mejorar los problemas concretos de las ciudades adquiere relevancia para los administradores públicos.

Aunque recopilar información de lo que ocurre en las ciudades nunca ha sido tan fácil, quedan innumerables oportunidades para transformar esta información en conocimiento concreto que reduzca ineficiencias, mejore la seguridad y optimice los recursos para ahorrar tiempo y dinero.

El reto es convertir grandes cantidades de datos en aprendizajes reales. Las ciudades vanguardistas serán las que apuesten por el internet de las cosas (IoT), big data y análisis de datos para afrontar los retos en seguridad, sostenibilidad y mejoras de eficiencia. Las soluciones basadas en datos son la clave de las ciudades del futuro, como se puede ver en algunos casos paradigmáticos de gestión urbana:

Valentín Pinuaga, director general Hitachi Vantara España.

Se conoce como 'smart spaces' a los espacios físicos equipados con sensores en red que proporcionan información óptima sobre su estado y su uso para su perfeccionamiento constante. Cada vez se usan más soluciones tecnológicas específicamente destinadas a ello. Este tipo de tecnologías son de aplicación desde las infraestructuras hasta la agricultura o los servicios sociales.

Por ejemplo, pueden ser usadas para programas de asistencia social gubernamentales, analizando a dónde y cómo llegan esas medidas. En regiones agrarias, sin embargo, su aplicación puede consistir en sensores que rastrean la lluvia, la humedad del suelo y el nivel del agua de los embalses cercanos; mientras que en ciudades costeras con problemas de inundaciones o ciclones, el rastreo meteorológico permite que los ciudadanos reciban notificaciones automáticas antes de que ocurran ciertas catástrofes.

En definitiva, los conocimientos proporcionados por determinadas soluciones son esenciales para los analistas, legisladores y servidores públicos a la hora de tomar decisiones informadas que contribuyan a crear espacios inteligentes que, cada vez más, se autorregulen e informen automáticamente.

El trasporte es probablemente el sector en el que mayor aplicación tiene la tecnología de los 'smart spaces'. A medida que las ciudades crecen y los movimientos de población son cada vez más habituales, la industria del transporte se enfrenta a desafíos mayores.

Herramientas como los algoritmos de visión informática permiten a las empresas analizar los flujos de pasajeros, identificar cuellos de botella y comprender la composición del tráfico, al tiempo que predicen tiempos de espera, administran estacionamientos y previenen aglomeraciones.

Por ejemplo, la instalación de puntos de gestión de datos en trenes que hacen un determinado recorrido habitualmente permite procesar exclusivamente los datos útiles de densidad de pasajeros para tomar las decisiones más certeras al planificar viajes. Estas tecnologías permiten por ejemplo percibir si un andén está abarrotado de personas o incluso detectar equipaje no identificado y vincularlo a un pasajero, entre otras muchas aplicaciones.

El auge del comercio online ha hecho que el comercio minorista y las cadenas que apuestan por la presencialidad se enfoquen en el valor añadido en sus productos y asegurar una experiencia de cliente impecable.

Las herramientas de visión informática pueden analizar los movimientos y los momentos de mayor actividad en el entorno de los comercios según los diferentes momentos del año, del día, de la decoración del comercio, etc.

Los comerciantes pueden optimizar sus espacios en función de estas informaciones y asegurar una mayor comodidad para el cliente. El uso de la tecnología puede incluso mostrar a los comercios qué productos se están vendiendo más. Los estantes con sensores de peso, por ejemplo, permiten saber cuándo se están agotando las existencias y automatizar pedidos. Al mecanizar ciertos aspectos, los comercios aseguran una experiencia de compra más adaptada al cliente.

Como conclusión, la capacidad de aprovechar el IoT, big data y su análisis es esencial para los gestores de las ciudades que esperan construir entornos mucho más inteligentes y cómodos. La tecnología de los 'smart spaces' sigue evolucionando y expandiéndose a más lugares. Las administraciones públicas aún están aprendiendo cómo optimizar sus datos para crear servicios más seguros, rentables y eficientes para los residentes. Por ello, es esencial el vínculo con compañías que ya han recorrido ese camino porque tienen las herramientas y la experiencia para crear soluciones eficaces que se pueden aplicar desde la implantación de instalaciones, mejora de infraestructuras, transporte, seguridad o incluso comercio local, entre muchas otras mejoras.