Proyectos I+D+i sobre ‘smart cities’ y movilidad sostenible en Andalucía, a debate en Greencities y S-Moving 2022

Los foros Greencities, Inteligencia y Sostenibilidad Urbana, y S-Moving, Movilidad Inteligente y Sostenible, que tuvieron lugar los días 21 y 22 de septiembre en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga (Fycma), acogieron dos paneles temáticos organizados por la Agencia Andaluza del Conocimiento, adscrita a la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía. En ellos se abordaron diferentes proyectos e iniciativas I+D+i, “así como las ventajas de la compra pública de innovación como herramienta de la administración para dar respuesta a diferentes retos y hacer sus servicios más eficientes en beneficio de la ciudadanía”.

El panel ‘Resultados de la I+D+i del Sistema Andaluz del Conocimiento en smart cities y movilidad inteligente’, fue moderado por el director de Proyectos de la Agencia Andaluza del Conocimiento, Daniel Escacena, contó con la participación del director de Smart City Clúster, Daniel González Bootello; el jefe de la Unidad de Sistemas Autónomos del Centro Avanzado de Tecnología Aeroespacial (CATEC), Miguel Ángel Trujillo; la profesora ayudante doctora de la Universidad de Málaga (UMA) María José Márquez; el profesor titular de la Universidad de Málaga (UMA) Gonzalo Ramos y el profesor de la UMA José Alberto España.

Los ponentes debatieron acerca de cómo avanzan diferentes proyectos e iniciativas de I+D+i en Andalucía, relacionadas con el ámbito de las ‘smart cities’ y la movilidad inteligente. En este sentido, Trujillo adelantó que el Centro Avanzado de Tecnología Aeroespacial (Catec) trabaja en el proyecto Movilidad Área Urbana (Urban Air Mobility - UAM). Se trata de un nuevo sistema de transporte aéreo “con alto nivel de automatización y digitalización, seguro, protegido y más sostenible, que podrá ser utilizado en ‘vertipuertos’, transporte sanitario, entregas de paquetería por drones, entre otros”, enumeraron en una nota de prensa fuentes de Fycma.

Por otro lado, los representantes de la Universidad de Málaga destacaron algunos proyectos que se están realizando desde el ámbito de la investigación, como el de ‘Movilidad sostenible en entornos urbanos’ presentado por Márquez, que tiene la finalidad de elaborar un modelo ideal de movilidad para la mejora de la habitabilidad de los barrios y las ciudades. Ramos explicó el proyecto que desarrolla la UMA para la implantación de un dispositivo inteligente que incremente la seguridad de los pasos de peatones, cuyo fin es reducir los atropellos en aquellos que no tienen semáforo. Además, José Alberto España presentó la investigación dedicada a abordar la situación actual y retos en la regulación de la movilidad sostenible en Andalucía, a través del estudio de su régimen jurídico administrativo, teniendo en cuenta dos grandes retos: la transición ecológica y la digital.

Por último, González Bootello destacó la importancia de los clústeres para favorecer la colaboración entre empresas y el desarrollo de proyectos I+D+i, y, sobre todo, que sea mucho más efectivo el apoyo de los instrumentos públicos a esta colaboración. En este sentido, apuntó que este modelo de trabajo facilita no solo que las empresas se animen a colaborar más, sino además que la información sobre los distintos proyectos llegue “más filtrada y ordenada para la asignación de fondos”.

Por otro lado, el panel ‘Oportunidades de colaboración con la administración pública: proyectos de compra pública de innovación en el ámbito de la sostenibilidad y la movilidad inteligente’, contó con la participación de la coordinadora del Área de Fomento I+D+I y Transferencia de Conocimiento de la Agencia Andaluza del Conocimiento, Rocío Muñoz, como moderadora. En el panel también participaron, el jefe de la Sección Planificación, Sistemas de Información y Gabinete de Estudios del Área Administración General de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, Francisco Campuzano; Inmaculada Cuenca, técnica de la División de Medio Ambiente de Emasesa; Encarnación Martínez, de la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (Agapa) de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, y el delegado del rector para el campus sostenible de la Universidad Pablo de Olavide, Antonio Gallardo.

Los ponentes mostraron proyectos que han participado -o lo están haciendo- en la compra pública de innovación como respuesta a retos o demandas de diferentes comunidades. En este sentido, Campuzano destacó el proyecto ‘Sistema de vivienda protegida e industrializada de consumo nulo’, que se ha desarrollado a través de la compra pública. Esta iniciativa desplegará un sistema experto basado en inteligencia artificial para el diseño de edificios plurifamiliares, que reduce, además, los plazos de ejecución y las emisiones, posibilita el ahorro en el consumo de materiales, así como la menor generación de residuos in situ.

Por su parte, Martínez expuso el proyecto UAS4simplify, cuyo objetivo es desarrollar soluciones que permitan simplificar el trabajo de campo -tanto en tierra como en mar- en aquellas actuaciones que requieren muchos recursos técnicos y humanos, lo que permitirá automatizar y optimizar la producción, reducir la huella de carbono, mejorar las condiciones de trabajo, entre otras ventajas.

Cuenca resumió el proyecto Mitlop con el que, a través de la compra pública, se busca hacer viable esta iniciativa para impulsar la economía circular en Sevilla y su área metropolitana. Se trata de un nuevo modelo para el tratamiento de residuos (agua residual, residuos orgánicos, biomasa vegetal) a través de tecnologías altamente eficientes e innovadoras.

Por último, Gallardo mostró tres líneas de actuación que se están presentando a través de compra pública por parte de la Universidad Pablo de Olavide para el desarrollo de un campus sostenible. Estas tienen que ver con la reducción de las emisiones de CO2 a través de la producción de hidrógeno verde en el propio campus, el empleo de asfaltos innovadores que tengan propiedades de disminuir el efecto isla de calor en su entorno, y un edificio piloto basado en la economía circular y que tenga un consumo energético nulo o lo más bajo posible.