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“Las nuevas tecnologías digitales han de ser inclusivas si queremos que actúen como elementos de desarrollo”

Entrevista a Mar Delgado, coordinadora del proyecto IN- HABIT

Salva Bravo Nebot09/03/2022

La tecnología no siempre atiende las necesidades de colectivos desfavorecidos. En muchos casos, la digitalización —acelerada por la pandemia de coronavirus— ha adoptado un enfoque exclusivamente comercial y económico. En un continente como el europeo, en el que continúan existiendo multitud de barrios desfavorecidos, este proceso ha dado la espalda a grupos de personas que necesitan mejorar su salud y bienestar. El proyecto IN-HABIT (Inclusive Health and Wellbeing in Small and Medium Size Cities, Salud y Bienestar Inclusivo en Ciudades Pequeñas y Medianas), coordinado por Mar Delgado, aspira a lograr una mejoría en la calidad de vida de los residentes en zonas en las que se asoma la marginación.

Mar Delgado es coordinadora del proyecto IN- HABIT, que se desarrollará hasta agosto de 2025 en cuatro ciudades periféricas europeas...

Mar Delgado es coordinadora del proyecto IN- HABIT, que se desarrollará hasta agosto de 2025 en cuatro ciudades periféricas europeas.

Los proyectos destinados a incrementar la inteligencia de las ciudades se cuentan por centenares, pero pocos de ellos pretenden atajar desde su concepción las desigualdades que perviven en las sociedades europeas, pasando por alto que una cadena, una sociedad, es tan fuerte como el más débil de sus elabones.

IN-HABIT es un proyecto de investigación financiado por Horizonte 2020, el programa marco de investigación de la Unión Europea y coordinado por la Universidad de Córdoba. El proyecto se desarrolla en cuatro ciudades pequeñas o medianas situadas en la periferia de Europa: Córdoba (España), Riga (Letonia), Lucca (Italia) and Nitra (Eslovaquia). En ellas se pretende movilizar recursos infravalorados para incrementar la salud y el bienestar de la población.

En cada una de las cuatro ciudades se investigarán los efectos obtenidos tras combinar e integrar diferentes innovaciones (en infraestructuras, tecnológicas, digitales, inspiradas en la naturaleza, culturales y sociales) con enfoque inclusivo, de género y de diversidad para mejorar la salud y el bienestar de los ciudadanos.

Las acciones de IN-HABIT se implementarán en espacios públicos seleccionados de cada una de estas ciudades y se concentrarán preferentemente en zonas desfavorecidas y en grupos vulnerables (niños, ancianos, mujeres, personas con discapacidad, minorías étnicas) cuyo acceso a la salud y el bienestar es más limitado.

¿Cuál fue el origen del proyecto IN-HABIT?

Una convocatoria de proyectos Horizonte 2020 que pedía soluciones integradas e innovadoras para incrementar la salud y el bienestar en ciudades.

En Córdoba el proyecto evaluará el papel del patrimonio cultural en la promoción de la salud y el bienestar inclusivos...
En Córdoba el proyecto evaluará el papel del patrimonio cultural en la promoción de la salud y el bienestar inclusivos, para lo cual se renaturalizarán espacios comunes, como los patios, para incrementar la salud y el bienestar del barrio.

El proyecto contempla intervenciones en varios ámbitos (cultura, alimentación, vínculos humano-animales y aquellos relacionados con el medio ambiente), ¿puede detallar qué acciones se llevarán a cabo en Córdoba relacionados con cada una de esas cuatro áreas?

Las cuatro ciudades que componen el proyecto investigan cómo sectores o acciones que tradicionalmente no han sido utilizados para promover la salud y el bienestar podrían hacerlo. Si bien todos terminan estando interrelacionados, cada ciudad focaliza su esfuerzo en un campo determinado. De esta manera, mientras Córdoba se centra en la cultura y el patrimonio, Lucca lo hace en crear vínculos entre humanos y animales (para investigar la influencia de las mascotas), mientras que Riga lo hace en la alimentación y Nitra en el link entre arte y medioambiente.

Específicamente, en Córdoba se están llevando a cabo acciones centradas en cinco áreas como son: Bienestar y salud; Cultura, patrimonio y arte; Naturalización y medioambiente; Género, diversidad, inclusión e innovación social e Infraestructuras y tecnología. En todas ellas se investigará cómo las innovaciones puestas en marcha pueden incrementar la salud y el bienestar.

¿Cómo están colaborando en el proyecto los residentes en el barrio cordobés de Las Palmeras? ¿Qué grado de implicación están mostrando? ¿Qué avances se han producido desde el arranque de esta iniciativa?

Desde el principio, un grupo de vecinas del barrio se ha volcado con el proyecto. También ha sido posible crear espacios de colaboración y de creación de sinergias con el resto de entidades que trabajan en el barrio. La Asociación de Vecinos Unión y Esperanza de las Palmeras también ha jugado un rol esencial.

Estas mujeres participan activamente en los talleres, proponiendo también nuevas actividades en función de sus necesidades y de las de su barrio. Además, se han sumado desde el comienzo a las salidas culturales que se han realizado hasta el momento, como al Festival Flora y el Jardín Botánico. Y están co-organizando y co-diseñando, junto al equipo de la UCO, los distintos eventos que tienen lugar en el barrio.

Por el momento, hemos notado que se están animando sobre todo mujeres, que llevan toda la vida viviendo en Las Palmeras, así como las asociaciones y colegios del barrio, que también nos brindan su ayuda. Sin embargo, uno de los retos del proyecto es conseguir atraer a más hombres y jóvenes.

Las ciudades participante en IN-HABIT son Córdoba (España), Riga (Letonia), Lucca (Italia) and Nitra (Eslovaquia)
Las ciudades participante en IN-HABIT son Córdoba (España), Riga (Letonia), Lucca (Italia) and Nitra (Eslovaquia).

¿Qué grado de participación están logrando las otras tres ciudades que participan en el proyecto?

La pandemia está influyendo enormemente en el desarrollo del proyecto, pero en todas las ciudades se están poniendo en marcha mecanismos para poder desarrollar las acciones. En todas ellas el proyecto ha tenido una magnífica acogida por parte de los ciudadanos y sus instituciones y se han puesto en marcha lo que llamamos IN-HUB (In: Inclusivo; Hub: Lugar de Encuentro y Laboratorio de Innovación Social) en el que distintas personas, instituciones, colectivos, asociaciones, etcétera interesados en participar en el proyecto pueden aportar sus contribuciones y ayudar al co-diseño, la co-implementación, la co-gestión y el co-monitoreo de las acciones innovadoras que se pretende poner en marcha.

En Córdoba el proyecto busca examinar el rol del patrimonio cultural, así como la cultura, para la promoción de la salud y el bienestar inclusivos. Esto se ejecutará por medio de la renaturalización de espacios comunes, como son los patios, para incrementar la salud y el bienestar del barrio. También se pretende crear vínculos entre Las Palmeras, un barrio desfavorecido, con el resto de la ciudad.

En Lucca se han propuesto crear la primera ciudad inteligente humano-animal (Hum-an) de Europa. Se construirán ‘Animal Lines’ accesibles a todos para reconectar el centro histórico, las antiguas murallas y las zonas verdes de los alrededores en unos corredores amigables con los animales. También se crearán espacios públicos para mascotas que promuevan el acercamiento entre animales y personas.

En Nitra, focalizada en arte y medioambiente, el objetivo consiste en establecer un paisaje urbano multifuncional reversible a lo largo de los 8 kilómetros de carril bici que conectan el parque industrial y Dražovce con la ciudad principal; donde una serie de elementos multifuncionales móviles proporcionarán una plataforma para actividades sociales, culturales, educativas y deportivas.

Por último, en Riga se pondrán en valor los alimentos locales, producidos de manera sostenible, mediante la creación de un centro alimentario multifuncional que también servirá como espacio recreativo y educativo.

Uno de los retos del proyecto cordobés es conseguir atraer a más hombres y jóvenes
Uno de los retos del proyecto cordobés es conseguir atraer a más hombres y jóvenes.

¿Cuáles fueron los motivos por los que se seleccionaron las cuatro ciudades que participan en el piloto?

Decidimos enfocar el proyecto en ciudades pequeñas y medianas situadas en la periferia de Europa, y que a la vez eran ciudades de cierta importancia en sus países, ya que la mayoría de las investigaciones que existen sobre salud y bienestar han sido desarrolladas en ciudades grandes del arco centroeuropeo.

En nuestro caso, pensamos que era muy importante investigar sobre los desafíos a los que se enfrentan este tipo de ciudades, ya que en Europa el 65% de la población urbana habita en ciudades con menos de 500.000 habitantes, por lo que es imprescindible investigar y aportar evidencias sobre las necesidades y oportunidades de este tipo de ciudades.

¿Pueden las nuevas tecnologías mejorar la calidad de vida de personas en riesgo de exclusión, o bien suponen una dificultad añadida para su integración?

Las nuevas tecnologías digitales han de ser inclusivas si queremos que actúen como elementos de desarrollo. Es necesario poner el énfasis en el desarrollo de capacidades digitales y no únicamente en la conectividad y los aparatos. Para muchas personas la administración electrónica supone una barrera muy importante, más aún para aquellos que no tienen posibilidad o no están familiarizados con el uso de la firma electrónica. Es necesario poner en marcha políticas específicas para superar estas barreras.

¿Cuántas personas de la UCO participan en el proyecto?

En la actualidad, yo coordino este proyecto europeo, pero, además, hay otras cinco personas contratadas por la UCO para trabajar en IN-HABIT. Están los Local/Community Activators, Isotta Mac Fadden y Javier Martínez, que son co-investigadores y agentes de cambio activos en el contexto local. Son los encargados de realizar tareas de investigación con enfoque de género, diversidad e inclusión, así como las actividades de dinamización y participación, co-diseño, evaluación de impacto.

Rocío Pérez, que es la Project Manager, cuyas funciones van dirigidas a la organización y seguimiento de actividades del proyecto, con especial atención a la coordinación del partenariado (planificación de reuniones, consultas, etc.), así como todo lo relacionado con la preparación de informes a la Comisión Europea. En estas labores es apoyada por Melina Granet.

Igualmente, tenemos contratada a Marta Baena, periodista y divulgadora científica, que se encarga de la redacción de notas de prensa, de ponerse en contacto con los medios de comunicación y de la grabación y edición de vídeos sobre el proyecto.

Las acciones de IN-HABIT se concentrarán preferentemente en zonas desfavorecidas y en grupos vulnerables de población
Las acciones de IN-HABIT se concentrarán preferentemente en zonas desfavorecidas y en grupos vulnerables de población.

¿Cuándo está previsto que finalice el proyecto? Una vez finalizado, ¿se obtendrán herramientas que permitan aplicar sus conclusiones a ámbitos urbanos para reducir la población cuya vida transcurre en los márgenes de la exclusión social?

El proyecto tiene una duración de cinco años, por lo que finalizará en agosto de 2025. Uno de sus grandes objetivos es la replicabilidad de sus acciones. Por ello, cada una de las ciudades hará un importante esfuerzo por difundir sus resultados, tanto los positivos como los negativos, y por fomentar la replicación de acciones. Tanto las buenas prácticas como las lecciones aprendidas o los errores cometidos serán comunicados a nivel científico y divulgativo.

Participación de actores locales

Las innovaciones que se implementarán en cada una de las cuatro ciudades que participan en IN-HABIT serán co-diseñadas, co-ejecutadas y co-gestionadas con los actores locales interesados. El objetivo, informaron fuentes del proyecto cordobés, es impulsar cambios de comportamiento y de mentalidad que incrementen la salud, el bienestar y promover estilos de vida más saludables.

Las cuatro ciudades implicadas mantendrán un estrecho contacto y compartirán sus experiencias y resultados, tanto los positivos como los negativos, desarrollando una base de evidencias y un sistema de indicadores y de seguimiento con enfoque inclusivo, de género y de diversidad, adaptados a las necesidades de las ciudades pequeñas, medianas y periféricas que podrán ser utilizados y replicados en otras ciudades.

Otro de los objetivos del proyecto es crear redes con otras ciudades que estén abordando iniciativas similares o que estén interesadas en aplicar los resultados de IN-HABIT. En este sentido, la capital de Colombia, Bogotá, también forma parte del proyecto.

En Córdoba el proyecto será desarrollado por la Universidad de Córdoba como socio coordinador, la Asociación de Vecinos Unión y Esperanza de las Palmeras y el ayuntamiento de la capital cordobesa, principalmente a través de los responsables y los trabajadores de Servicios Sociales.

En el proyecto participan veinte socios de siete países europeos, un socio de Colombia y se desarrollará durante cinco años, entre 2020 y 2025

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