Entrevista a Giuseppe Grezzi, concejal de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de València
València fue el pasado año la gran ciudad española (categoría formada por concentraciones urbanas con más de 500.000 habitantes) que más redujo las emisiones de NO2 y de PM10, según los datos del Observatorio de la Sostenibilidad. La renovación de la flota de la EMT o el aumento de los kilómetros de carriles bici (de 127 en 2015 a los 166,5 actuales) son algunas de las iniciativas que han permitido mejorar la calidad del aire en la capital del Turia.
Giuseppe Grezzi, concejal de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de València (cargo que ostenta desde 2015), resume algunas de las iniciativas puestas en marcha por el consistorio valenciano para mejorar la movilidad de bienes y personas en la ciudad conjugando una recuperación del espacio público por parte de la población.
Nacido en 1973 en Vico Equense, en la zona metropolitana de la ciudad italiana de Nápoles, Grezzi participa desde el año 2000 “en la esfera política y social” de la Comunidad Valenciana. Socio fundador de EcoVida Coop., entidad organizadora de las tres primeras ediciones de la Feria de la Ecología y el Medio Ambiente, entre 2004 y 2007 ejerció como colaborador del diputado d'Els Verds en Les Corts Carles Arnal, “con quien impulsó desde su vertiente ecologista la fundación de Coalició Compromís”.
¿Cuáles son las principales magnitudes relacionadas con la movilidad urbana pública de personas de la ciudad de València?
València es la tercera gran ciudad española con 800.000 habitantes y más de un millón y medio contando su área metropolitana. Hasta hace unos seis años, estaba consagrada a la circulación en coche. Ahora se ha convertido en la capital mediterránea de la bicicleta, con una firme apuesta por la movilidad sostenible para crear una ciudad más saludable y humana que mira al futuro.
Algunos datos importantes que lo demuestran: hemos pasado de 127 kilómetros de carriles bici en 2015 a 166,5 kilómetros en 2021. Hemos recuperado unos 150.000 metros cuadrados de espacio público de calidad para las personas, con la peatonalización de la plaza del ayuntamiento como uno de los proyectos más simbólicos. Gracias a todas estas políticas, encabezamos el ranking de ciudades españolas que más hemos reducido la contaminación por NO2 y partículas PM10.
¿Cuántas líneas de autobús urbano prestan servicio en la ciudad? ¿Cuál fue el número de usuarios en 2021 y cómo varió esa cifra respecto a 2020 y 2019?
EMT València tiene 57 líneas, 44 diurnas, doce nocturnas y un servicio especial para personas con diversidad funcional. En 2019 casi 97 millones de personas usuarias utilizaron los autobuses de EMT, un 10,2% más que cuando llegamos en 2015. Fue un año de récord, pero luego llegó la pandemia, que ha tenido un gran impacto y ha provocado una caída de la demanda generalizada en el transporte público.
En 2021 iniciamos la recuperación de la demanda, pero las distintas olas de la pandemia que estamos viviendo y las restricciones impuestas por las autoridades siguen resistiendo la vuelta a los niveles anteriores de demanda prepandemia. Así, en 2021, hemos cerrado con un total de 58,3 millones de validaciones, lo que supone un incremento de 6,5 millones respecto a 2020, cuando acabamos con 51,8 millones. Son resultados buenos, porque muestran que las personas usuarias están recuperando la confianza en el transporte público. Esperamos que esta tendencia al alza se mantenga y este 2022 sea el año de la consolidación de la demanda.
Desde 2015 la edad media de los autobuses urbanos de València ha pasado de más de trece años a los actuales 7,5 de media.
¿Cuáles han sido las principales iniciativas desarrolladas por el ayuntamiento para continuar impulsando el incremento del uso de la bicicleta logrado en 2019?
El uso de la bici en València no ha parado de crecer en todos estos años, incluso en estos dos años de pandemia de la Covid-19 se ha experimento un alza importante. En estos años hemos seguido ampliando la red de carriles con importantes proyectos en ejes viarios muy importantes, y así seguiremos durante el bienio 2022-2023.
Ahora mismo estamos en proceso de elaboración del Plan Director de la Bicicleta, que nos permitirá hacer una diagnóstico de la situación y trazar las líneas estratégicas da actuación del próximo lustro. Seguiremos también con el fomento de la cultura de la bici, con actividades de promoción y educativas dirigidas a todas las franjas de personas y de todas las edades.
¿Cuántos autobuses conforman la flota de la EMT de València? De ellos, ¿qué porcentaje utiliza el gasóleo como combustible? ¿Cuentan con unidades alimentadas por GNC y/o GNL? Si es así, ¿qué porcentaje representan?
Desde 2015 estamos inmerso en un plan estratégico de renovación de la flota, que ha permitido reducir la edad media de los autobuses, pasando de los más de trece años en 2015 a los 7,5 años de media actualmente. Ahora mismo, nuestra flota es altamente sostenible, con más del 50% de los vehículos híbridos y eléctricos. En concreto, disponemos de 254 autobuses híbridos, dos eléctricos, treinta GNC y 203 diésel/biodiesel. El próximo año llegarán otros 20 vehículos eléctricos que nos permitirán seguir renovando la flota para hacerla más sostenible y avanzar en la descarbonización de la ciudad.
La llegada de nuevos autobuses híbridos nos ha permitido mejorar la experiencia de las personas usuarias a bordo de los autobuses municipales, pero también reducir el consumo energético, el coste del mantenimiento y, especialmente, las emisiones contaminantes y de efecto invernadero de los autobuses. En concreto, la renovación de la flota ha permitido reducir las emisiones de CO₂ a la atmósfera en más de 7.000 toneladas en los últimos cuatro años y ahorrar más de diez millones de euros en mantenimiento y combustible.
La EMT ha anunciado la licitación para la compra de veinte autobuses urbanos eléctricos, cuya incorporación está prevista para principios de 2023. ¿Qué ventajas aporta la utilización de estos vehículos? Por el contrario, ¿qué debilidades ofrece la movilidad eléctrica en vehículos con las dimensiones y masas de un autobús?
La compra de estos autobuses eléctricos nos permitirá reducir aún más la edad media de la flota para ofrecer un servicio de calidad y contribuir a una ciudad libre de emisiones contaminantes, sumando esfuerzos para que València se convierta en una ciudad climáticamente neutra en 2030. Es un proyecto estratégico que teníamos previsto y que ahora, con los Next Generation, esperamos que pueda ser financiado por estos fondos europeos para seguir impulsando un transporte urbano colectivo más eficiente y sostenible.
Uno de los retos a los que nos enfrentamos con la incorporación de autobuses eléctricos es la autonomía de las baterías y su viabilidad en una red como la nuestra. Por eso, para preparar la licitación de compra de estos autobuses, los técnicos de EMT han tenido en cuenta los datos recogidos durante las diferentes pruebas que hemos realizado con modelos de autobuses eléctricos cedidos por fabricantes como Volvo, Irizar, BYD, Solaris o Man, que nos han permitido conocer de primera mano las tecnologías eficientes disponibles en el mercado.
¿Qué inversiones en infraestructuras de recarga se van a realizar para poder recargar las baterías de los autobuses?
Ahora mismo estamos trabajando en la licitación de electrificación de una de nuestras cocheras, un proyecto que también opta a los Next Generation. Con la adquisición de nuevos vehículos eléctricos, necesitamos modificar una de nuestras cocheras para poder cargar buses eléctricos. En la actualidad, tenemos dos autobuses eléctricos, pero no hay potencia eléctrica para la recarga otros veinte más. Un primer paso es proveer de la infraestructura necesaria y de puntos de recarga en nuestras instalaciones.
El próximo año se incorporarán otros 20 vehículos eléctricos a la flota de la EMT de València, avanza Grezzi.
¿Han solicitado información a las corporaciones locales de aquellas ciudades en las que ya están operando autobuses eléctricos sobre su funcionamiento, como la reducción de las emisiones contaminantes; el incremento del número de viajeros frente a las anteriores líneas ‘contaminantes’?
Estamos en continuo contacto con los diferentes operadores de transporte público y compartimos experiencias con ellos, tanto el marco de la Asociación de Transportes Públicos Urbanos y Metropolitanos (ATUC) como de la Unión Internacional de Transporte Público (UITP). Las experiencias son positivas en cuanto que el uso de este tipo de vehículos sin emisiones suma esfuerzos para reducir las emisiones contaminantes derivadas de la actividad y hacer frente al cambio climático.
¿Se está evaluando la posibilidad de realizar en València pruebas con autobuses con pila de combustible, como han hecho algunas ciudades españolas?
València quiere ser una ciudad climáticamente neutra en 2030 y está valorarlo diferentes posibilidades para lograrlo, como, por ejemplo, incrementar el uso de hidrógeno verde como carburante para los autobuses urbanos. Por ejemplo, se está estudiando la posibilidad de utilizar los residuos orgánicos que en estos momentos estamos recogiendo en la ciudad para su aprovechamiento en la economía circular para producir hidrógeno.
¿Se ha evaluado la diferencia de costes operativos entre los autobuses alimentados con combustibles alternativos, como GNC/GNL, y los eléctricos? ¿Se ajustarán las tarifas de billetes y abonos una vez que la presencia de los motores de combustión interna sea minoritaria, o es pronto para valorar una medida de este tipo?
Estamos en un momento de evaluación de todos los tipos de combustible y avanzando hacia la descarbonización. De todos modos, el impacto que tiene el combustible utilizado no debería ser decisorio para establecer las tarifas por el uso, ya que lo más importante es hacer competitivo el transporte público para que sea una opción de movilidad asequible y atractiva para la mayoría de las personas.
¿Qué medidas se están impulsando desde la Concejalía de Movilidad Sostenible para reducir el impacto ambiental y en el tráfico rodado provocados por el incremento del comercio online?
La gestión del reparto de mercancías es unos de los retos más importantes que tenemos las administraciones, sobre todo las locales. En estos últimos años hemos asistido a un notable incremento del comercio online que está provocando un problema por el incremento del tráfico rodado. En València estamos poniendo en marcha diferentes iniciativas, por ejemplo, el impulso a plataformas logísticas que funcionen como centros de consolidación para el reparto de última milla, preferentemente con bicicletas de carga. El aparcamiento de gestión pública en pleno corazón del Centro Histórico tiene acondicionada su primera planta con funciones logísticas. Además, hemos obtenido financiación europea para la sensorización de zonas de carga y descarga para gestionar mediante una app integrada en el marco del plan Smart City VLCi. Son algunas de las iniciativas que tenemos en marcha, mientras trabajamos en otras con la necesaria participación activa de las empresas del sector.
¿Cuál será el perímetro de las Zonas de Bajas Emisiones de València? ¿Cómo se evaluará el cumplimiento de las mismas?
La implantación de la Zona de Bajas Emisiones está en estos momentos en su fase inicial de tramitación por parte de los técnicos de la Concejalía de Movilidad Sostenible, que están estudiando al detalle las características que debe tener un sistema de esta envergadura.
Queremos tener un plan ambicioso que sea útil para seguir profundizando en la descarbonización del transporte, la reducción del tránsito motorizado y el impulso a las alternativas, que tan buenos resultados nos han estado dando en estos seis años de gobierno.
De hecho, según el Observatorio de la Sostenibilidad la ciudad de València en 2021 ha sido la gran ciudad que más ha reducido las emisiones de NO2 y de PM10, datos que se suman a todos los indicadores positivos que estamos teniendo. Para financiar la actuación optamos a los fondos europeos NexGenerationEU mediante el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España.
¿Qué papel está jugando la FEMP a la hora de coordinar las tareas relacionadas con la implantación de las ZBEs?
Un papel muy importante. Han difundido las convocatorias de los fondos Next Generation y creado documentos explicativos de la operatividad y características de las ZBEs, así como coordinado las reuniones entre el ministerio y los ayuntamientos de cara a preparar las solicitudes para los Fondos Next Generation con las que se subvencionarán su creación. Ha sido una labor muy útil que ha facilitado mucho el trabajo de cada municipio.
¿Es València, debido a su orografía, una ciudad idónea para implantar la movilidad en bicicleta? ¿Cuáles son los principales datos relacionados con Valenbisi? ¿Cuál es el parque actual de bicicletas del servicio de alquiler de bicicletas públicas de la ciudad? En la actualidad Valenbisi está gestionado por JCDecaux, ¿se ha evaluado la posibilidad de municipalizar este servicio?
Todas las ciudades son idóneas para implantar la movilidad en bicicleta, porque hay bicicletas adecuadas para todos los terrenos, orografías y temperaturas, igual que motos o coches. Lo que pasa es que la bicicleta suele ser más barata que las motos o los coches, por lo que siempre es el vehículo más idóneo para la movilidad personal en el ámbito urbano y casi te diría que metropolitano.
En València, como comentáis, en 2009 se concedió la explotación del servicio municipal de bicicletas a JCDecaux hasta el año 2029, con una flota de 2.750 bicis, y tras la explosión inicial con más de 100.000 abonados, su número se ha asentado en torno a los 40.000, con una relación entre la oferta y la demanda bastante bueno. La actual corporación desearíamos ampliar las estaciones, pero el contrato firmado por la anterior es muy rígido, y la posibilidad de mejorar el servicio depende de la concesionaria. No obstante, dado que el servicio es correcto y el número de ciclistas no para de aumentar en la ciudad, no parece prioritario dar un paso en la municipalización del servicio.
