La Administración Pública española ha vivido un año de aceleración digital sin precedentes
Los tres dinamizadores de la aceleración digital de las Administraciones Públicas en 2022
Los expertos de Liferay han analizado a fondo este ecosistema detectando cuáles son las principales palancas dinamizadoras. Concretamente, las tres estrategias clave que están permitiendo esta revolución pública digital vienen de la mano de:
- La mejora en la experiencia del usuario digital, aplicada tanto a nivel interno de los propios empleados públicos (digital workplaces, intranets) como a nivel de audiencias externas (Portales del ciudadano, sedes electrónicas, websites públicas…). Sin duda, la pandemia ha jugado un papel fundamental en la necesidad de mejorar la experiencia de usuario, pero también la influencia del sector privado ha sido otra palanca que ha animado a las Administraciones Públicas a resolver y superar sus tradicionales barreras como eran el dar servicio a una “heterogeneidad” de usuarios o la propia resistencia cultural de la Administración.
- Modelo de servicio basado en la nube. Sin duda, la nube proporciona importantes oportunidades a la hora de transformar la forma de relacionarse con los ciudadanos y las empresas, las más destacadas son la agilidad, escalabilidad y flexibilidad. Además, la nube facilita la puesta en marcha de nuevos servicios en menor tiempo y permite adoptar la innovación y novedades tecnológicas de forma inmediata y automática.
- Interoperabilidad como prioridad estratégica. Debido a la multiplicidad de canales de contacto, tanto físicos como digitales, en la Administración, así como el amplio número de sistemas o repositorios de información, la interoperabilidad de sistemas y datos supone un verdadero reto añadido. Muchas administraciones que se han centrado en este aspecto y han puesto el foco en aquellas tecnologías que ofrecían una óptima integración desde el inicio, han visto cómo eran capaces de optimizar rápidamente sus recursos disponibles. Esto les ha permitido obtener beneficios de forma muy rápida (menor número de consultas presenciales, mayor automatización de la labor del empleado público, etc). La realidad es que la interoperabilidad juega un papel fundamental y es una garantía de mejora de la productividad desde el comienzo en cualquier proyecto.
“La Administración Pública española está avanzando en su digitalización y durante 2020 y 2021 hemos sido testigos de un verdadero cambio cultural”, ha destacado Carolina Moreno, vicepresidenta de Ventas para EMEA y directora general para el Sur de Europa de Liferay. “El camino por el que está transitando esta nueva Administración digital requiere de un más amplio acceso a los servicios públicos -24x7, desde cualquier ubicación o dispositivo-, pero también de una reducción de visitas presenciales, aumento de la productividad del empleado público y de su satisfacción, así como la de los ciudadanos”, explica Carolina Moreno.
Y todos estos aspectos dinamizadores vienen además impulsados por la llegada de los fondos Next Generation de la UE donde la cuarta política del Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resilencia –con un 5% asignado de los fondos- es la modernización digital del sector de la Administración Pública para que actúe como ‘motor de los cambios tecnológicos’.
“Tras un 2020 donde principalmente trabajamos con proyectos digitales más concretos y que permitían en muchos casos que las entidades se adaptaran al nuevo contexto social y cultural, en 2021 los proyectos han sido cada vez más ambiciosos y globales. La percepción para 2022 es que ninguna entidad pública quiere quedarse atrás y que están dando lo mejor de sí mismas en sus procesos de digitalización”.